Diego Barcala.- Llega en transporte público puntual para la cita en la redacción de Líbero, cerca del parque de El Retiro en Madrid. Viste un chándal y una camiseta amarilla de Carolina Durante. Son las 11 de la mañana y viene del gimnasio. Asegura que desde que se cortó el pelo ya no le reconocen en la calle pero antes empezaba a notar el resultado del éxito. “Sobre todo tras la apendicitis es cuando volvió a repuntar”, comenta Álvaro Rivas (Madrid, 1995), en la sesión de fotos. Alcalá Norte es una fantástica noticia cultural del último año. Un nuevo grupo aplaudido por la crítica siempre hambrienta de fórmulas que agiten el árbol de la música convencional. La noticia de la suspensión de varios conciertos por la complicación de una apendicitis de su frontman les amplió el foco en la actualidad justo antes de la temporada de la gira de primavera y verano.
Las letras de Álvaro Rivas (Madrid 1995), cantante y compositor del grupo, son creativas, originales, divertidas y para lo que nos ocupa en gran parte de esta entrevista, muy futboleras. La entrevista la gestiona David Acosta, columnista en Líbero, y uno de los tuiteros más divertidos como Usuario@. Álvaro se ha ganado a pulso un sitio en un Café Gijón imaginario alrededor del madridismo underground gracias a su despreocupada manera de analizar al Real Madrid, incluso también en las letras de Alcalá Norte.
El objetivo de esta entrevista es averiguar qué tipo de madridismo profesas. Hoy se presenta Xabi Alonso. ¿Cómo analizas su llegada al Real Madrid?
En general, ahora mismo, estoy triste. Seguramente dentro de unas semanas, con el Mundial de Clubes ese, me ilusione, pero ahora predomina la tristeza. Xabi Alonso, la famosa defensa de cinco… no soy tan friki, no he visto al Leverkusen, no sé cómo juegan, pero de primeras pienso que se va a tener pegar de hostias con todos los jugadores para que eso del rigor táctico suceda. A ver si juega otro fútbol e ilusiona a los jugadores, que son los que tienen que estar ilusionados. Yo me ilusiono con nada. Ayer estaba compulsivamente chequeando si Salah metía cuatro o no para la bota de oro de Mbappé.
RIVAS» Retrato en la sede de Líbero. Foto. Pedro MárnezTe vi un día de esta temporada por los alrededores del Bernabéu. ¿Sueles ir?
Voy, pero este año solo he ido una vez. Me invitó Javier Aznar [escritor columnista de Líbero], que es colega. Creo que empatamos o palmamos contra el Valencia.
¿De dónde procede tu madridismo, de tu padre?
Mi padre es del Atleti.
Ostrás, esto no lo esperaba.
Sí, pero mi madre murió cuando yo nací y a mi abuelo no se le va de la cabeza que su hija murió en el parto y él, en vez de estar ahí pendiente de las anestesias que le ponían, que es lo que la mató, se fue a ver un Real Madrid Athletic Club de Bilbao a la misma hora en la que yo nacía, que de hecho acabó en empate a uno, creo, es que está el partido en YouTube. Entonces, ¿qué pasa? Mi padre se casó poco después y hay otra mujer a la que 30 años después yo llamo madre. Lograron que viviera la orfandad con bastante naturalidad pero yo de niño sentía que había un vínculo con mi familia materna a la que yo trato de retribuir con mi madridismo. Mi difunta madre fue socia porque eran vecinos del Bernabéu e iban al estadio donde había un club con gimnasio y piscina en los 70. Pero no sé si por machismo o porque ella empezó a sudar de eso perdió su condición de socia y por desgracia mis primos siguen siendo socios pero yo no. Entonces, desde casa de mi abuela se veía un trocín de Bernabéu y creo que de ahí viene lo del Madrid
«Debo de tener algún tipo de espectro autista, tengo algunos tics extraños. Repito muchas veces las palabras Cristiano Ronaldo, o de repente me despierto y le digo a mi mujer: Cristiano Ronaldo es el mejor futbolista de la historia y ya, me voy a hacer el desayuno»
Esto habla muy bien de la tolerancia de tu padre atlético con un hijo madridista.
Una vez me llevó al Calderón a ver un derbi. Fue el primer gol de Torres y también marcó Higuaín. Creo que le dije a mi padre que estaba contento con el empate y yo creo que ese día dudé. Lo reconozco, dudé. Pero mi padre no insistió mucho y respetó mi idiosincracia. De hecho me llevó también al Bernabéu, recuerdo que fue el debut de Ronaldo Nazario.
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