El icono del fútbol español. El futbolista que trascendió a su club, a su selección y casi hasta a su cuerpo gracias a un concepto: el ‘goldiniesta’. Y ese gol fue su salvavidas. Porque durante los meses previos a 2010 vivió el infierno de la depresión.
Contigo, arriba era abajo. De frente, la espalda. Lento se convertía en rápido. Eras reversible. Tu exterior, un guante. Tu empeine, una cesta de Navidad y el tacón, la palma de una mano con la que acariciar la bola hasta ofrecerla silenciosamente en la línea de fuego enemiga.
A Iniesta lo vimos expuesto desde niño, y no haber descarrilado tiene mucho mérito. Tenía todas las papeletas para convertirse en un juguete roto: el Macaulay Culkin de La Masia, el Joselito de la Mancha, el Jonatan Valle tranquilo.
En la contraportada de la primera edición de Líbero aparece ‘Marchito azar verdiblanco’ (Libros del KO), el libro del Betis de Antonio Luque, Sr Chinarro que elige 12 años después su 11 ideal sin filtros muy bético.
Me acuerdo de Jonatan jugando al fútbol como un ángel con la cara sucia. Me acuerdo de sus controles. De su liderazgo picajoso. Y de su manera de conducir el balón, como si llevara en la zurda el stick de un jugador de hockey hielo.
El exfutbolista Ciro Ferrara compartió cinco años de Nápoles con Maradona. En un nuevo aniversario de la desaparición del 10 publica en Argentina un libro de memorias con el capitán de aquel equipo sureño que tambaleó Italia.
La mejor noticia de hablar con Sergio Canales es comprobar que no se quiere retirar. A sus 33 años vive el presente desde Monterrey (México) donde quiere ganar la liga mientras disfruta del país. No renuncia a una vuelta a casa, a Santander.
No es el más rápido, ni el más goleador, ni el que más defiende, pero acaba de cumplir 500 partidos en Primera División siendo un jugador especial. Es una especie en extinción en el fútbol moderno. Un futbolista capaz de dominar un partido al primer toque en el círculo central.
El director de cine Paolo Sorrentino presenta su última película basada en el mito napolitano de la sirena Parthenope. La cinta sirve para contar su ciudad, la mágica Nápoles, que en el realizador italiano siempre evoca al 10 de su juventud.
La nueva edición de Líbero recorre los ya icónicos barrios de las actuales estrellas del fútbol mundial: Rocafonda y Bondy. Exploramos por qué Kyilian Mbappé y Lamine Yamal son hijos de las afueras de París y Barcelona.
El mismo corte de pelo, la misma cara de perdonarte la vida, la ceja interminable. De hecho empiezo a dudar de si en la foto el uno no es, en realidad, el otro. Da igual. Me gusta la idea de que sean una misma persona. Acaso no eran uno la Creedence, The Band o Daft Punk.