Raphael Zarko.- Bebeto llegó a Río de Janeiro procedente de Salvador de Bahía. Se entrenaba con Zico, Mozer y Leandro, sus ídolos a quienes veía en el cine de su ciudad al noreste de Brasil. En un regreso a casa por vacaciones se enteró de la muerte de su hermano Nilton en un accidente de avioneta junto a un defensa del Flamengo. El impacto en la carrera de José Roberto Gama de Oliveira fue inmediato. Beto, como era conocido en su familia, o Bebeto, en el mundo del fútbol, dejó todo y regresó a los brazos de sus padres. Era el año 1984. Solo 10 años después, este bahiano que hizo historia en el Deportivo de La Coruña, cumplió su sueño: ser campeón del mundo en el Mundial de Estados Unidos.
Nacido en Ladeira dos Galés, Bebeto fue un crack. Una estrella de estilo depurado, disparo certero y regate rápido. El pasado 16 de febrero cumplió 60 años. Es uno de los grandes del fútbol brasileño de todos los tiempos y un ídolo inolvidable del Depor donde marcó una época junto con otro campeón del 94 como Mauro Silva. Ídolo de Flamengo y Vasco, dos clubes gigantes -y muy rivales- del fútbol brasileño, Bebeto se hizo eterno junto a Romario e incluso se convirtió en el verso de la canción de una banda de pop en Brasil. Hace 30 años, en EEUU, Bebeto marcó tres goles y dio dos asistencias. Romario sumó otros cinco tantos. Ambos participaron directamente en nueve de los once goles brasileños de la Copa de 1994. En la memoria de millones de brasileños el gesto de acunar a un bebé - dedicado a su hijo Mattheus, futbolista que cumplirá 30 años el 7 de julio - sigue siendo imitado hoy allá donde va.
«Jugué con Muller, jugué con Careca en todas las eliminatorias para el Mundial de 1994. También nos llevábamos bien. Pero Bebeto y Romario eran como salidos de Dios. Algo muy fuerte», recuerda el ex jugador.
“La gente me ve y me hace ese gesto, me piden fotos, graban vídeos. El otro día se me acercó un chico y le dije: ¿De qué me conoces? Me dijo: ‘He visto tus goles en YouTube’ e hizo el gesto del bebé. Es increíble. Es un gran amor, no sólo en Brasil, o en España, sino allá donde voy. He estado en China, en Japón (por la FIFA) y la gente imita el ‘embala nenê’”, dice Bebeto.
Recientemente, Bebeto y Romario se pelearon por cuestiones políticas. Bebeto es diputado por la ciudad de Río de Janeiro. Romario, senador de la República. La pelea fue por un cambio de partido político. “La vida es demasiado corta para pelearse por política. Lo que hicimos juntos nunca va a cambiar”, dijo Bebeto. Volvieron a hablar con motivo del fallecimiento de la madre de Romario, cuando el eterno compañero expresó su solidaridad y envió sus saludos públicamente. “Jugué con Muller, jugué con Careca en todas las eliminatorias para el Mundial de 1994. También nos llevábamos bien. Pero Bebeto y Romario eran como salidos de Dios. Algo muy fuerte”, recuerda el ex jugador. *
*Lee el resto de la entrevista a Bebeto en la última edición de Líbero disponible a domicilio aquí.