Ilustración Roberta Vázquez
Igor Paskual.- El mito viviente ha muerto. Ahora podrá ser sólo mito, sin atender a la molesta servidumbre de la realidad. Descansará en el colchón de los elogios eternos y tendrá tiempo para escuchar todas las canciones que le han dedicado. La canción a Maradona ya es un género en sí mismo. Las hay de todo tipo: rockeras, hip hoperas, de cumbia villera, incluso de elevada concisión poética como la de Calamaro. Todas ellas soportan bien el tránsito a la tribuna del estadio y a las multitudes. Sin embargo 'Para verte gambetear' es un tigre blanco. Es un rugido silencioso donde los únicos momentos que podrían llegar a ser de grada (“olé” con la insinuada percusión candombe) nunca llegan a estallar. Es un grito hacia dentro. La letra no pone el acento en el gol o el triunfo, sino que celebra el deleite de la gambeta, ese arte tan argentino que bendice la pelota como una excusa para establecer un diálogo íntimo con el arte del fútbol. No es el resultado, se trata más bien del proceso. Es un elogio al léxico del regate del que nace la sintaxis de la jugada.
La letra no pone el acento en el gol o el triunfo, sino que celebra el deleite de la gambeta, ese arte tan argentino que bendice la pelota como una excusa para establecer un diálogo íntimo con el arte del fútbol.
'Para verte gambetear' es una joya de La Guardia Hereje, cuarteto de La Plata, la ciudad hipodámica y zurda. Liderados por Jorge “Alorsa”, taxista de una facilidad verbal suprema incluso para ser argentino. Alorsa falleció sin haber cumplido los 40 años cuando estaban a punto de publicar su segundo disco. Eran una banda que, como indica su propio nombre, se ubicaban en la senda por la que transitaron los miembros de la Guardia Vieja y la Guardia Nueva. Reivindicaban el tango y la milonga frente al callejón sin salida de lo anglo y que, por su ductilidad y fraseo, permitían el encaje de las maravillosas ideas de su letrista. Su mirada desprejuiciada le convirtió no sólo en un gran letrista sino en un generador de escena gracias a su Tango Criollo Club. No hablaba sólo de sí mismo o para sí. Grabar discos era importante, pero lo era aún más crear una fuerza colectiva que fuera más allá de lo individual. Eso mismo hacía Maradona, que no juega para sí mismo, un club o una selección, sino que salía a la cancha en nombre de los negros del mundo. Diego escuchó la canción, pero Alorsa murió antes de que pudieran conocerse. Ahora gambetean juntos, en la liturgia tanguera del verbo, la música y el fútbol. •
‘Para verte gambetear’, La Guardia Hereje (2004)
Con un par de lienzos crotos,
esperando por el bondi de fiorito a paternal
Las pisadas, las rabonas, son los chiches que los viejos no te podían regalar
Y en la villa se juntaban los pendejos para verte gambetear
Del riachuelo para el mundo, desde el cielo hasta el infierno, patadas en catalán ya más nadie iba a manguearle milagros a san genaro porque entrabas a jugar se juntaron el jetset y la camorra para verte gambetear
30 millones de negros transpirando en tu remera para jugar un mundial más regalo que un cumpleaños, más premio que la quiniela,
más baile que en carnaval y en los barrios faltaban televisores para verte gambetear
olé olé, olé olé , ole ole ole ola,
para verte gambetear barrilete, pecho inflado, con el sol de nuestros sueños te volviste a iluminar empachado de ilusiones, cuando vos eras el dueño te fueron a desterrar y en las calles, cada lágrima fue el precio para verte gambetear
gordo, cara de galleta, caminando medio chueco,
siempre echado para atrás como no te daban pase te piantaste de los muertos, cómo te iban a parar?
y rezamos en la habana y buenos aires para verte gambetear con la sonrisa de pibe, con el brazo guerrillero y el corazón de arrabal la zurdita endemoniada y el martillo en el garguero, cada día te quiero más no hace falta más que entrecerrar los ojos para verte gambetear
olé olé, olé olé , ole ole ole ola, para verte gambetear.