El 11+6 de Javier Aznar

Javier Aznar es periodista, escritor, vividor, santanderino y sobre todo muy madridista. Por si fuera poco es uno de los columnistas más destacados que se han abierto hueco en el periodismo español a fuerza de talento y frescura. A través de su once ideal se deduce su generación y su gusto por el fútbol delicado y carismático como su original manera de escribir. Admirador del gran J. D. Salinger, es un eterno Holden Caulfield.

PORTERO Peter Schmeichel Inolvidable su camiseta de lunares multicolores con la que alzó por sorpresa la Eurocopa del 92 ante la temible Alemania de los Hässler, Brehme, Klinsmann y compañía. Me gusta que ahora la saga continúe con su hijo Kasper, portero del Leicester.

LATERAL IZQUIERDO Santiago Solari Uno de los futbolistas más infravalorados del Madrid. Podía hacer de todo: lo mismo jugaba por Figo que cumplía con la ingrata misión de ser el lateral izquierdo suplente de Roberto Carlos. Y siempre con nota. Discreto, inteligente y educado, fue pieza clave para ganar la Novena. Y encima, para mayor satisfacción, se lo quitamos al Atleti. Ojalá dentro de unos años entrene al Madrid. Los artículos de fútbol que escribía para El País, por cierto, son de lectura obligada.

CENTRAL Marco Materazzi El villano perfecto. Me gusta que mis centrales tengan pinta de salir del patíbulo o del manicomio. Malencarado, rapado, tatuado y patilludo, el bueno de Marco cumplía con ese perfil. Consiguió meter un gol de cabeza y que Zidane se autoexpulsara en la final de un Mundial, un recordatorio de que en ocasiones los malos ganan. Y está bien que así sea. Como decían en True Detective: “El mundo necesita hombres malos. Somos los que mantenemos a los otros hombres malos a raya”.

CENTRAL Taribo West Aparte de por sus coloridas trenzas, Taribo siempre será uno de mis jugadores predilectos desde que el presidente del Partizán de Belgrado le acusara de estar jugando realmente con ¡40 años! en vez de con los 28 que el futbolista nigeriano decía tener. Siempre en mi equipo.

LATERAL DERECHO Owen Hargreaves Nacido en Canadá, formado en la cantera del Bayern de Múnich e internacional con Inglaterra, este jugador con nombre de soldado británico de la II Guerra Mundial fue un futbolista de lo más atípico. Pese a ser mediocampista, deslumbró jugando como lateral derecho en el Bayern de finales de los 90 por su potencia y sacrificio. Lo tenía todo para triunfar. Luego el Manchester United pagó un dineral por él, pero apenas pudo jugar un puñado de partidos debido al estado de sus maltrechas rodillas. Una verdadera lástima. Aunque algunos nos seguimos acordando de él.

MEDIOCENTRO Fernando Redondo Mi jugador favorito de todos los tiempos. Señor en la calle y puta en el campo. Nadie sacaba los codos como él para proteger la pelota. Mi terapeuta dice que aún no estoy preparado emocionalmente para hablar de su marcha del Madrid. A veces me pongo vídeos suyos en YouTube y lloro en silencio.

MEDIOCENTRO Stefan Effenberg Una tarde estaban emitiendo en el Plus un partido de aquella Fiorentina de Batistuta, Brian Laudrup y Effenberg con la camiseta viola de 7Up. Mi padre me sentó a ver el partido y me dijo: “Fíjate en el rubio. Tienes que jugar como él”. A la vista está que fracasé. Pero siempre me fijé en Effenberg e imitaba sus movimientos en el campo. Hasta tiraba los penaltis como él, muy lentamente, como los buenos.

MEDIOCENTRO Xabi Alonso Porque es mi amigo y es una gran persona. En el alma guardo la camiseta del Madrid que me regaló alguna vez.

EXTREMO Savio Se convirtió en mi jugador favorito del mundo sin haberle visto jugar nunca, tan solo porque alcanzaba la valoración de 94 con el Flamengo en el PC Fútbol, nivel reservado para dioses. Cuando luego fichó por el Madrid, estaba convencido de que nos traíamos a un Maradona brasileño. Me compré su camiseta y protestaba enérgicamente cada vez que era suplente con Hiddink. El PC Fútbol hizo mucho daño a los de mi generación.

MEDIAPUNTA Deco Uno de esos jugadores del Barça que habría matado por tener en el Madrid. Como Henry, Busquets (hijo) o Eto’o. Un auténtico ganador con un toque de magia que hacía todo bien. Dominó Europa, primero con el Oporto de Mourinho y luego con el Barça de Rijkaard. Y además tenía cierta fama de golfo, algo que yo valoro mucho.

FALSO NUEVE Dimitar Berbatov Fino y elegante como un pianista de la Europa del Este. Siempre jugaba con los guantes enfundados, como si le faltara un dedo. Iba tan sobrado de clase que se podía permitir ir todo el partido andando. Nadie bajaba la pelota con tanta elegancia como él. Dicen que ahora sigue sacando los cuartos a algún equipo random de la liga griega, ese cementerio de elefantes. Está bien así. Los jugadores como él no se deberían retirar nunca.

ENTRENADOR Fabio Capello Un tipo que construye aquel Milan invencible, te trae a Seedorf y a Roberto Carlos a precio de ganga y encima consigue cobrar un euro más que el jugador mejor pagado de su plantilla solo puede tratarse de un auténtico genio. Aquella loquísima remontada en su segunda Liga con el Madrid tal vez sea lo más divertido y emocionante que haya vivido yo nunca como aficionado madridista.

CAMISETA La de Alemania 90, cualquiera del Flamengo, la de la Juve de Danone, la de la Sampdoria con cordones de Gullit, la del Newcastle de Asprilla y Ginola con cuello Mao y la azul de Argentina 86 de Le Coq Sportif.

PORTERÍAS Siempre me encantaron esas porterías con el arco redondeado del ahora huérfano Helmántico. Y creo firmemente que deberíamos recuperar la pintura negra en la cepa del poste como en las porterías de antes. Me parecía un detalle coqueto.

HIMNO La mano de Dios -Ninguna canción ha conseguido que me tire más cubatas por encima que esta. “Y todo el pueblo cantó: MARADÓ, MARADÓ”. El himno de todos mis veranos en el BNS de Santander. Cuando éramos reyes.

ESTADIO Old Trafford He tenido el enorme privilegio de jugar (¡dos veces!) en esta catedral del fútbol y siempre aprovecho la mínima oportunidad que tengo para sacar el tema y contar la historia. Esta ocasión no va a ser distinta: yo jugué en Old Trafford.

BAR: Nino Ferreira (C/ Eloy Gonzalo, 25) A pesar de que el bueno de Nino sea un recalcitrante atlético, el bar de este portugués es mi segunda casa. Algunos de los mejores momentos de mi vida los he vivido aquí. Uno de esos sitios en los que, vayas a la hora que vayas, siempre te encuentras con un amigo. Imprescindible pedir el tomate y la carne de buey. Y recordar a Nino la final de Milán. •