El camino de la fuerza al toque

El triunfo de la selección española en el reciente Mundial femenino de fútbol es la victoria de la excelencia técnica. Para comprenderlo en su exacta magnitud hay que observar con detalle los factores esenciales que han influido en la evolución hacia dicha excelencia desde los inicios de este deporte.

Martí Perarnau.- El fútbol femenino se inició en 1881 y alcanzó un primer apogeo en 1920, con la disputa en el Boxing Day de un partido entre el Dick Kerr Ladies FC y el Saint Helen’s Ladies que llenó las 53.000 plazas de Goodison Park y aún quedaron fuera otros 15.000 espectadores. El éxito fue tan clamoroso y amenazante que la Federación inglesa decidió prohibir el fútbol femenino, decisión que se extendió por todo el mundo y que se mantuvo vigente hasta 1971. En esa fecha, las federaciones aceptaron de nuevo que las mujeres jugasen al fútbol, pero lo hicieron con la condescendencia mezquina y machista que todavía hoy se detecta en dichas instituciones.

Cuando las futbolistas volvieron a calzarse las botas tuvie- ron que partir otra vez de cero. La evolución del juego consistió básicamente en la mejora de su condición física y quedaron huérfanas de cualquier ayuda técnica por parte de entrenadores que, en general, sentían un nulo aprecio e interés por el fútbol femenino. Esta evolución por la ruta física marcó el juego hasta el comienzo de la segunda década del siglo XXI.

De este modo, entre 1991 y 2011, los campeonatos del mundo fueron dominados por las futbolistas de Estados Unidos, Alemania, Noruega y Suecia cuyos perfiles ofrecían una superior condición física desde cualquier óptica.

De este modo, entre 1991 y 2011, los campeonatos del mundo fueron dominados por las futbolistas de Estados Unidos, Alemania, Noruega y Suecia cuyos perfiles ofrecían una superior condición física desde cualquier óptica. Por descontado, entre ellas había magníficas futbolistas con una alta calidad técnica, pero era un juego marcado de manera rotunda por la fuerza, la velocidad y la resistencia, las tres grandes capacidades físicas. La técnica se entendía como una cualidad innata: se tenía o no se tenía, pero no se entrenaba ni se consideraba mejorable.

japón campeona mundo 20112011» La técnica selección japonesa que cambió el fútbol femenino. 

La evolución del juego cambió de manera radical a par- tir de 2011, cuando Japón conquistó de forma sorprendente el Mundial. Hasta esta fecha, los equipos alemanes y suecos dominaban la Champions League europea, hasta el punto que ganaron ocho de las nueve primeras ediciones. Japón propuso otra manera de jugar. Enfrentadas a los tres gigantes del fútbol femenino, Alemania, Suecia y Estados Unidos, las japonesas vencieron a partir de convertir el balón en el epicentro de su juego.

Pases y triangulaciones florecían sobre el terreno en cada intervención de Sawa, Sakaguchi, Myama, Nagasato, Ando y sus compañeras. Aunque las alemanas contaban con estrellas como Grings, Garefrekes o Laudehr y las suecas tenían en sus filas a figuras como Lotta Schelin, las japonesas lograron batir con sus pases sutiles la muy superior condición física de las rivales. En la final, el equipo estadounidense parecía insuperable. Hope Solo, Christie Rampone, Carli Lloyd, Megan Rapinoe, Abby Wambach, Alex Morgan... Nombres de leyenda que aparentaban ser imbatibles hasta que las japonesas, balón al césped, pase corto y asociaciones continuas, lograron lo que se consideró un milagro. *

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