El córner, la jugada más sobrevalorada del fútbol

Líbero.- La Regla N° 17 de la International Football Association Board establece al tiro de esquina como uno de los mecanismos de reanudación del juego, y ha sido parte de nuestro deporte, tal como lo conocemos, desde 1873. Ganar un córner suele tener un efecto psicológico positivo en la afición, resultando útil para azuzar las huestes y generar la anticipación de un gol. Es un aspecto estadístico importante del juego y hasta resulta posible descargar la app Bet365 y apostar por cuál equipo tendrá más córners. Representa una señal indicativa (mas no perfecta) de la presión ejercida por un equipo sobre otro, y conjuntamente con el porcentaje de posesión del balón y el conteo de disparos a portería y desviados, logra dar una buena idea de la historia de un encuentro desde el punto de vista cuantitativo. Sin embargo, se trata, matemáticamente hablando, del tipo de jugada más sobrevalorada de todo el deporte ya que, a pesar de la sensación de peligro que genera, es altamente probable que no nacerá un gol por esta acción.

Estudios realizados en España en los años 2012 y 2021 concluyeron que, pese a que se generan entre 10 y 11 lanzamientos desde la esquina por encuentro, solo entre el 1% y el 4% de los mismos terminan en gol. Los hallazgos a nivel de la Premier League inglesa en 2017 arrojaron datos consistentes con esta investigación, al encontrar que tan sólo el 3,2% de los saques de esquina en dicha liga llegaban al gol. De hecho, existe un peligro real en el fútbol moderno (jugado por gacelas que poco se asemejan al hombre común), de que un córner fallido resulte en un contraataque peligroso para el equipo defensor. 

Los hallazgos a nivel de la Premier League inglesa en 2017 arrojaron datos consistentes con esta investigación, al encontrar que tan sólo el 3,2% de los saques de esquina en dicha liga llegaban al gol. 

Parte de la explicación acerca de la inefectividad ofensiva de los saques de esquina en el fútbol moderno puede deberse a la evolución táctica generada en torno a la defensa de esta jugada a balón parado. En este caso, en términos generales, fue gradualmente migrando de un sistema de marca al hombre, con defensores fijos en cada poste, a uno de marca zonal o híbrida. Esta tendencia, sumado al hecho innegable que los defensores en el fútbol moderno son más altos, corpulentos y con mayores dotes atléticos para saltar, hacen más difícil que el ejecutante logre superar con su disparo al primer defensor, y existe menos espacio para que los delanteros saquen provecho de la ocasión. En este sentido, un relevamiento estadístico de las 5 ligas más importantes de Europa realizada para la temporada 2018/2019 demostró que aproximadamente el 40% de los saques de esquina ni siquiera logran pasar el primer defensor, y menos de un 10% resultan en un disparo franco a portería.

Curiosamente, el número de córners a favor fue utilizado en algunas instancias como mecanismo para determinar el ganador de un encuentro, en una era previa a la adopción de los penaltis como método para romper un empate. Existen antecedentes de algunos amistosos que lo usaron en los años ’20, y el torneo de la Copa de la Ciudad de Dublín, en Irlanda, utilizó este mecanismo hasta los años 60’, para evitar la necesidad de volver a jugar partidos que terminaron en igualdad. •