Líbero.- El periodista de The Guardian Sid Lowe elige un equipo muy personal inspirado en el año 1996, cuando una beca Erasmus le hizo oviedista de por vida .
Portero. Esteban. El primer partido que vi en el Carlos Tartiere en octubre del año 96 fue un Real Oviedo B contra el Deportivo de La Coruña B. Gana el Oviedo 1-0 con un gol de Iván Ania y un paradón en el descuento de Esteban. Me presta mucho saber que estos dos fueron los futbolistas claves de ese partido: dos paisanos, dos tipos fantásticos, oviedistas hasta la medula. 19 años después de ese partido y 14 años después del día del descenso en Mallorca cuando Luis Aragonés le quiso reconfortar diciendo que siempre que llueve, escampa (tardó mucho en escampar), Esteban nos subió de Segunda B a Segunda tras un salto en su carrera de Primera a Segunda B, cuando decidió volver. Él lo explicó así: “Tenía una amigo que necesitaba mi ayuda”. Un ídolo y el mejor portero, sin ninguna duda.
Lateral derecho. Abel Xavier. Como decía la canción: “Ay Mamá Inés, todos queremos que marque Abel Xavier”. Con su cabello negro al viento, todo alma, hacía cosas locas en el campo que nos ganaron. Pero nos ganó aun más por lo que hizo fuera del campo. Un día que estaba sancionado en lugar de ver el partido desde el palco o en el vestuario se puso en el fondo del Tartiere con la bufanda atada a su muñeca. Incluso llegó a coger el megáfono, saltando y gritando con la afición. Estuve aquel día y seguro que no fui el único que se giró y pensó: joder, pero si es Abel Xavier.
Central. Onopko. Otro del 96, mi año de Erasmus en Oviedo. Era un mediocentro en realidad pero Lillo le ponía de central porque tenía muy buena salida de balón, mucha frialdad, mucha clase e inteligencia. Le vi años después, siendo entrenador asistente del CSKA Moscow contra un equipo AFE que tenía en la banda a Xavi Moré. Pido aquí una cosa: que mi central sea Viktor Onopko con el pelo engominado hacia atrás de Fernando Gamboa. Igual hasta lo agradece.
Lateral izquierdo. Mossa. Ganó el Patricio de Oro, premio de más prestigio de todo el principado, entregado por Aitor de 5 años, después de marcar dos golazos en un derbi contra el Sporting. El mejor derbi que he visto de un solo futbolista. Un encanto de persona, además: inteligente, generoso y asturianu adoptado.
Defensas suplentes. Ha sido difícil esto y podría haber incluido a otros como Charlie I’Anson, por inglés y amigo mío, y por la conversación que tuve con él cuando me llamó y me dijo: “Nunca vas a imaginar dónde voy”. “Nooo … al Oviedo? Hostia, que grande!”. También podría haber incluido a David Fernández como central, cuyo gol nos sube a Segunda en el 2015, y por supuestísimo a César a quien siempre admiraba de central cuando iba al campo en el 96/97 y ahora mas como director de la fundación. Al final, sin embargo, quise un equipo super ofensivo.
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