Igor Paskual.- Estamos en el año I d.C. (después de Catar). Todo el fútbol está ocupado por un diluvio de millones. ¿Todo? ¡No! Un jugador suevo armado de irreductibles principios resiste, todavía y como siempre, a la llamada del euro. La vida no es fácil en la Primera Regional, pero Lucas Pérez juega en los campos de Primera Federación, que, como Castroforte del Baralla de Torrente Ballester, no sale en los mapas, pero es donde se desarrolla la verdadera historia.
Lucas ha vuelto a un club que, hace 20 años estaba en semifinales de Champions y que forjó a un seleccionador campeón del mundo en el país donde los españoles son gallegos. Aquel Deportivo se hizo famoso por una galería de personajes propios de una novela de Cunqueiro, como el zorro de Arteixo, que sólo podía existir al lado del Cantábrico, un presidente con pinta de representante de orquesta gallega y una plantilla que “olía a tabaco de batea adulterado con aromas tropicales”*, es decir, brasileños, promesas de la cantera y veteranos repescados. Pero, el equipo por el que Lucas Pérez ha sacrificado su cartera está lejos de aquel boato europeo y vive en las catacumbas.
ROCK» Ilustración de Víctor Cuenca.
‘El rock del Deportivo’ se lo escribieron también en los malos tiempos. La banda se llamaba Cacahué y había llegado demasiado tarde para entrar en el furgón de cola de cualquier Movida y demasiado pronto para el rock bravú y su orgullo regional.
Se estrenó frente al Sestao en el cruel play off de la temporada 1986-1987 y, por eso, creyeron que la canción daba mal fario. Todo lo que rodea al Dépor tiene que pasar por la fatalidad antes de llegar al éxtasis del licor café. En la 1987-1988 llegó el gol de Celeiro, el más importante de la historia del Depor porque evitó el descenso a la 2ªB y, por tanto, su desaparición**. ¡Meigas Fora!
Fue el 9 de junio de 91 cuando todo cambió. Justo antes de comenzar el último y decisivo partido contra el Murcia, se declaró el fuego en la grada de Preferencia Superior, que retrasó el inicio media hora. Ay, Galicia y sus tradicionales incendios. Para llenar el tiempo, pidieron música y, por pura casualidad, el casete de Cacahué estaba allí. Sonó varias veces, ganó el Depor y, por fin, tras 18 años llegó el ascenso a Primera División. Así, la canción se convirtió, posiblemente, en el primer himno rockero-futbolero en España. El rock del Dépor
* Frase extraída del “Manifiesto de Viana”, texto fundacional del Rock Bravú
** Este gol y todas las circunstancias delirantes que rodearon al Dépor esa temporada están contadas Revista Líbero de forma magistral por Alberto García Rey en “La génesis del Superdépor”
“El rock del Deportivo” (1987). Cacahué.
Vamos !!!
Y digo Deportivo,
vamos a ganar este partido
Y digo de Primera
el Deportivo es directivo
Vivo- Vivo- Vivo
Vamos a ganar,
la afición os va a apoyar
Y a ayudar y a chillar y a acompañar
Pero no hagáis el canelo
Que no nos tomen mas el pelo,
Pelo, pelo...
Y digo Deportivo
vamos a ganar este partido
[…]
De Europa,
el Deportivo es directivo
Vivo - Vivo- Vivo
Y digo Deportivo,
vamos a ganar este partido
[…]
Del mundo
el Deportivo es directivo
Vivo - Vivo - Vivo
(Aupa deportivo,
Depor, depor...
Deportivo, deportivo...
¡Forza Depor! oe!)