El rock que reconstruyó Chile para su Mundial

El Mundial de 1962 fue tan único y particular que hasta la canción compuesta para animar al país anfitrión fue un rock and roll. El músico Igor Paskual analiza aquel torneo que llegó a un país recién sacudido por un terremoto.

Ilustración Diego Quijano

Igor Paskual.- El Mundial de Chile ha sido el más heroico de todos cuantos se han celebrado. En los 50, el país andino tenía una renta per cápita mínima y las emisiones televisivas apenas superaban las tres horas diarias. El esfuerzo que se hizo para conseguir la sede del Mundial fue ímprobo pero, una vez elegidos, quedaba por delante otra tarea: conseguir que la selección chilena fuese competitiva. De eso se encargó Fernando Riera, un entrenador que, con un plantel talentoso y eficaz, fue de los primeros en emplear la defensa de cuatro. De hecho, se enfrentó con éxito a las selecciones más duras del momento como Italia (en una batalla campal), Yugoslavia y la URSS. Pero la victoria de Chile, en realidad, no fue la deportiva sino la organizativa. Dos años antes de la inauguración, un seísmo afectó al sur del país causando destrozos por un millón de dólares.

Entonces, unos pocos se empeñaron en sacar adelante el Mundial sin que el estado chileno tuviese que aportar ni un solo escudo. ¿Cuándo se ha visto un campeonato en el que al contribuyente no le costase dinero llenar los bolsillos de la FIFA? Nunca. Fue un acto de fe, de humildad y de compromiso. Varias empresas privadas y muchos particulares se implicaron para reformar los ocho campos, y viviendas privadas apoyaron las precarias instalaciones hoteleras para alojar a los visitantes. En medio de todo esto, un rock and roll. Nada de sonidos ahora conocidos como latinos. El rock es una música ecuménica, que encontró acomodo en distintos países que la sintieron como suya. Chile no fue la excepción y, justo cuando había que animar a un país roto, Los Ramblers escribieron una canción fabulosa para el Mundial que animó las caderas del pueblo.

 ¿Cuándo se ha visto un campeonato en el que al contribuyente no le costase dinero llenar los bolsillos de la FIFA? Nunca

Es un rock and roll clásico, con un aire a lo ‘All shook up’ de Elvis y ecos de Bill Halley, óptimo para bailar y con una que letra que, aunque anima a Chile y se refiere a su ceacheí, resalta el fútbol como fiesta entre países, la gran hospitalidad chilena y el baile del rock como remedio para la derrota. Ceacheí es el grito de ánimo chileno empleado, sobre todo, en eventos deportivos. Se trata de una llamadarespuesta a dos voces. ‘Ceacheí’ alude a las letras iniciales de Chile (C-H-I). Se cree que se empleó por vez primera en 1927 durante el campeonato sudamericano de atletismo, pero aparece escrito por primera vez en la letra de ‘Romántico viajero’, el himno del club de fútbol Universidad de Chile, compuesto por Julio Cordero Vallejos durante un viaje en barco hasta Antofagasta en 1933.

‘El rock del mundial’ de Los Ramblers (1962).

El mundial del '62 es una fiesta universal
Del deporte del balón como consigna general
Celebrando nuestros triunfos bailaremos rock and roll

Nos invade la alegría y de todo corazón
Agradecemos a quienes nos brindaron la ocasión
Y dispuestos a la lucha entraremos en acción

Tómala, métete, remata Gol, gol de Chile Un sonoro C H I
Y bailemos rock and roll
Tómala, métete, remata Gol, gol de Chile Un sonoro C H I
Y bailemos rock and roll
Tómala, métete, remata Gol, gol de Chile Un sonoro C H I
Y bailemos rock and roll

A los equipos extranjeros demostraremos buen humor Y como buenos chilenos, hidalguía y corrección Y aunque sea en la derrota bailaremos rock and roll

Tómala, métete, remata Gol, gol de Chile Un sonoro C H I
Y bailemos rock and roll Y bailemos rock and roll Y bailemos, alegremente, rock and roll