José M. López Nicolás.- Famosos deportistas han reconocido públicamente usar métodos que combinan flores de Bach, homeopatía, reiki, kinesiología holística y terapia emocional para curarse de sus lesiones. A día de hoy no hay pruebas de que estas terapias mejoren las afecciones musculares. Incluso muchas de ellas están consideradas como pseudociencias no solo por la comunidad científica sino también por gobiernos y agencias internacionales. Lo que realmente recuperó a los futbolistas fue la medicina, la fisioterapia, la nutrición y otros adecuados tratamientos que también les fueron administrados. Otros ilustres futbolistas, que necesitaban recuperaciones exprés para poder jugar grandes finales, se pusieron en manos de “doctores milagro” que prometieron ponerlos en forma a base placenta de yegua. Los resultados fueron desastrosos para la salud de los deportistas y para sus clubs.
Otros ilustres futbolistas, que necesitaban recuperaciones exprés para poder jugar grandes finales, se pusieron en manos de “doctores milagro” que prometieron ponerlos en forma a base placenta de yegua. Los resultados fueron desastrosos para la salud de los deportistas y para sus clubs.
También para su bolsillo. Uno de los tratamientos más de moda entre muchos futbolistas es el cupping. Para su aplicación se suelen emplear copas o recipientes de vidrio que son calentados y colocados en determinadas partes del cuerpo. Al aplicarlos se crea supuestamente un vacío que absorbe la piel hacia su interior, atrayendo la energía y el flujo sanguíneo (de ahí los moratones). Pues bien, las evidencias científicas no apoyan ese difuso concepto del “flujo vital de energía”. En el mejor de los casos esta técnica puede calmar levemente el dolor (combinada con otros tratamientos) en afecciones como el herpes zóster o la parálisis facial. Desde luego no mejora el rendimiento deportivo. Las famosas tiritas nasales tampoco tienen sentido en el deporte de élite. Es cierto que favorecen una suave apertura extra de los orificios nasales facilitando la entrada de aire a los pulmones cuando los conductos se encuentran obstruidos.
Las famosas tiritas nasales tampoco tienen sentido en el deporte de élite. Es cierto que favorecen una suave apertura extra de los orificios nasales facilitando la entrada de aire a los pulmones cuando los conductos se encuentran obstruidos.
Investigadores de la Universidad de Buffalo han demostrado que esas tiritas son útiles en ejercicios de intensidad baja y moderada, como hacer footing o montar en bicicleta a ritmos bajos. Sin embargo, las tiritas nasales no ayudan a incrementar el rendimiento en actividades deportivas de alta intensidad como es el caso del fútbol de alta competición. ¿Se acuerdan de aquellas pulseras que llevaban (y publicitaban) reconocidos jugadores? A través de hologramas prometían ayudar a los futbolistas a desarrollar el equilibrio, la flexibilidad, la fortaleza y el bienestar general. Existen muchos estudios científicos que demuestran que dichas pulseras no tienen efectos positivos. La empresa responsable fue duramente sancionada. Otros productos muy empleados por los futbolistas son las kinesiotapes. Me refiero a las cintas de colores que se colocan en diferentes partes del cuerpo para prevenir o recuperar lesiones. Se hicieron famosas en los JJOO de 2008. Según se lee en su publicidad estas cintas previenen las hiperextensiones gracias a su elasticidad, mejorando la circulación local y el drenaje de los tejidos.
¿Se acuerdan de aquellas pulseras que llevaban (y publicitaban) reconocidos jugadores? A través de hologramas prometían ayudar a los futbolistas a desarrollar el equilibrio, la flexibilidad, la fortaleza y el bienestar general. Existen muchos estudios científicos que demuestran que dichas pulseras no tienen efectos positivos
Las evidencias científicas lo desmienten. Un ligero masaje proporciona a tu organismo las mismas ventajas que las kinesiotapes. Recientes estudios muestran que el uso de estos vendajes en personas aquejadas de tendinitis o de pinzamientos no disminuye el dolor. En deportistas sanos no tienen ningún efecto y, lo que es peor, si se aplican como sustituto de otros tratamientos que sí han demostrado ser efectivos, el resultado puede ser un agravamiento de la lesión. He dejado para el final el agua de mar, un producto que cada vez cobra más adeptos entre los futbolistas y que me preocupa bastante. Muchos deportistas recurren a ella pensando que aporta los minerales que pierde el organismo con el sudor. Es un error. Cuando bebemos agua de mar nuestro cuerpo reacciona para procesar el aporte extra de minerales. ¿Cómo lo hace? A través de los riñones, que comienzan a trabajar a tope para filtrar el líquido y expulsar el exceso de sodio por la orina. En este proceso se elimina mucha agua lo que aumenta el riesgo de deshidratación y la posible aparición de alteraciones de la frecuencia cardíaca, nauseas, debilidad e incluso delirios.
Es decir, beber agua de mar no solo es absurdo sino que puede ser contraproducente.
Es decir, beber agua de mar no solo es absurdo sino que puede ser contraproducente. Estimados lectores de Libero, a lo largo de este artículo les he mostrado la ineficacia de algunos productos usados a menudo en el mundo de fútbol. La mayoría de ellos no sirven para nada. Otros pueden ser peligrosos. Por ello los futbolistas, a los que imitan muchos jóvenes, deberían ser responsables con lo que usan o publicitan. Para acabar les ruego que nunca olviden esta frase: “Lo mejor que te puede pasar si usas pseudociencia es que te engañen. Lo peor es que, además de engañarte, enfermes”. •
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