Rodrigo Marciel.- Un hilo de esperanza rodeó a la selección inglesa después de no lograr clasificarse para 'su' final en la Eurocopa de 1996. Terminaba la etapa de Terry Venables y llegaba uno de los entrenadores más prometedores del momento: Glenn Hoddle. El país ya había experimentado el nacimiento de la Premier League, con todo lo que ello conllevaba, y tocaba modernizar la selección, algo más complicado si tenemos en cuenta el carácter tradicionalista de la FA (la federación de fútbol inglesa). Lo bueno para Hoddle fue que para la 'modernización' de su selección contaría con la mejor hornada de jóvenes que se recordaba en mucho tiempo. Logró mezclar a los ya consagrados Gascoigne, Seaman, Adams o Merson con la generación liderada por los Fergie Babes (Beckham, Scholes, los Neville, Butt) . A ello se le unía el enorme talento de Michael Owen y McManaman o al mejor nueve en décadas: Alan Shearer.
ROMA Hoddle celebrando la clasificación para Francia en sus días más felices
Inglaterra gozaba de uno de los mejores equipos de su historia en cuanto a talento se refiere. Era un grupo con un tremendo carisma gracias a la fama también de Beckham fuera de la islas e incluso ese buen ambiente fue algo desfasado con alguna salida de tono como la de Gascoigne (que terminó por no ser convocado para el Mundial) enseñando el culo de Paul Ince en una concentración. Inglaterra cayó en la primera gran cita bajo el mandato de Hoddle ante Argentina en el Mundial de Francia 98 en octavos. La famosa expulsión de Beckham ante una patada de Simeone en un partido en el que Inglaterra fue superior incluso con diez casi todo el partido. Sin embargo, cayeron en los penaltis, como casi siempre. La ilusión en este equipo no bajó,y la confianza en Hoddle y aquellos jóvenes era total para hacer algo grande en la Eurocopa de 2000.
La ilusión en este equipo no bajó,y la confianza en Hoddle y aquellos jóvenes era total para hacer algo grande en la Eurocopa de 2000.
ALEGRÍA Beckham, Shearer y Owen con la selección en Francia 98
Todo se truncó en el mes de febrero de 1999. El cargo de seleccionador inglés (conocido como 'an impossible job' - el trabajo imposible - por la presión a la que es sometido el entrenador) vivía un nuevo episodio surrealista. Hoddle sorprendió a medio mundo con unas declaraciones más propias de un chamán o líder de una secta que de un entrenador de fútbol. "A ti y a mí nos han dado físicamente dos manos y dos piernas y un cerebro medio decente", dijo al periódico Times. "Algunas personas (discapacitadas) no han nacido así por alguna razón. El karma está trabajando en otra vida. No tengo nada que ocultar sobre eso. No son solo las personas con discapacidades. Lo que siembras, lo cosechas", sentenció. Como no podía ser de otra forma, numerosas asociaciones de personas con discapacidades pidieron su cese inmediato. Hoddle y su insultante oda al karma llegó incluso a oídos del Gobierno británico.
"A ti y a mí nos han dado físicamente dos manos y dos piernas y un cerebro medio decente", dijo al periódico Times. "Algunas personas (discapacitadas) no han nacido así por alguna razón. El karma está trabajando en otra vida. No tengo nada que ocultar sobre eso. No son solo las personas con discapacidades. Lo que siembras, lo cosechas", Glenn Hoddle.
Estas declaraciones de Hoddle fueron acompañadas por una cinta que sacó en exclusiva The Observer en una entrevista que no había sido emitida hasta entonces. En esa cinta, Hoddle ya había realizado similares declaraciones lo que conllevaba que no fue un descuido sino una certeza de su paranoia. El ministro de Deportes, Tony Banks, dijo que Hoddle era "de otro mundo". 'He escuchado atentamente las opiniones expresadas en la cinta obtenida por The Observer. Son totalmente inaceptables. Si su teoría es correcta, se encontrará con problemas reales en la próxima vida. Probablemente estará condenado a volver como Glenn Hoddle", sentenció el ministro laborista.
'He escuchado atentamente las opiniones expresadas en la cinta obtenida por The Observer. Son totalmente inaceptables. Si su teoría es correcta, se encontrará con problemas reales en la próxima vida. Probablemente estará condenado a volver como Glenn Hoddle". Tony Banks.
Hoddle fue despedido días después ante la marea de peticiones para que cesase de su puesto. Un turbulento periodo que ponía fin, a sus 41 años, a una estancia que prometía días felices en la selección. Aquel episodio le marcó para siempre con pocas experiencias posteriores (solo tres clubes más) y desde 2006 siendo comentarista de televisión a tiempo completo. En 2019 sufrió un ataque al corazón que casi lo aparta de la vida, algo que muchos aprovecharon para recordarle su discurso sobre el karma veinte años antes.