Gica Hagi: «Había un conflicto entre Johan Cruyff y un directivo del club y sufrí mucho»

Gica Hagi era el terror de los porteros en los años 90. Si se despistaban un segundo podían ver como un misil del Maradona de los Cárpatos les superaba por la escuadra. La leyenda rumana, hoy entrenador, recuerda su gloria en el Mundial 94 y también las dificultes que tuvo que superar en Madrid y Barça.

Texto Emanuel Rosu | Fotografías Vitorul Constanta/Agencias.- El ex jugador del Real Madrid y del Barcelona Gheorghe Hagi solo tiene una espina clavada de su carrera como jugador, no haber sido nombrado mejor jugador del Mundial de EEUU. En 1994, él y sus colegas rumanos irrumpieron en el mundo del fútbol con una increíble actuación en la Copa del Mundo que sólo se vio frenada en la tanda de penaltis contra Suecia en los cuartos de final. Ahora, a sus 54 años, Hagi ha regresado a su ciudad natal. Allí ha fundado una academia en el Viitorul Constanta con el objetivo de devolver a su país a la elite con una generación comparable a la que le hizo grande. Algo que no sucede desde el Mundial de 1998. Hagi ha conseguido que su equipo, fundado hace menos de 10 años, ya levante títulos. Ahora aspira a un banquillo europeo o a ser seleccionador donde poder aplicar los métodos que le hicieron una leyenda del fútbol.

Fue la referencia del fútbol rumano durante 15 años. ¿Lo disfrutó o sufría demasiada presión?
Me encanta la presión. Cuando juegas en la selección nacional pones todo tu corazón. Es tu alma, y llevas tu cuerpo al límite. A nivel de club, tu trabajo es darlo todo. Tratas de hacer lo mejor que puedes, ser mejor cada día, probarte a ti mismo. Con la selección siempre es diferente. Es el amor por tu país, por tu gente, por tu familia, por los que dejaste en casa. Es grandioso poder vestir esa camiseta.

En Rumanía, a su quinta se le puso el apelativo de “generación dorada”, ya que logró cinco clasificaciones para la Eurocopa y la Copa del Mundo entre 1990 y 2000.
El Mundial y la Eurocopa son los mejores eventos que puedes desear como jugador. Yo formaba parte de un grupo de jugadores que crecieron juntos. En 1990 teníamos calidad, luego en 1994 añadimos experiencia y llegamos a nuestro mejor nivel. Teníamos un gran deseo de mostrar al mundo lo buenos que éramos. Teníamos ilusión, sabíamos que éramos buenos y queríamos demostrárselo a los demás (se ríe). Todo buen jugador necesita un equipo fuerte detrás de él. Si tienes un grupo sólido, luego obtienes resultados.

¿Hay algún rival contra el que odiase tener que jugar?
Maldini era el tipo más difícil, creo. Era un jugador completo. Podía jugar en todas partes en defensa. Era sólido en su posición, usaba ambas piernas, era bueno en el aire también. Paolo era bueno defendiendo, bueno atacando…

Marcó muchos goles desde fuera del área. ¿Se basaba en el entrenamiento o era puro instinto?
Desde que tenía 12 años, mi primer entrenador me dijo que entrenara esta cualidad. Me pidió que disparara, que siguiera intentando y disparando a larga distancia. El 70% de mis goles vinieron de fuera del área. Es un buen porcentaje, ¿no? (ríe). Era mi cualidad, lo supe desde que era muy joven y lo seguí entrenando. Y ahora, cuando soy entrenador, hago lo mismo con mis jugadores. No hubo ninguna semana en mi carrera como jugador en la que no entrenara tiros desde posiciones imposibles o tiros libres. El fútbol es como la geometría. Necesitas ver los ángulos, sentir el espacio, ver las líneas y trayectorias. ¡Aprendes geometría en el campo! Seguí practicando esos tiros incluso después de dejar de jugar.

En 1990, jugó contra Maradona en el Mundial. Le llamaron el “Maradona de los Cárpatos”. ¿Eso le molestó?
¡Nunca me molestó! Maradona era un gran, gran jugador. Fue un inmenso placer jugar contra él en 1990. Fue una motivación tenerlo delante. Como siempre que me enfrenté a grandes rivales. No necesitaba que nadie me dijera nada antes del partido, intentaba hacer todo lo que podía para demostrar de qué estaba hecho.

En 1994, podrían haberse encontrado de nuevo, pero Maradona fue sancionado por dopaje. Rumania venció a Argentina y pasó a cuartos de final después de un partido emocionante.
Habría sido mucho más difícil si Maradona hubiera jugado, estoy seguro. No lo hizo, así que nuestra misión fue más fácil. Estábamos en buena forma, éramos jóvenes y hambrientos, teníamos la experiencia que nos faltaba cuatro años antes. Antes del torneo dije a un canal de televisión rumano que íbamos a hacer algo grande. Y cumplimos**

MADRID Y BARÇA
Cuando fichó por el Real Madrid, en 1990, tenías ofertas superiores del Milan y de la Juventus. Luego, en 1994, había que elegir entre el Barcelona y el Tottenham. Firmó por el Barça a pesar de que los Spurs le ofrecían un mejor contrato. ¿Por qué?
Hice lo que creí mejor. El dinero no importaba. Tu generas ese dinero, no es el dinero lo que te genera a ti. No tienes que pensar en el dinero. ¡No lo sé! Te tieneque gustar el entorno. Siempre le digo lo mismo a mis jugadores. Tenemos ofertas para venderlos, pero siempre hablamos y tomamos una decisión juntos. Me encantaba jugar en España. Necesitaba mi tiempo para adaptarme, pero me encantaba la creatividad, el estilo de fútbol basado en la posesión.

¿Fue complicado jugar en el Real Madrid y en el Barcelona?
En los primeros dos meses en el Barcelona, sí. Había un conflicto entre Cruyff y un directivo del club y sufrí mucho. No tenía que ver con mis actuaciones sobre el terreno de juego, sino con otra cosa. Al final, fue mi personalidad sobre el terreno de juego la que tranquilizó las cosas. También hubo reparos desde las gradas, la actitud hacia mí no fue la mejor. Déjame decirte lo que hice. Tuve que lanzar un tiro libre durante un partido y los aficionados parecían descontentos. Detuve mi movimiento y señalé el escudo en mi pecho, quería decirles que era uno de ellos, que soy de ellos, que soy parte del club que aman y que estamos luchando por las mismas cosas. No iba a dar un paso atrás y no lanzar el tiro libre. Al día siguiente, los periódicos escribieron que sintieron mi pasión y las cosas empezaron a calmarse. Todo salió bien después de eso.

Probablemente le pregunten a menudo dónde disfrutó más, si en el Real Madrid o en el Barcelona...
Todo lo que me pasó, pasó por algún motivo. Esa fue mi carrera, creo que pasé unos años estupendos en el fútbol. Me formé de cierta manera como jugador y ahora como entrenador. El Madrid y el Barcelona son clubes enormes, me encantaba jugar en ambos. Y en los clubes aprendí que los jugadores con talento deben ser libres para crear. Creo que mi carrera estuvo llena de victorias importantes, tal vez el 65% o 70% de los partidos en los que jugué terminaron bien para mis equipos.

¿Cuál cree que era su mejor cualidad como futbolista?
¡Mi ambición! En el Mundial de 1994, yo venía de la Serie B, pero eso no me impidió tener un gran torneo. Eso es porque empecé a prepararme para el Mundial un año antes. Toda mi atención se centró en el fútbol, todas mis sesiones de entrenamiento estaban destinadas a crear una mejor versión de mí. ¡Y en Estados Unidos yo era como una bomba! Pasé esa ambición a mis compañeros en el equipo nacional. Cuando te despiertas, tienes que pensar en lo que quieres lograr y hacer que las cosas sucedan. Pero hay una cosa que sí que hay una espina que tengo clavada.

«Me encantaba jugar en España. Necesitaba mi tiempo para adaptarme, pero me encantaba la creatividad, el estilo de fútbol basado en la posesión.»

¿Cuál?
Siento no haber ganado un premio individual en el Mundial de 1994. Yo era el líder en el ránking antes de que Rumania fuera eliminada. Después Romario, Baggio y Stoichkov llegaron a las semifinales y yo quedé en cuarto lugar. Pero me dijeron que era el primero antes de que Rumanía perdiera contra Suecia en cuartos de final. Nadie reveló esto, pero eso es lo que me dijeron. Hubiera estado bien tener un trofeo individual de ese tipo entre todas las copas y medallas que he ganado a lo largo de mi carrera.

¿Le da rabia no haber jugado en la era de los contratos mega millonarios? ¡No, para nada! Lo hice a mi manera, viví mi vida como jugador en algunos clubes muy grandes. Los 80, los 90... fue una época fantástica para ser futbolista. El dinero no importa. No estoy haciendo cosas por dinero. Ahora los jugadores ganan más, pero nosotros también ganamos buenos salarios. Éramos respetados, éramos populares, sería un desagradecido si dijera que me arrepiento de algo.

Vivimos en la era de Messi y Ronaldo. ¿Cuánto durará?
Ambos son jugadores fantásticos, debemos disfrutarlos al máximo. No puedo decir quién es mejor, ¡necesitaría verlos entrenando con mi equipo! Por favor, ¡tráelos a los dos a Viitorul! (Risas) Su legado será formidable. En los próximos años, a medida que envejezcan, otros vendrán a reemplazarlos al más alto nivel. Tal vez venga un Ronaldo más bajo, pero con las mismas características. ¿Quién sabe?

CRUYFF
Cruyff le dejó marcado cuando usted cuando era niño, viendo la televisión en casa en la Rumania comunista. En 1994 tuviste la oportunidad de trabajar con él. ¿Cómo de importante fue eso para su carrera?
Cruyff era mi ídolo. Cuando abrí los ojos como aficionado al fútbol, me enamoré del equipo holandés de los años 70. Yo los apoyé. Me encantaba ese Ajax. Me encantaba todo lo que Cruyff hacía en el campo. Era un verdadero líder dentro y fuera del campo. Cambió el fútbol con lo que hizo como entrenador en el Barcelona. Su sistema, la forma en que veía el fútbol... increíble, simplemente increíble para mí. Siempre empezaba con las cosas sencillas y las complicaba cuando veía que todo funcionaba como él quería. Alentaba el fútbol ofensivo, quería que jugáramos los delanteros, que marcáramos… Puso los fundamentos en mi cerebro, me influenció desde entonces y todavía lo hace.

¿Mantuvieron el contacto después de su marcha del Barcelona?
Hablamos, pero él estaba muy ocupado y yo no quería molestarle demasiado. Me sentí muy orgulloso cuando leí en alguna parte que Cruyff dijo que yo era su número 10 favorito de los 90. Como jugador y como entrenador cambió las cosas. Tenia una personalidad extraordinaria. Entendió la libertad de una manera fantástica, te permitía tomar decisiones y te lo pedía, confiaba en ti, te animaba a dar un paso adelante y hacer que tu personalidad creciera.

¿Es el papel del número 10 tan importante como antes?
El número 10 siempre será importante. ¿Sabes por qué? Porque él hace la diferencia. Es creador y goleador al mismo tiempo. Él tiene el papel principal, como en las películas (se ríe). El creador de juego, el cerebro, se le puede ver en muchos deportes, no sólo en el fútbol. Conecta defensa y ataque, tiene una responsabilidad muy, muy importante.

¿Que le gustaba más, marcar o dar asistencias?
Las dos cosas. Los delanteros marcaron muchos goles cuando estaban en mi equipo. Yo era el típico número 10. Marqué goles y también me encantaba pasar. Traté de hacer las dos cosas en cada partido. No siempre sucedió, pero lo hice lo mejor que pude. El número 10 tiene que tomar la responsabilidad a veces. Es un creador, tiene que romper el sistema del rival, para ayudar a su entrenador a sorprender al otro equipo.

"El número 10 siempre será importante. ¿Sabes por qué? Porque él hace la diferencia. Es creador y goleador al mismo tiempo. Él tiene el papel principal, como en las películas"

ENTRENADOR
¿En qué se diferencia su actitud de entrenador respecto a la de jugador? Como persona, eres más maduro cuando empiezas a ser un entrenador. ¡O deberías serlo! (ríe). Cuando eres jugador, te preocupas por tu juego y tienes que cuidar a los que te rodean, me refiero a tu familia, a tus seres queridos. Necesitas mantener una buena relación con tus colegas. Cuando pasas a ser entrenador… ¡necesitas cuidar de todos! ¡Tienes que hacerlo! Hay que enseñar a cada jugador, a crear un grupo, a tener reglas y principios. Ese es el comienzo para crear el espíritu dentro de un grupo de jugadores. Tienes que ser el que se preocupa de todo. Tú cuidas de todos. Todos son diferentes, tienes que hablar el idioma de cada uno y hacer que entienda tu mensaje. Necesitas sacar el máximo provecho de los que te rodean, motivarlos, asegurarte de que tengan todas las condiciones para que te devuelvan lo mejor de sí mismos.

¿Le cuesta aceptar las derrotas?
No me gusta perder. Nunca me gustó nunca me gustará. Pero acepto que algunos equipos son mejores que el mío cuando juegan mejor, cuando son más fuertes y hacen más que mi equipo. Antes de un partido, nunca hablo de la posibilidad de perder. Pero puedo aceptar que alguien sea mejor después de un partido. Tengo que aprender de las derrotas. No veo a mi equipo como si fuera inferior a cualquier otro equipo antes de que empiece un partido. Hoy es diferente de ayer y de mañana también, hay momentos y momentos, es importante que juzgues correctamente y aprendas para seguir mejorando.

Fundó una academia, su club fue progresando por las categorías inferiores de la Liga Rumana y el año pasado ganó el campeonato nacional. ¿Cómo es posible que un equipo con un presupuesto bajo siga compitiendo con los grandes gastadores del fútbol actual?
Necesitas el dinero, pero también necesitas el concepto técnico y los principios antes de empezar a construir algo. Hay que construir para tener un equipo de verdad. Un jugador es bueno, cumple, pero no puede ganar la liga como individuo. Necesita un equipo a su alrededor. Echemos un vistazo a Liverpool. Consiguieron crear un equipo con jugadores no tan caros, pero eso no significa que no invirtieran dinero importante. ¡Lo hicieron! Y también, invirtieron mucho tiempo. El Barcelona y el Real Madrid tienen jugadores inmensos, pero también ganan gracias a una estrategia, un concepto que los hace únicos.

Usted destacó muy pronto como jugador. Ahora da toda la confianza a los adolescentes que llegan a su academia. ¿Cuál es su objetivo?
Me despierto todos los días soñando con una generación que sea mejor que aquella de la que yo formaba parte. Siempre pienso en el Mundial de 1994 y en cómo nos echaron después de los penales. Por eso trabajaré mientras viva. Rumanía está repleta de talento. La juventud es nuestro recurso más valioso. Tenemos que invertir en ello. Como me mostraron confianza cuando era joven yo estoy haciendo lo mismo ahora. Los niños necesitan una oportunidad para probarse a sí mismos.

¿Qué es en lo que más se fija cuando busca un jugador?
Vivimos en un mundo lleno de intereses. Así que, además de ser un buen jugador, necesita tener un buen carácter. Necesitas saber bien cómo es su lado humano.

Usted ganó la liga con un equipo que creó desde cero hace sólo 9 años. Esta temporada, con un equipo completamente nuevo, logró terminar tercero.¿Qué es lo próximo?
Tuve la oportunidad de jugar entre los mejores jugadores del mundo. Me siento listo para competir contra los mejores como entrenador. Tengo experiencia, tengo pasión. Ahora quiero mudarme al extranjero, trabajar para un club que quiera jugar en Europa. Jugué con Guardiola y otros grandes, ¡ahora me siento listo para enfrentarme a ellos desde el banquillo! Esa es mi meta. Tengo dos sueños más en mi carrera de entrenador: desempeño europeo a nivel de club y gloria en la selección nacional. Si no encuentro un proyecto del que esté plenamente convencido, no hay problema, seguiré trabajando. Tuve una carrera preciosa, hice realidad mis sueños sobre el terreno de juego. Es hora de ayudar a los niños rumanos a llegar a los suyos.. •