Líbero.- ¡Hemos vuelto! Si hemos sobrevivido a los audios enlatados simulando nuestros cánticos en las gradas, podemos con todo. En Líbero queremos celebrar la vuelta del público con una edición dedicada especialmente a los estadios. Pero cuando empezamos a seleccionar historias de estadios pensamos ¿Qué sentido tienen los estadios sin sus habitantes? Especial Estadios y Aficionados. Desde hoy está disponible en los kioskos y en nuestra web a domicilio al mismo precio.
Los más nostálgicos reconoceréis la imagen de la portada. Es una foto histórica del Maracaná de los 80. El último gran Maracaná. El estadio mitológico donde 200.000 almas veneraban este deporte. Un reportaje de Arturo Lezcano con el archivo fotográfico de Ricardo Beliel, una leyenda de la fotografía carioca que nos ha abierto sus negativos de Placar.
GERALDINOS» La histórica grada baja de 'Geral' de Maracaná. Foto: Ricardo Beliel
Hemos seccionado la revista con historias de estadios, de aficionados y de los alrededores. Cimientos, Vomitorios y Aledaños. Hemos buceado en el archivos y memorias para despertar la nostalgia de viejos recintos como Chamartín, con imágenes de Martín Santos Yubero o Atocha, con ese aroma a tardes de gloria en San Sebastián. Y una historia que lo tiene todo, la vuelta de San Lorenzo de Almagro a Boedo.
SANTOS YUBERO» El archivo del histórico fotógrafo guardaba joyas como esta de los operarios instalando la iluminación de Chamartín en los 50. Foto: Martín Santos Yubero
Entre los aficionados singulares hemos recordado a Macarty, un homo balompedicus en toda regla. Cuando nadie iba vestido de su equipo al estadio, Macarty iba hasta con botas de tacos al Carranza. Un gran personaje. ¿Sabéis que un tipo de Pamplona se compró las viejas vallas de El Sadar y las puso en su granja? Nos flipan estas historias. Como la de Justo, el aficionado talismán de una familia atlética, que nos trae Alejandro Requeijo.
EL SADAR» El granjero Julián Esquíroz compró las vallas del estadio para su granja. Foto: Pablo Lasaosa
Nuestros colaboradores habituales como Javier Aznar, Guille Galván, Enrique Ballester, Igor Paskual, Pablo Moro, José M. López Nicolás o Pedro Zuazua se han sumado a la causa y nos dedican artículos de El Sardinero, Castalia, El Carlos Tartiere... Y sumamos una nueva firma, la del periodista y escritor Jorge Decarlini con un relato inquietante de un aficionado que podías ser tú, yo, él...
¡Hemos vuelto! y es para quedarnos. Lo decimos en el editorial. La vuelta de los aficionados tiene que servir para que nos demos cuenta todos los que formamos parte de el fútbol de que SIN FANS NO HAY FÚTBOL. •