Javier Olivares, creador del Ministerio del Tiempo: «El fútbol funciona como una serie de televisión»

Imaginemos un capítulo de ‘El Ministerio del Tiempo’ en el que hay que viajar al pasado para convencer a Luis Aragonés de que no dimita como seleccionador. Ese guion está en llega de la mano de Javier Olivares, cocreador de la mejor serie española actual. El origen del fútbol tiene protagonismos en la nueva entrega que ha empezado este mes de junio.

Pepa Blanes.- Los ingleses lo saben bien. El fútbol es una parte muy importante de la cultura popular, del cine, de la música, de las series. En España poco lo hemos utilizado en la ficción, pero hace dos años nos sorprendía en el primer capítulo de El Ministerio del Tiempo, la serie creada por Pablo y Javier Olivares y emitida en RTVE, un póster del Atlético de Madrid que irrumpía en uno de los escenarios, y un personaje, el bedel del ministerio, viajando en el tiempo para ver ganar a su Atleti cuando tiene un mal día. No sería la única referencia al equipo de sus creadores en esa temporada. “Los guiños del primer capítulo eran de Pablo y tienen mucho que ver con el hecho de que escribió hasta el capítulo cinco y dotó a la serie de algo que hace que El Ministerio del Tiempo no se pueda comparar con otra serie, la historia de un genio que sabe que le queda poco tiempo de vida y está despidiéndose del mundo”, explica Javier Olivares. Pablo, su hermano, no pudo ver acabada la serie, murió antes por culpa de la ELA. “Luego yo metí el concepto del tercer anfiteatro, que es donde los aficionados atléticos creemos que ven los partidos aquellos que ya no están con nosotros”, añade Javier.

El fútbol es nostalgia, emoción, cultura y pasión, elementos que están en toda buena serie de televisión. Pero además está la idea de justicia, muy presente en El Ministerio del Tiempo, que ha jugado con el espectador a revisar acontecimientos de la historia de España y a imaginar cómo hubiera cambiado nuestra vida hoy si, por ejemplo, Cervantes hubiera vendido El Quijote a los ingleses. En el fútbol, qué aficionado no ha soñado en el minuto 90 con volver atrás en el tiempo, que empiece el partido, que el árbitro vuelva a pitar y el resultado cambie. “El tiempo es el que es”, corean los ministéricos, así se llaman los hinchas de la serie, una afición fiel y luchadora, que ha apoyado al equipo de Olivares para que se mantuviera en primera división, o lo que es lo mismo, para que RTVE renovara la serie cuando parecía que se había olvidado de ella. Teniendo en cuenta el espíritu de la serie y la afición futbolera de su creador, le hemos pedido a Javier Olivares fantasear con los hitos de la historia del fútbol que podrían colarse en un capítulo de la serie. Nos ha hecho un hueco en pleno rodaje de la tercera temporada, donde uno de los episodios hablará del origen del fútbol y por ahí empezamos.

¿Y si los ingleses hubieran traído otro deporte? ¿Sería ahora el criket nuestro deporte nacional?
El capítulo que hemos rodado en Peñíscola (Castellón) simulando que era Puerta Umbría, trata de la historia real de un cadáver que enviaron los ingleses para engañar a Hitler. Con esto queríamos hablar de la herencia inglesa en Huelva y de cómo el fútbol surge allí. Es un homenaje a ese concepto del fútbol como cultura que heredamos de los ingleses, no solo al deporte en sí. Pero la cuestión no es que trajeran un deporte en general, sino que trajeron uno tan particular como el fútbol. El que lo inventó era alguien muy especial. El fuera de juego me parece la creación de un genio para dotar de inteligencia a un deporte. El fútbol triunfa en todas partes porque lo puede jugar cualquiera, no se necesita altura ni anchura. Ese alma de barrio que tiene el fútbol no la tienen otros deportes. Tiene algo de picardía, de juego, de pasión, de justicia, cosas que hacen que haya calado tanto aquí.



Olivares no ha utilizado la serie para vengarse de malos resultados de su equipo sino para homenajear a algunos de sus ídolos, como a Luis Aragonés, “un grande de España”, como dice el personaje de Rodolfo Sancho en la serie. Por eso, el siguiente ejercicio de viajar en el tiempo es el de imaginar qué hubiera pasado si Aragonés hubiera renunciado a ser seleccionador.
Sin él España no hubiera sido la potencia futbolística que es. De hecho yo creo que quien enseña a Guardiola el sistema es él, porque Xavi estaba a punto de ser traspasado, Iniesta de irse al Madrid y entonces coge a los pequeñitos y les pone a jugar. Pero si yo escribiese algo sobre Aragonés no sería que no hubiera llegado a seleccionador, sino que le dejaran dimitir. De hecho es una idea que tengo en la cabeza. Fue tal el ataque de la prensa del régimen (así llama Olivares a la supuesta prensa madridista), -porque Luis, aunque se crió en el Real Madrid, no era proclive al régimen-, y le cabrearon tanto, que al final se quedó. Al final Del Bosque se lleva las condecoraciones y no Aragonés, por problemático. Es verdad que era un tipo conflictivo, pero era el puto amo.

¿Y de la relación de Aragonés con el Atleti?
No, no haría nada. Tiene una historia tan larga, con tantos clímax dramáticos que no se puede contar en un solo capítulo. Su paso de jugador a entrenador, cuando renunció a entrenar la Champions por sacar al Atleti del infierno de Segunda… Luis Aragonés merece una película. Es un caso que define España, es un hombre con tanto talento que se cansa del entorno mediocre, tenía tanto talento que todo el mundo le señala como conflictivo. En Inglaterra hubieran hecho ya una película con él.

Rodaje El Ministerio del TIempo

¿Por qué aquí no muchas películas sobre fútbol?
Aquí las hay. Mi hermano tiene un corto, Campeones, que le gustó mucho a José Luis Garci. A mí me encanta El fenómeno de Fernán Gómez. Pero no hay actuales. Supongo que porque con el fútbol a España le pasa como con la Guerra Civil o con su propia historia en general, que si la miras hay cosas muy desagradables. Aquí hay gente que podría tener una película: Aragonés, Manolo Preciado… Hay grandes líderes pequeñitos, pero o eres del Madrid o del Barcelona o no mereces la pena. Aquí en España, más que en otros sitios, siempre se cuenta la historia del ganador y, lo que es peor, nadie analiza por qué se gana tantas veces, cuando ganar tanto es imposible.

Entonces, un capítulo podría ser una liga de fútbol más equitativa, sin la hegemonía del Barça y el Real Madrid.
Cuando yo era pequeño todo el mundo era del Bilbao, era el equipo de España, la furia española, porque era el equipo más español. Eso a la gente se le ha olvidado. La gente se olvida de cosas del fútbol que son materia universitaria para entender a este país. Si haces una serie sobre Serrano Suñer, cuñado de Franco, y no cuentas que era un nazi, ¿Cómo vas a hacer algo sobre fútbol y contar que un equipo ha ganado la Copa que organiza? ¡Imposible! Recuerdo el partido del Real Madrid contra un equipo yugoslavo que tenía su estrella sordomuda. El árbitro lo sabía y tenía que usar un pañuelo para que lo viera… bueno, ¿Te puedes creer que expulsaron al jugador por protestar? No sé si daría para un capítulo, pero sí para un gag. En cambio, el fútbol inglés es pura nobleza, solidaridad. Cuando se mata la plantilla del Manchester, es un duelo de Gran Bretaña entera.

¿En España una tragedia así hubiera tenido una reacción diferente?
Yo creo que en España el español medio vive una gran mediocridad y nadie levanta la cabeza, pero cuando hay un gran drama, el español sigue siendo el del 2 de Mayo. El español tiene dentro una gran nobleza, la tiene oculta y solo sale cuando siente que le están engañando, como pasó con el 11M. Nadie hablaba en el metro, nadie tocaba el claxon, son cosas que te dejan alucinado de la calidad de tu gente, de tus compatriotas. España es un país de grandes ciudadanos a quienes, a base de meterles la cabeza bajo el barro, les han amedrentado. Es el planteamiento del miedo, no te rebeles, el no te signifiques -que decía mi abuela-, el no hables mal del jefe. Yo creo que esto viene de los Comuneros, cuando Carlos les persigue hasta Portugal y no perdona a ni uno, creo que fue el origen de todo. Luego vas pasando por la Guerra de la Independencia, el Vivan las Caenas (grito absolutista en favor de Fernando VII), la posguerra. El español nace sabiendo que si se rebela… chungo. Lo que pasa es que el resto del mundo se va pareciendo cada vez más a España.

Hablando de rebeldes o de españoles que no agachan la cabeza. Ya jugasteis con Iniesta y lo que hubiera pasado si no hubiese marcado el gol del Mundial en una promoción de la serie, que emitíais para anunciar la primera temporada, ¿Podría Iniesta protagonizar un capítulo?
No sé… Iniesta es el James Stewart del fútbol. Su gran virtud, además de ser un gran futbolista, es que demuestra que el fútbol necesita atletas, pero que los atletas no marcan la diferencia, la marca la inteligencia. Es tan discreto, tan callado, tan noble que es difícil buscarle un giro de guion. Me recuerda a Gárate. No te los imaginas dando una patada. Yo recuerdo un partido de Gárate en el que le hicieron cinco entradas y, a la quinta, él le dio una bofetada y nadie se lo reprochó. Gárate que no celebraba los goles por respeto al contrario. ¡Era Iniesta! Es de los primeros futbolistas que hizo carrera universitaria. Es mi ídolo de toda la vida porque demuestra que la elegancia y el comportamiento ético tienen cabida en el fútbol.



En el extremo opuesto, ¿Tendríamos a Jesús Gil? ¿Podría ser el malo de un capítulo?
Jesús Gil era “ostentorio”, que diría él. Nunca he sido pro Gil, pero tenía una cosa que no tenían otros, que iba de frente. El Atlético antes de Jesús Gil tenía las mismas ligas que el Barcelona. Es que El pupas era segundo o tercero siempre en la Liga, pero la mala gestión de Gil hizo que cambiara. No se dio cuenta de algo fundamental, que el Atlético solo ha funcionado como funciona una serie de televisión, con un showrunner. El diseño de producción de las series se hace igual que la dirección de un equipo de fútbol; en definitiva, es un creador que controla su proyecto. Cuando el Atleti ha tenido showrunner, siempre ha triunfado, como con Aragonés o con Simeone. Cuando han querido opinar los directivos, como hacen los ejecutivos de las cadenas de televisión con las series, entonces se ha difuminado todo. En el fondo les pasa a todos los equipos, salvo al Barça o Madrid porque son tan grandes económicamente que nunca pueden ir mal del todo. Para el resto de los mortales, esos directivos que convierten todo en mero negocio, luego han visto como el fútbol les hacía pagar ese pecado, porque si traicionas al futbol, el fútbol te machaca. Los directivos, que no se enteran de que los verdaderos dueños del club no son ellos sino la afición, pierden. La mala gestión, como le ocurrió a Gil, conlleva estas cosas. El fútbol es un entrenador y un estado de ánimo. Un tipo que tiene un plan y lo lleva a cabo. Si tú le pones frenos o le dictas cómo tiene que hacer, no funciona.

Vayamos atrás en el tiempo, si Pelé hubiera jugado en Europa, ¿Sería considerado mejor jugador que Maradona? ¿Eso daría para un capítulo?
Maradona era un gran jugador, pero yo he visto jugar a Pelé y Pelé era mejor. Pelé no podía salir del Santos porque no le dejaban, era otra época. Pelé me parece un jugador muy moderno. Cruyff me parece un gran jugador pero muy efímero, tenía más ambición de felicidad personal que futbolística. Cruyff es un ejemplo de lo maravilloso que puede ser el fútbol, porque Butragueño siempre decía que él había aprendido de Cruyff. Eso me parece precioso. No como ahora que si una serie gana un premio como TVE, no sale en Antena 3 o Telecinco. Pelé era el mejor.

De Pelé, hablemos de Di Stefano, si no viene al Madrid, ¿El Madrid sería el que es?
No creo que hubiera cambiado mucho el éxito del Madrid porque tenía un equipazo. Alrededor de Di Stéfano había un magnífico equipo. Yo, que critico mucho ese status del Madrid, como club del régimen, reconozco que uno de los mejores equipos que he visto jugar es la quinta del Buitre y no pudo ganar una Champions y la merecía. Es curioso el contrasentido de la historia. El Madrid de Di Stefano era indiscutible, por él y por todas las estrellas que agrupó. Disfrutar no, porque no me gusta que gane el Madrid, pero es que los veías jugar y veías que era imposible de parar.

Volvamos al Atlético, ¿No te tienta un capítulo con otra final de la Champions, ganándole al Madrid?
Eso me lo preguntan siempre, pero la respuesta es no. El Madrid mereció ganar en Lisboa, me fastidió porque era la última final que veía mi hermano Pablo, pero es importante en el fútbol asumas la valía del contrario.

Nos queda Simeone…
No esperaba que fuera a dar tanto, ni que durara tanto. Creo que la segunda etapa como jugador de Simeone me dio muy mala impresión, ya no era del primer nivel, jugaba para la galería y ese tipo de jugadores nunca me han gustado, reconociendo que el doblete sin él no existiría. Como entrenador me sorprendió muchísimo y le tengo que agradecer siempre que en el proceso final de enfermedad de mi hermano nos hizo muy felices. Nos reuníamos para ver los partidos, nos hizo campeones de liga. Mi hermano fue muy feliz; así que a nivel vital y personal, sin que él lo sepa, es alguien a quien le debo mucho. Es un gran entrenador para equipos como el Atlético y el mejor motivador del mundo. A veces se dice que el Atleti no juega bien… bueno, el Atleti ha jugado partidos maravillosos. No se le valora. No solo juega, sino que sufre y es difícil ganarles y eso me parece épico y maravilloso. Yo temo mucho por el Atleti pero lo que le pase nunca será culpa de Simeone. Temo por el futuro del club, el cambio de estadio, para mi es innecesario, y creo que no se ha previsto el relevo de Simeone; pero sí sé que no se le pitará nunca, como a Luis Aragonés nunca se le pitó. Eso en cualquier otro campo de España no pasa. La afición del Atlético, y yo soy parte de ella, es muy agradecida.

Hablabas antes de la desigualdad que hay en la Liga española, que hay demasiadas estrellas, directivos que hacen de entrenadores, ingentes cantidades de dinero, ¿Podríamos, al menos en la ficción, tener otro fútbol?
Yo tendré siempre un odio eterno al fútbol moderno. A lo que se ha convertido el fútbol.
Mi padre jugaba al fútbol y llegó a entrenar con Di Stéfano en el Madrid. Era tan especial que, cuando le seleccionaron para jugar, le dio tanto corte que no volvió. Era un extremo pequeño y regateador. Mi hermano mayor me contó una anécdota que me dejó helado. Mi padre estaba leyendo una novela cuando ya era muy mayor y mi hermano le avisó de que empezaba el fútbol y él, que ya estaba muy mayor, dijo: “A mí esos no me engañan más”. Pues yo estaba un poco en esa línea hasta que llegó Simeone. Yo veo la liga y veo la diferencia de presupuestos, que dos equipos tengan diez veces más que los demás, eso no es jugar al fútbol. Equidad no la hay en ningún país, pero en España esa diferencia es más fuerte. Cuando ves un partido de fútbol ves a 22 millonarios dando patadas a un balón en pantalón corto, eso hay que tenerlo en cuenta. Y luego está el tema del ídolo o el héroe. Para contar una historia, no vale contarla desde el héroe, eso no vale nada. Hay que contarla desde el alma. En este país, el ídolo es el que triunfa, nunca el que lucha por triunfar.

Fotografía Rodaje de ‘El Ministerio del Tiempo’