La aventura contracultural de Muniain en San Lorenzo de Almagro

El futbolista vasco se propuso jugar en Argentina y lo consiguió. En realidad no se trata de un fenómeno extraño. La globalización lleva futbolistas de Latinoamérica a Europa pero la pasión argentina por el fútbol también viaja por el planeta, por aislado que sea el fichaje.

Delfina Corti.- Al sur del mundo -explicó el periodista uruguayo Eduardo Galeano- este es el itinerario de un futbolista con buenas piernas y buena suerte: de su pueblo pasa a una ciudad del interior; de la ciudad del interior pasa a un club chico de la capital del país; en la capital, el chico no tiene más remedio que venderlo a un club grande; el club grande, asfixiado por las deudas, lo vende a otro club más grande de un país más grande; y finalmente el jugador corona su carrera en Europa. 

En el Viejo Continente, los vaivenes futbolísticos suelen ser menos inesperados. Hasta la llegada de los billetes chinos, árabes y estadounidenses, el futbolista europeo jugó -en la mayoría de los casos- toda su vida en Europa. Y aquellos que se atrevieron a viajar a ligas latinoamericanas lo hicieron -y lo hacen- en México y Brasil. Y sin embargo… Iker Muniain llegó al fútbol argentino en septiembre de 2024. Su deseo de vestir la camiseta de River -club del cual es hincha- quedó truncado por varios motivos, ninguno del todo claro. La única explicación oficial fue la del presidente Jorge Brito que dijo: “Respecto a qué jugadores traemos a River, traemos cuando el técnico nos pide a un jugador. No cuando un jugador desea jugar en River”.

GOL» Muniain celebrando un gol con San Lorenzo.

Su llegada a San Lorenzo se explica por la crisis económica e institucional por la que pasa el club situado en el barrio porteño de Boedo. A eso se le suman la llegada de una nueva dirigencia a finales del año pasado, el encadenamiento de malos resultados en el torneo local y la falta de referentes en un plantel joven y sin figuras. Y, en segundo lugar, su arribo se explica por las ganas de Muniain de jugar en el fútbol argentino. “Él quería vivir la experiencia de jugar en nuestro país. Y el tipo en un mes se encontró con todas situaciones adversas -cuenta un ex integrante de la barra brava de San Lorenzo, conocida como La Butteler-. Apenas llegó se encontró con una hinchada que puteaba a la dirigencia, con un cambio de técnico a los pocos días y con que le dieron la cinta de capitán por falta de referentes en el plantel”. 

Tras la partida de Leandro Romagnoli del banco de suplentes por malos resultados, la barra brava se acercó a hablar con los jugadores de San Lorenzo en octubre pasado. “Cuando fueron los chicos, Muniain se presentó delante de todos y les dijo que como capitán él se iba a hacer cargo de la situación. Los chicos lo sacaron del quilombo porque había llegado al club hacía poco y hablaron con otros referentes. Entre Muniain y la barra quedó todo más que bien. Incluso la semana pasada lo llevaron a comer a un restaurante del barrio”, confiesa el ex integrante de La Butteler.

La llegada de Muniain al fútbol argentino no se explica ni por el nivel competitivo de la liga, ni por la retribución económica, sino más bien por situaciones que sobrepasan el terreno de juego y que esconden bajo el nombre de la pasión situaciones como la anterior. 

La llegada de Muniain al fútbol argentino no se explica ni por el nivel competitivo de la liga, ni por la retribución económica, sino más bien por situaciones que sobrepasan el terreno de juego y que esconden bajo el nombre de la pasión situaciones como la anterior. 

El último jugador europeo que llegó a San Lorenzo, antes del arribo de Muniain, fue el madrileño Javier Artero López, de paso fugaz por el equipo que dirigió Oscar Ruggeri. Apenas jugó 3 partidos en 1999 antes de ser cedido a préstamo a Botafogo. Cuando volvió, no lo tuvieron en cuenta y se fue a Dundee FC en Escocia.

ATHLETIC» Un hincha athletictzale en Boedo. 

Ante la noticia de la llegada del vasco, Artero López dijo en una entrevista con Relevo: “El fútbol europeo tiene poco que ver con el fútbol argentino. Él viene acostumbrado a jugar al máximo nivel y eso no le va a llamar la atención. Él se va a encontrar un club distinto, diferente, con muchísima tradición, con muchísima hinchada… Le sorprenderá el ritmo, el vivir en una ciudad donde hay ocho equipos en Primera División, pero a nivel futbolístico, él ha tenido una carrera increíble. Es un referente y lo van a tratar genial”.

La relación futbolística de Argentina con España en particular y Europa en general es netamente exportadora. La llegada de Muniain no forma parte de una tendencia, sino que se trata de un hecho aislado. “El mercado de pases de jugadores extranjeros a nuestro país se basa en jugadores latinoamericanos, sobre todo de países limítrofes como Uruguay, Chile, Paraguay. En nuestro país funciona en ese sentido y con ese movimiento”, explica el sociólogo Santiago Uliana. 

La llegada de Muniain, entonces, no forma parte de un nuevo fenómeno. Está relacionada con la globalización que, según el sociólogo británico Zygmunt Bauman, es siempre desigual. Por ejemplo, en el caso del fútbol, los jugadores circulan hacia los mercados donde hay dinero. Entonces, ¿por qué Muniain llegó al fútbol argentino? Como dijeron los hinchas de San Lorenzo, Artero López y el mismo Muniain: para vivir la experiencia del fútbol argentino que se globaliza a través de las imágenes, de las noticias. Esa experiencia está asociada a un tipo de emoción que siempre genera satisfacción. Lo que viene Muniain a explorar es aquello que identifica al fútbol argentino: la emoción, el afecto y la pasión.

Entonces, ¿por qué Muniain llegó al fútbol argentino? Como dijeron los hinchas de San Lorenzo, Artero López y el mismo Muniain: para vivir la experiencia del fútbol argentino que se globaliza a través de las imágenes, de las noticias. 

A fines de septiembre, San Lorenzo recibió en su cancha a Banfield, club del sur del conurbano bonaerense. Ganó 2 a 1 y las cámaras de la televisión se detuvieron en la novia del futbolista vasco. Ana Montoya fue captada en la platea entonando las canciones de cancha de La Butteler. “La canción de ´Acá está, la más fiel, la gloriosa Plaza Butteler´, la canta todo el día en casa y me la tengo aprendida”, le contó Montoya al diario deportivo ‘Olé’. Y agregó que tanto ella como Muniain ya se habían aprendido varias de las canciones de cancha a tan sólo un mes de su llegada al club. 

La identidad argentina no puede entenderse sin el fútbol, es el “ritual de masas por excelencia” que les define ante el mundo. “Me gustaba cómo viven aquí el fútbol. Los futbolistas, las hinchadas… era algo que me llenaba por dentro. Se dio la oportunidad de San Lorenzo y me hizo realmente feliz”, contó Muniain en una entrevista reciente con el diario ‘La Nación’. 

En 2019, el italiano Daniele De Rossi jugó seis meses en Boca. Tras su partida por cuestiones personales -la hija quien había quedado en Italia lo extrañaba mucho- confesó: “Necesitaríamos una cuarentena completa para contar cómo se sintieron esos seis meses. Argentina vive de pasiones por todo, desde la comida hasta la música y luego fluye al fútbol. Cada jugador debería vivir lo que vivo yo y lo que voy a vivir. Si te gustan los estadios que tienen pasión, ninguno debe dejar de tener una experiencia como esta”. 

De Rossi hace más de cuatro años vino a explorar la emoción porque en el fútbol argentino “hay un calor que es pura y desinteresada pasión”. Y, además, como dijo Galeano, “todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad”. Eso vino también a vivir Muniain a San Lorenzo: la experiencia del goce y la libertad. •