Fotografía Agencias
*Santiago Baraldi.- La relación de Diego Armando Maradona con Newell’s Old Boys de Rosario estaba escrita, hay una precuela, y es de antes de su debut en Primera división. Juan Carlos Montes, exjugador y técnico campeón con el equipo rosarino, había llegado en 1976 para hacerse cargo del club Argentino Juniors. Allí, Pelusa, como lo llamaban, ya demostraba su talento en las divisiones inferiores. Un allegado habla con Montes y le dice que tiene “un pibe que la rompe”. En una práctica de la semana, el DT decide darle una oportunidad a la promesa del club. Cuando se lo presentan, Diego tenía puesta la casaca de Newell’s.
Montes creyó que quería quedar bien con él al mostrarse con la rojinegra y enseguida le preguntó: “¿De dónde sacaste esa camiseta?”. Diego respondió: “Se la pedí a Zanabria, es uno de mis ídolos”. La empresa Coca Cola, en los entretiempos de los partidos, promocionaba su bebida con chicos habilidosos que hacían malabares con la pelota. Una tarde que Newell’s visitó a Vélez Sarsfield en Buenos Aires, Diego hizo jueguitos para deleite de las tribunas. Terminado el partido, el chiquilín se acercó a Mario Zanabria, un gran número 10, y éste se la obsequió. Montes, después de aquel primer entrenamiento, no dudó en convocarlo al plantel con 16 años recién cumplidos. Diego debutaría ante Talleres de Córdoba el 20 de octubre de 1976.
¿De dónde sacaste esa camiseta?”. Diego respondió: “Se la pedí a Zanabria, es uno de mis ídolos”. La empresa Coca Cola, en los entretiempos de los partidos, promocionaba su bebida con chicos habilidosos que hacían malabares con la pelota
UN INGLÉS EN ROSARIO
El fútbol en Argentina tiene dos referentes de la educación como responsables de traer el reglamento del fútbol al país. En Buenos Aires, el escocés Watson Hutton funda en 1884 el club Alumni, y en la ciudad de Rosario fue el inglés Isaac Newell quien ese mismo año funda el Colegio Comercial Anglo-Argentino. En los patios de la institución, ubicada en las calles Entre Ríos y Wheelwright, rodó la primera pelota de cuero traída de Inglaterra. El hijo de Newell, Claudio, fundó el club el 3 de noviembre de 1903. Newell’s Old Boys estaría integrado por sus ex alumnos, los Old Boys, como se denomina a los egresados. Cuenta la leyenda que el propio Claudio Newell llevó a los talleres del ferrocarril una pelota para que los obreros se sumaran a la novedad. Los ingleses del Central Argentine Railway Athletic Club jugaban al cricket, pero inmediatamente el balompié ganaría adeptos en los galpones del ferrocarril y daría origen a Rosario Central.
Este club sería desde comienzos del siglo XX el clásico rival de los ex alumnos del Colegio Anglo-Argentino. Ya en la década del 20, por iniciativa del Hospital Carrasco, se organizó un partido entre los dos equipos de la ciudad con el fin de recaudar fondos para la lucha contra la lepra. Los dirigentes de Rosario Central se opusieron y se ganaron el mote de “canallas”.
Ya en la década del 20, por iniciativa del Hospital Carrasco, se organizó un partido entre los dos equipos de la ciudad con el fin de recaudar fondos para la lucha contra la lepra. Los dirigentes de Rosario Central se opusieron y se ganaron el mote de “canallas”.
Por el contrario, a los seguidores de Newell’s se los denomina “leprosos”. El Colegio Comercial Anglo-Argentino funcionó hasta el año 1928. Pasaron las décadas y fue el entonces presidente de Newell´s, Walter Cattaneo, quien retomó la senda de la educación y el fútbol. El 15 de marzo de 1993 se creó el Complejo Integral Educativo Newell’s Old Boys (CIENOB), que tuvo como principal objetivo la educación de los jóvenes que entrenaban en las inferiores del club. Ese día, el abanderado del Colegio fue Gerardo “Tata” Martino. Pocos meses después, Cattaneo sería responsable de la llegada de Diego Maradona a Newell’s. La lista de jugadores egresados del CIENOB que llegaron a jugar en primera -es decir, los “old boys”-, son, entre otros, Leo Ponzio, Mauro Rosales, Damián Manso, Nicolás Spolli, Ezequiel Ponce, los mellizos Denis y Alexis Rodríguez, sobrinos de Maxi, Ezequiel Unsain y Lorenzo Faravelli, ambos abanderados. El sueño de Isaac Newell de educar e impulsar el deporte volvía a las aulas y hoy, cada jugador de las divisiones menores, asisten al Colegio.*
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