El mes de septiembre de 1996 no era el mejor para el fútbol español. España venía de caer una vez más en una Eurocopa en los Cuartos de Final. Una guerra mediática salpicaba el entorno de la selección en contra y a favor de Javier Clemente. Además, para añadir más polémica, la que todavía no se denominaba 'La Roja' (algo que siempre perteneció a Chile) estaba ante sus últimos días de la era pre Raúl. El jugador del Madrid aún no había sido llamado por Clemente que un mes después si lo hizo en Praga ante la República Checa y con una presión muy alta que marcaba el entorno del equipo.
En medio de ese difícil contexto, la selección viajaba a Islas Feroe. Un lugar que pocos sabían situar en el mapa y que provocó quizá demasiadas risas antes, durante pero no después del partido de clasificación. Arrancaba la fase para asistir al Mundial de 1998 y la resaca de la Eurocopa de Inglaterra aún duraba. Se reclamaba renovación pero Clemente apostaba por los de casi siempre, siendo también cierto que ante Inglaterra en Wembley no fue una eliminación justa. Zubizarreta, Belsué, Alkorta, Nadal, Aranzábal; Luis Enrique, Hierro , Guardiola, Sergi; Kiko y Pizzi era los hombres encargados de jugar en ese lugar tan exótico o, al menos, curioso.
Zubizarreta, Belsué, Alkorta, Nadal, Aranzábal; Luis Enrique, Hierro , Guardiola, Sergi; Kiko y Pizzi eran los hombres encargados de jugar en ese lugar tan exótico o, al menos, curioso.
Todo fue cómico, quizá algo trágico también. Antes del partido, ya en la isla de Streymoy, la Selección fue trasladada en autocar hasta la capital Tóshvan, donde debía disputarse el choque. Fue en este último trayecto donde la plantilla vivió el un incidente. El conductor del autocar, un ciudadano local, atropelló a un carnero. Feroe significa carneros y éste es el animal que aparece en el escudo del país. El carnero atropellado quedó tan maltrecho que hubo que sacrificarlo en la cuneta, pagando una multa de 15.000 pesetas.
CRÓNICA Mundo Deportivo. 5-9-1996
España ganó si, pero estuvo 37 minutos con 0-0 ante uno de los peores equipos del continente e incluso el 1-1 duró 17 minutos, del 46 al 63. El resultado terminó con un 2-6 que no despejó dudas sino alimentó un el turbulento devenir de aquella selección.