La nevera marsellesa de Marcelo Bielsa, una historia de inteligencia.

Marcelo Bielsa es único, original y sobre todo, inteligente. En Marsella, le bastó una nevera para hipnotizar a todo el entorno que se preguntaba dónde estaba ese magnetismo que le convirtió en un entrenador singular.

Les Cahiers du football.- La nevera es un invento característico de la humanidad, única especie animal que se niega a aceptar las condiciones de la naturaleza, como el clima. El progreso científico mejora la técnica para que objetos absolutamente estúpidos sean eternos. Es el caso de una nevera. Los diseñadores pasan décadas buscando el diseño perfecto para cada función. La silla, por ejemplo, es imbatible para la acción de sentarse. O el clip, que ha encontrado la forma perfecta para su utilidad. El lío se forma cuando aparecen personajes como Marcelo Bielsa, y convierten una nevera en una silla indispensable para su trabajo. O algo más. Un amuleto, un símbolo, una piedra filosofal.

Es móvil y ligera para moverla por la zona táctica. Sólida y grande para un asiento estable y decente. La elección de Bielsa en Marsella fue completamente lógica. En la época en la que todo vale para la narración, en la expresión de una personalidad, la nevera fue el símbolo de su habilidad y la marca de su genio. Bielsa es un maestro de la comunicación y su nevera cada vez le identifica más con su audacia y el objeto característico de su temperamento. ‘El loco’ es un hombre de manías, de valores simples y básicos, se implica, se concentra, mantiene el gesto neutro pero su frialdad aparente camufla una exigencia nerviosa que trabaja para quemar las calorías de los jugadores, como el nitrógeno líquido quema las verrugas.

Así consiguió Bielsa convertir este objeto cuadrado en un símbolo de su creatividad para toda la ciudad de Marsella durante su etapa en la ciudad.

 

HAZTE A TI MISMO
En la era de la publicidad, que pretende halagar todos los signos de la singularidad (‘Muéstrate tal cual eres’) para seducir, en un momento en el que el marketing impone sus criterios hasta para presentarse a uno mismo (Personnal branding), los personajes públicos toman dos caminos: frenar su originalidad para huir de los medios de comunicación, o bien intervenciones suaves por miedo a perder el apoyo de estos. Son opciones complementarias y no contradictorias. Los dos son caminos tomados a la vez por los mismos actores.

Los jugadores buscan distinguirse en el campo, independientemente del juego (por sus cortes de pelo, sus celebraciones, sus números etc.), múltiples modelos de balones, terceras equipaciones con colores inéditos, y al mismo tiempo, todos los futbolistas han adoptado ante los micrófonos, personalidades políticamente correctas ante sus jefes de prensa. Su discurso consensuado es absolutamente intercambiable y cristalizan gradualmente en clichés que llenan poco a poco las conversaciones de barra de bar.

De pronto, llega un tío y ofrece una tercera vía: la total indiferencia a los criterios de los medios de comunicación.

En cuanto al aficionado, se sorprende al escuchar algo relevante o preciso en una conferencia de prensa. Pero, de pronto, llega un tío y ofrece una tercera vía: la total indiferencia a los criterios de los medios de comunicación.

En resumen, un hombre con ventaja frente a los que miran a la cámara (aunque dicen que no lo hacen). Él prefiere hablar de fútbol en lugar del vestuario. Espera conseguir éxito en el club para agradar y resistir y no al revés. Da la alineación sin hacerse de rogar. ¿Sentado en el banquillo o de pie en la zona táctica? Una vez más, hay una tercera vía: en cuclillas, ¡qué audacia! O sentado en la zona táctica, sobre la nevera porque es más práctico. Esta tercera vía, por supuesto, se reinterpreta inmediatamente en el esquema binario de la narración: es necesariamente, como especialistas de la comunicación, una hermosa historia original, es probablemente muy controlado, pero Bielsa no puede controlar el efecto que él produce...

Por supuesto, ser consciente del efecto que produce no significa que lo busque. Los provocadores tertulianos son también generalmente más previsibles (Presumen de decir “en voz alta lo que otros piensan") como portavoces que buscan ser más precisos antes que sorprendentes. Por desgracia no basta con ser original para ser considerado como tal ¿qué se necesita entonces para ser original?

Suficiente para dar una lección a los periodistas. En la imagen televisada, la nevera es un estimulante.

Todo depende del contexto, pero en el fútbol actual, la solución es proporcionada por la nevera: eso que es banal, contrasta con el bullicio de la carrera por la originalidad. Eso que es anodino tiene de particular que es claro y habitual para ser identificado y conocido. Suficiente con ser simple y constante para ser diferente en un sistema donde todo el mundo busca no ser lo mismo que el otro. Suficiente para dar una lección a los periodistas. En la imagen televisada, la nevera es un estimulante.

CONCLUSIÓN
Para servir como escenario perfecto para todas las quimeras de los expertos en comunicación, no hay nada mejor que la nevera, un objeto identificable, pero absolutamente sin sentido, carente de todo significado a priori. Ni por superstición, ni por oportunismo, nada de esto explica la obsesión de Bielsa por la nevera. El mundo del fútbol entonces puede reunir todas las buenas historias, pasando el fútbol a un segundo plano, creando las historietas buscadas desesperadamente en torno a los partidos.