Las 'barras bravas' buscan 'jugar' un nuevo Mundial

Una de las mayores preocupaciones de la FIFA es el incremento de disturbios en los últimos grandes torneos. Después de vivir duras décadas como los 80 y los 90 la disputa del Mundial en Rusia no ayuda a frenar un movimiento, el hooliganismo, que esconde alianzas como la de las 'barras bravas' con los hinchas rusos mas violentos.

Texto Javier Szlifman Fotografía Lorena Lucca.- La Copa del Mundo es considerada la gran cita máxima del fútbol Mundial y las barras bravas argentinas así lo viven. Tuvieron su primera aparición estelar en la Copa de 1978, en Argentina, cuando algunos de los fanáticos más encumbrados de entonces se reunieron con las máximas autoridades de seguridad del país y se comprometieron a colaborar activamente para evitar incidentes y manifestaciones públicas contra la dictadura militar que gobernaba el país. Ya tenían experiencia en la tarea. En 1974, el comisario Alberto Villar, a cargo de la Policía Federal, había sellado un acuerdo con un grupo de barras bravas para combatir a los miembros de los grupos armados de la época. 

Cuatro décadas más tarde, estos grupos de fanáticos participarán nuevamente de la próxima Copa del Mundo de Rusia. En febrero de este año, siete integrantes de Landskrona, el grupo de hinchas del Zenit de San Petresburgo, pasaron por Buenos Aires. Se reunieron con barras locales para sellar acuerdos y oficiar de anfitriones de los argentinos en el próximo Mundial. Los jóvenes rusos ofrecerán alojamiento y traslados.  Serán nuevamente los barras de Boca quienes estén al frente de la hinchada argentina en la máxima cita del fútbol mundial. Argentinos y rusos tiene un enemigo en común: los hoolingans ingleses, con los que ambos han protagonizado enfrentamientos en el pasado, que podrían reeditarse en poco tiempo.  Para el Mundial de España en 1982, un grupo de barras argentinos buscó a apoyo de los dirigentes deportivos para viajar a la península. Nuevamente ofrecieron sus servicios para alentar al equipo del joven Diego Maradona y evitar que los exiliados argentinos de entonces realizaran manifestaciones contra la dictadura militar en las presentaciones del equipo albiceleste. Las negociaciones avanzaron pero el plan finalmente se frustró. 

Serán nuevamente los barras de Boca quienes estén al frente de la hinchada argentina en la máxima cita del fútbol mundial.

En 1986, la hinchada de Boca, al mando de José Barrita, alias El Abuelo, junto a hinchas de Estudiantes, Vélez, Nueva Chicago, Unión de Santa Fe y Chacarita, conformaron un grupo de 120 barras que alentaron a la Selección en el Mundial de México. A pocos días del inicio del campeonato, los argentinos combatieron cuerpo a cuerpo y fueron derrotados por los fanáticos mexicanos. Tras presenciar los tres primeros partidos del equipo de Maradona, varios fanáticos de Boca, con Barrita a la cabeza, regresaron brevemente a la Argentina para alentar al equipo xeneize en un encuentro decisivo ante Newell´s, en Rosario. Barrita y sus secuaces vieron desde la tribuna la victoria xeneize por 4 a 1 y regresaron a México.

De vuelta en tierra azteca, a los argentinos los esperaba el duelo ante Inglaterra por los cuartos de final. Tras los dos goles históricos de Maradona y la victoria del equipo albiceleste por 2 a 1, los barras argentinos se unieron a un grupo de escoceses y combatieron contra los hooligans ingleses en la esquina de las avenidas Reforma y Revolución, en pleno Distrito Federal. Fue una batalla con piedras, botellas y golpes de puño. Con la Guerra de Malvinas como telón de fondo, los argentinos salieron triunfantes y se llevaron algunas banderas como recuerdo. Hubo 68 detenidos y 7 heridos. 

En el Mundial de Italia 1990, fanáticos de Boca y de Estudiantes de La Plata combatieron contra los de Independiente en las calles de Milán, luego del partido inaugural entre Argentina y Camerún, para tomar el control de la barra argentina durante el torneo. Los xeneizes y los platenses salieron victoriosos y presenciaron el torneo que vio a la Argentina de Maradona perder la final ante Alemania. Sin grandes enfrentamientos en Estados Unidos en 1994, los combates en copas mundiales volvieron en Francia ´98, donde hinchas argentinos se unieron con algunos inmigrantes africanos para pelearse nuevamente con los ingleses en la plaza mayor de Saint Étienne. Los ingleses nuevamente se fueron más golpeados que sus rivales. Con poca presencia argentina en Japón y Corea en 2002, cuatro años después fue la hinchada de River quien estuvo al mando de la barra argentina en el Mundial de Alemania 2006. Hinchas de Boca e Independiente se enfrentaron nuevamente entre ellos, aunque esta vez en República Checa, donde se hospedaban para ahorrarse dinero. La pelea tuvo lugar en la puerta de un hotel. La policía llegó en medio de la gresca, pero los del Rojo fueron quienes denunciaron a los xeneizes por la agresión. Luego de 48 horas tras las rejas, los de Boca fueron expulsados del país. 

Sin grandes enfrentamientos en Estados Unidos en 1994, los combates en copas mundiales volvieron en Francia ´98, donde hinchas argentinos se unieron con algunos inmigrantes africanos para pelearse nuevamente con los ingleses en la plaza mayor de Saint Étienne

Para el Mundial de 2010, miembros de distintas hinchadas, encabezados por fanáticos de Independiente y San Lorenzo, conformaron el colectivo Hinchadas Unidades Argentinas (HUA), intentando limpiar su nombre. Ese grupo selló acuerdos con miembros del gobierno nacional y así más de 600 se trasladaron a Sudáfrica. Tras el primer encuentro de Argentina ante Nigeria, 19 miembros de HUA fueron deportados, luego de haber ingresado al estadio por la fuerza y provocar incidentes menores. En el partido ante México, por los octavos de final, algunos hinchas se enfrentaron con sus pares mexicanos. Tras la eliminación del equipo dirigido por Maradona en cuartos de final ante Alemania, Luis Arturo Forlenza, fanático de Boca de 57 años, fue atacado a golpes en Ciudad del Cabo por simpatizantes de Independiente, quienes además le robaron una bandera. El incidente acentuó un problema cardíaco que Forlenza ya padecía hace unos años. Fue trasladado de urgencia a un hospital, donde falleció dos días más tarde. 

Para el Mundial de 2014, miles de argentinos se trasladaron a Brasil para alentar al equipo de Messi. También viajaron cientos de barras bravas, que incluso se exhibieron por las redes sociales. Tras la victoria ante Irán por 1 a 0 en la primera fase en Belo Horizonte, hubo enfrentamientos entre argentinos, brasileños y la policía.  Luego, un grupo de barras de Rosario Central chocaron con los hooligans ingleses en las playas de Copacabana, en Rio de Janeiro. Durante el torneo, más de 30 barras bravas fueron deportados por incidentes. Para el Mundial de 2018, el gobierno argentino prometió enviar una lista de más de 600 fanáticos para negarles el ingreso a Rusia, a partir de un convenio firmado entre el Ministerio de Seguridad argentino y el gobierno ruso. Sin embargo, cuando las cámaras enfoquen las tribunas, seguramente allí estarán las famosas barras bravas argentinas.