Liberté, Egalité, Kylian Mbappé

Bondy (50.000 habitantes) es la cuna de los Mbappé. En este territorio oriental de la ‘corona parisina’ el 32% de la población tiene raíces extranjeras y es uno de los departamentos más prolíficos de futbolistas de élite.

Matías Arraez Miranda.- Llegar a Bondy desde la Torre Eiffel, que está a tan solo 15 kilómetros en línea recta de París, es toda una aventura. Primero hay que coger un tren de cercanías, la maldita línea C y sus miles de ramificaciones como para perderse. Después de una escala en Neuilly-sur-Seine, mejor conocida como el bastión del ex y sulfuroso presidente Nicolas Sarkozy, hay que montarse en la desconocida y fantasmagórica línea E. Los que tuvieron la suerte de viajar a la capital francesa habrán notado la ironía. Casi una hora de viaje, que desgraciadamente solo existe en un sentido. ¿Por qué? Porque pocos son los habitantes de Bondy que logran brillar en la ciudad de las luces. 

En un pasado bastante cercano Bondy fue el epicentro de los importantes disturbios que sufrieron los barrios más pobres de Francia en el año 2005 después de la muerte accidental de dos adolescentes Zyed y Bouna, perseguidos por la policía. Fue tan fuerte el fenómeno que entonces se creó un medio de comunicación llamado Bondy Blog que hoy es el referente para relatar la Francia de las periferias. ¿Qué mejor manera de limpiar el nombre de la ciudad que la irradiante onda del deporte más popular, el que levanta las multitudes?

BondyBONDY» El campo donde empezó Mbappé. Foto. Anna Kutz


Basta con pasear por las calles del norte de Bondy para darse cuenta de que los estigmas de la pobreza son fuertes. Al menos la gente conoce hoy el pueblo por uno de sus representantes como lo cuenta Madani, 40 años, frutero en el mercadillo de Bondy. Con su gorra del Real Madrid, el gritón cuenta anécdotas sin parar mientras sirve a sus clientes. Por aquí dátiles, por ahí chirimoyas, o naranjas, aunque todavía no es temporada. “Gracias a él, ahora la gente sabe que no solo salen malas cosas de los barrios periféricos”. El ‘autoproclamado frutero de la abuela de Kylian’ - que “está entre nosotros en este momento” - sigue con una punta de orgullo en la voz: “El chico se expresa muy bien. A veces durante las conferencias de prensa escuchas hablar a algunos… y flipas! Con él no, estamos tranquilos. Refleja una imagen muy positiva. ¡Es nuestra estrella, nuestra joya!”.

EL 9 MULTICULTURAL
Como buen barrio humilde, el mercadillo de Bondy es el ágora. En estas cinco o seis calles peatonales durante unas cuantas horas late el corazón cosmopolita de la ciudad. Aquí las madres africanas y sus bubús intercambian chillidos con los comerciantes árabes, los cuales también charlan con lo más europeo que haya. Una armonía para rabiar. “Kylian es la diversidad. Bondy es la diversidad.

Karamadi, excompañero de Mbappé, vive en el apartamento donde nación Kylian: «No creíamos que fuera a hablar de política pero sus palabras cuentan, sobre todo entre los jóvenes de los barrios. Muchos se animaron a ir a votar»

 

Representa las periferias, y lo hace muy bien, ¡es como Zizou!”, nos lanza un cliente con su bolsa llena de frutas, probablemente norteafricanas. Parece muy lejana la época en la que en un video viral, un joven Mbappé de unos 8 años declaraba: “Los mejores en el fútbol siempre fueron los árabes y los negros!”. Hoy en día este niño ya no existe, o por lo menos ya no dice esas necedades. El capitán de los ‘Bleus’ tiene que encarnar la concordia y su voz tiene resonancia. *

*Lee el reportaje completo en la edición 50 de Líbero disponible aquí a domicilio.