Los peores fichajes de verano. Capítulo I: Elvir Baljic

El verano de 1998 fue muy movido. La Liga de las Estrellas vivía en la burbuja económica y el Real Madrid dirigido por Lorenzo Sanz venía de una mala temporada que empezó con Guus Hiddink y terminó con John Toshack. En pleno agosto llegó el bombazo.

Texto Líbero.- El fichaje más caro de la historia del club iba a ser un jugador bosnio de 25 años que según el propio presidente del club era “mejor que Rivaldo”. Sanz matizó sus palabras en la presentación del jugador y es que quizá se dejó llevar por la definición de sí mismo que hizo el bosnio de Fenerbahce: "Le pego bien al balón con la izquierda, como Suker, y regateo y doy un buen trato al balón como Rivaldo". El Madrid pagó 26 millones de euros por él. Tuvieron que pasar más de 10 años para que un jugador bosnio alcanzara ese valor en el mercado. Fue Dzeko por el que el Manchester City pagó 32 millones en 2011. Baljic llegaba de la Liga turca, avalado por su entrenador John Toshack, que había entrenado al Besiktas las temporadas anteriores.

El fichaje más caro de la historia del club iba a ser un jugador bosnio de 25 años que según el propio presidente del club era “mejor que Rivaldo”

El olfato del galés falló con Baljic pero acertó con Nihat en la Real Sociedad y a medias con Geremi. “No siento ninguna presión por ser el más caro de la historia”, señaló el bosnio en plena pretemporada. Los diarios deportivos ensalzaban al nuevo crack. La pretemporada fue regular y Baljic sufrió una pequeña lesión de rodilla que le dejó fuera dos semanas previas al inicio de Liga. Un gran palo que hizo hueco a Savio, ídolo para los aficionados que daba un enorme rendimiento esos días. Pero se recuperó y después de unos cuantos partidos mediocres se fue con Bosnia y metió cuatro goles en un amistoso. Todavía hoy sigue siendo el record de esa selección. Llegaba a la semana previa del clásico contra el FC Barcelona disparado a la titularidad. Cuando todo parecía encajar, una batería impresionante de malas noticias hundió al jugador. “No quiere pensar en cosas raras, pero a veces no puede remediarlo. Unos días antes de comenzar la Liga, Balic vivió una semana que él mismo calificó de "trágica".

 

Unos días antes de comenzar la Liga, Balic vivió una semana que él mismo calificó de "trágica".

El lunes murió su suegro; el martes, un terremoto sacudió su segunda patria, Turquía, y estuvo varias horas sin saber qué había sido de su esposa, que se encontraba allí; el miércoles sufrió una lesión en la rodilla y le anunciaron que estaría al menos tres semanas de baja, y el viernes fallecía el padre de Dino, su representante y amigo”, escribía la periodista Mabel Galaz en El País. Con los ligamentos rotos, nunca volvió a ser el jugador que explotó en Turquía. Tras su recuperación fue cedido al Galatasaray y al Rayo Vallecano donde acabó despedido por indisciplina. "No he venido aquí a sentarme en el banquillo", decía a sus compañeros. Después de una suplencia, una bronca con Gregorio Manzano fue su final. Simuló dolores de cabeza para no presentarse a un entrenamiento y Manzano dijo: "Quizá sea que en Bosnia los dolores de cabeza son distintos a los de aquí". El Real Madrid le dio la libertad y volvió a Turquía donde no volvió a alcanzar un buen nivel. Pese a todo metió un gol a España con su selección en 2002 y a sus 44 años vive un buen retiro, incluso probando con la música (como se ve observar en el vídeo que acompaña al texto).