Texto Guillermo Ortiz | Fotografía Lino Escurís.- Dani, ilustre culé, tira como siempre de ironía y doble sentido. Sobre todo al principio. Luego se pone más serio. Hemos tenido que poner la molesta coletilla “risas” entre paréntesis en buena parte de sus respuestas para templar ánimos y diferenciar la argumentación del chiste. Mateo queda en algún punto entre medias, muriéndose de ganas por reírse de cualquier cosa y consciente de que las bromas se pueden tomar a mal. Igual que Julián López no forzaba la naturalidad, Dani no fuerza el sarcasmo. Ha sido su forma de ver el mundo desde que debutara en Ona Catalana, pasando por “Noche Sin Tregua”, “La Familia Mata”, “Sé Lo Que Hicisteis” o, en los últimos años, “El Intermedio”. Además de la televisión, tiene su propio programa de radio. Al sol, en la terraza, se amontonan los desayunos.
¿Es más fácil ser barcelonista en Madrid o madridista en Barcelona?
Es que no sé cómo es ser madridista en Barcelona... no me junto con ese tipo de gente (risas).
Pero eres consciente de que existen...
Sí, sí, hay un montón. De hecho, formaron un club y se llama Real Club Deportivo Espanyol... (risas de nuevo) No, en serio, hay muchísimo madridista en Barcelona y muchísimo barcelonista en Madrid. Yo no he tenido ningún problema, y mira que me ha tocado una época buenísima para venir a Madrid porque he vivido aquí muchísimos triunfos. Parece que me ha dado suerte, ¡todos los barcelonistas deberían venirse a vivir a Madrid!
Te tocaron las vacas gordas...
Sí, pero, a ver, hay que reconocerle mérito al rival y reconocer que ha sido muy complicado ser madridista estos años. Al fin y al cabo, la pasión por un club se mide por la fidelidad en los momentos difíciles y ellos han estado ahí... Por ejemplo, yo, como culé, temo que en cualquier momento el karma nos la devuelva. El culé, por definición, teme.
«Sí, sí, porque lo impresionante del Madrid es que ellos nunca piensan que pueden perder. El Madrid cuando pierde es que ha ganado por poco.»
El famoso “encara patirem”... (aún sufriremos)
Sí, sí, porque lo impresionante del Madrid es que ellos nunca piensan que pueden perder. El Madrid cuando pierde es que ha ganado por poco. Esa es la principal diferencia entre ambas aficiones: el blaugrana necesita ganarlo todo para estar bien, para no sentir pánico. No digo euforia, digo no sentir pánico. Podemos ganar diez partidos seguidos que si perdemos un día con el Getafe, por ejemplo, ya están las dudas, el cagómetro, el “ya sabía yo que esto no podía ir tan bien”... Es como una relación de amor con la fatalidad.
Decía Valdano que el Madrid se preocupaba más por ser el equipo de todos y el Barcelona se empeñaba en quedarse más en lo local, en estrechar los vínculos “patrióticos”.
Ahí no estoy de acuerdo. Por lo menos desde los tiempos de Laporta, ha habido un gran esfuerzo por exportar la marca del Barcelona por todos lados. Se han dejado atrás los tiempos del nuñismo, que sí era más llorón, y han convertido el Barcelona en una marca muy moderna. De hecho, yo creo que si no hubiera sido por la planificación empresarial de esa directiva no habríamos vivido los años que hemos vivido, empezando por el fichaje de Ronaldinho. Necesitaban a un tío así, y a partir de ahí cogieron lo que el Barça ya era y lo mezclaron con una imagen más moderna, más comercial. Se vendía el rollo de los “valors”, del ejemplo para los niños... pero luego había un punto de mentira, claro, en cuanto vimos a Laporta con el puro y las chicas alrededor ya nos dimos cuenta de que la cosa iba por otro lado (risas).
Supongo que la virtud habrá que buscarla en un punto medio entre UNICEF y Qatar...
Al final, los valores están muy bien hasta que llega el dinero. Tengo un amigo muy cabrón que dice “money talks, bullshit walks” (el dinero habla, la mentira anda). Yo estoy muy de acuerdo con esa narrativa de valores, me encanta ser socio de un equipo así, pero luego me ha tocado los cojones ver lo que han hecho Laporta y Rosell con Hacienda, los fichajes, los niños que han traído saltándose las reglas... y tener que reconocer que, como decía el Madrid y como decía Mourinho, todo era una pose... Aunque también te digo que a los madridistas todo esto les ha venido muy bien.
¿Para crear una narrativa a la contra?
De alguna manera, porque aquello parecía el gimnasio de los malos y de los buenos de Karate Kid, tal cual. Guardiola era el Señor Miyagi y Messi era Daniel San... mientras que Mourinho era el otro, el de “sin piedad, a la pierna” y Pepe era el rubio vestido de calavera. Ya que lo has mencionado antes: con tanto Neymar y tanto Messi, ¿nos hemos olvidado de lo bueno que era Ronaldinho? Lo que pasa es que Ronaldinho se equivocó de profesión: Ronaldinho era un artista, un malabarista... Messi, en cambio, es un futbolista acojonante pero no hace nada superfluo, lo que pasa es que lo que hace, además de práctico, es espectacular... y Ronaldinho es un tío que te llenaba el campo pero no para ver si ganaba el Barça sino para verle a él. En cada partido se inventaba una cosa nueva.
«Ronaldinho es un tío que te llenaba el campo pero no para ver si ganaba el Barça sino para verle a él»
¿Cuál es tu primer recuerdo futbolero?
Tengo muchos recuerdos... Por ejemplo, recuerdo a Lineker. Yo era muy pequeño y fue el primer jugador que molaba decir que “eras de él” en el patio del colegio. Yo creo que por el nombre. “Gary Lineker”. Tiene nombre como de súper héroe. Y luego, la final de la Champions del 92 y el gol de Koeman. Venía yo de unos campamentos y estábamos todos en el autobús emocionados. Fue el primer partido que viví intensamente... Y mira que fue un partido de mierda, creo que nunca he vivido una final con tanta angustia y a la vez con tanto entusiasmo después.
¿Y el último partido al que has ido?
No voy al campo. No me gusta nada. Bueno, fui al Calderón una vez, con mi padre, y nos metieron cuatro o cinco. El partido del Kun Agüero... Sí, ese. Por eso no he vuelto (risas) A ver, es que no lo disfruto en el campo. Yo disfruto el fútbol por la tele. El único partido que sí lo pasé en grande yendo al Camp Nou fue el de la vuelta de Figo. ¡Me dejé la garganta! Habían repartido dinero fotocopiado en la entrada con la cara de Figo y en cuanto salió fue espectacular. Ya en el rondo inicial estaba todo el estadio en silencio, ¡hasta se oía el balón! Toc, toc, toc... y en cuanto llegaba la pelota a Figo todo el mundo se ponía a gritar a la vez.
¿Tan mal lo pasaste con Figo?
Sí, sí, me dolió, aunque en realidad el que lo pasó mal fue mi hermano, que tenía trece años. Le recuerdo en la habitación llorando porque él tenía la camiseta de Figo, y había ido al campus de Figo... donde por cierto tampoco apareció Figo o si apareció fue como “Bienvenido, Mister Figo”. A mí me jodió porque mi fatalismo blaugrana se disparó.
El problema es que si gana el Madrid, el lunes te encuentras con Wyoming, que es un madridista acérrimo...
Wyoming es muy del Madrid y muy de Guti. Dice que es el mejor jugador de la historia del Madrid, yo creo que también por el tema que decíamos de Ronaldinho: Guti iba a lucirse. Hay jugadores que van a sacrificarse y otros que van a que les vean, tienen un punto exhibicionista... y al final son los que venden entradas. Pero, bueno, la verdad es que tampoco tenemos mucho pique porque es bueno que a la gente se la sude un poco el fútbol. Además, Wyoming, como buen aficionado del Madrid, nunca se rebajaría a picarse con uno del Barça, él considera que esto es una cosa de otros, que el Barça se tiene que picar con el Valencia, con el Atleti... (risas)
«Wyoming, como buen aficionado del Madrid, nunca se rebajaría a picarse con uno del Barça, él considera que esto es una cosa de otros»
¿Tus seguidores se cabrean mas con el fútbol o con la política?
Mil veces más con la política... porque los del fútbol ni siquiera siguen a humoristas. Los muy seguidores del fútbol no quieren tener nada que ver con el humor. ¡Incluso ven ‘El Chiringuito’ sin saber que es un programa de humor! La prueba de lo difícil que es hacer humor con el deporte es ‘Periodistas F.C.’ que no duró ni dos meses. El problema es que era un programa demasiado amable, sin el colmillo de ‘Sé lo que hicisteis...’ y aun así recibíamos mogollón de críticas. Quizá siendo más duros habríamos tenido a más gente que no le gusta el deporte, porque tengo la sensación de que la gente muy futbolera se toma todo demasiado en serio.
Para terminar, como le pedimos a cada invitado, ¿podrías darnos tu once inicial de presentadores de televisión o radio con cinco suplentes?
Pues a ver... de portero, David Letterman; línea de cuatro en defensa con Jon Stewart, Buenafuente, Sardá y Ana Pastor; en la media, Gabilondo y Julia Otero con Guillermo Fesser y Juan Luis Cano, de Gomaespuma, en las bandas; y de delanteros, El Gran Wyoming y Connan O´Brien. Para el banquillo, elijo a Ferreras, Pepa Bueno, Pablo Motos, Angels Barceló y Jordi Évole, por si hay que revolucionar el partido. •