Lekuona, el vanguardista que hizo arte del fútbol y murió en el bombardeo de Gernika

Entre sus obras aparecen porteros, defensas, delanteros y balones con forma de relojes. Nicolás de Lekuona recortaba en la prensa para sus collages las espléndidas fotografías del deporte de la época. Entre las que se encontraban las expresiones del fútbol que tanto apasionaba en los años 30

Texto Diego Barcala.- Cada mes de abril se cumple un nuevo aniversario del bombardeo de Gernika (1937). Un símbolo del terror fascista que causó centenares indeterminados de muertos en la localidad vizcaína. Entre las víctimas de la aviación alemana e italiana estaba un joven soñador de apenas 24 años, Nicolás de Lekuona. El artista precoz que con 19 años organizó su primera exposición de pintura se empapó en Madrid de los nuevos movimientos artísticos de principios de siglo. Surrealismo, dadaísmo y racionalismo del que se inspiró para sus creaciones arquitectónicas. 

Pero entre sus obras aparecen porteros, defensas, delanteros y balones con forma de relojes. Nicolás de Lekuona recortaba en la prensa para sus collages las espléndidas fotografías del deporte de la época. Entre las que se encontraban las expresiones del fútbol que tanto apasionaba en los años 30. 

Futbolistas de Nicolás de Lekuona

El joven vasco fue movilizado por el ejército sublevado en la Guerra Civil tras la toma de Guipuzcoa. La Legión Cóndor descosía a bombas aéreas las poblaciones vizcaínas. El 26 de abril se produjo el célebre bombardeo de Gernika, pero las bombas continuaron en los meses posteriores. El 11 de junio de 1937 le tocó a la localidad de Frúniz, cercana a Gernika, donde estaban las tropas aliadas de los nazis entre los que estaba nuestro protagonista. Un ataque de fuego amigo acabó con su vida y con el futuro de un artista del que nunca sabremos qué progresión habría tenido. 

El 11 de junio de 1937 le tocó a la localidad de Frúniz, cercana a Gernika, donde estaban las tropas aliadas de los nazis entre los que estaba nuestro protagonista. Un ataque de fuego amigo acabó con su vida y con el futuro de un artista del que nunca sabremos qué progresión habría tenido. 

El periodista del Times Goerge L. Steel, cuyas crónicas dicen que inspiraron la obra de Picasso y bajo cuya estatua se ofrecen flores hoy en Gernika, describió así en 'El árbol de Gernika' (editorial Txalaparta) los sucesos que mataron a De Lekuona: "De repente, Frúniz se convirtió en un amasijo de bombas. Fijé los prismáticos en aquella dirección. Los hombres salían corriendo agitando sábanas blancas. Pero los bombarderos volvieron sobre su objetivo para después desaparecer. Cuando sugieron los Breguet, las tropas de reserva facciosas se hallaban pasaeando de forma despreocupada por Frúniz bajo un sol espléndido. El ataque causó, según supimos más tarde, 116 muertos. La Policía Motorizada Vasca interceptó en Bilbao un mensaje telegráfico del comandante faccioso de Frúniz: "Estamos sufriendo un bombardeo de aviación amiga con numerosas bajas. Ruego les ordenen retirarse".

No fue hasta los años 80 cuando la obra de De Lekuona fue recuperada. La familia guardaba sus recuerdos y la historiadora de la UNED Adelina Moya recuperó su legado para una exposición itinerante en 1979. En 2004, su obra fue expuesta en el Museo Reina Sofia de Madrid. Sus futbolistas volvieron a saltar y a detener el tiempo en un balón. 

Nicolás de Lekuona