‘Novecento vs Centoventi’

El 16 de marzo de 1975 se celebró el partido histórico del cine italiano. Los amigos de Pasolini contra los de Bertolucci. Una selección del reparto y el equipo de los rodajes de las obras maestras que emprendían esos días.

*Julio Ocampo.- La pasión no conoce nunca el perdón. No te perdono ni siquiera yo, que vivo de pasión”. Con esta poesía, encerrada en pocas palabras, brilla el barrio romano del Pigneto en una mañana cualquiera de primavera, con olores a café tostado, albahaca y habas fritas. La pronunció Pier Paolo Pasolini, escritor y cineasta, amante del fútbol y de la vida, expulsado del Partido Comunista -por indignidad moral y por seguir corrientes ideológicas burguesas como Gide o Sartre- y asesinado brutalmente en la playa de Ostia, en 1975, en circunstancias sin esclarecer. Fue precisamente allí –en el Pigneto, no demasiado lejos de Termini- donde rodó parte de su primera película, ‘Accattone’, en la cual Franco Citti (uno de sus actores fetiche junto a Ninetto Davoli) ejerció como icono de esa Roma marginal y subproletaria, pura, inocente y pecadora a partes iguales. Esa urbe incontaminada con un destino fatal… El de morir con tal de no perder la inocencia.

Corría el año 1961, y junto a Pasolini, como ayudante de producción, trabajaba un jovencísimo Bernardo Bertolucci de 21 años. A partir de entonces, y salvo alguna colaboración como en el primer largometraje de Bertolucci -‘La commare secca’ (protagonizada por Anna Magnani con guion de Pasolini)- sus carreras tomaron distintos caminos. Hasta que el fútbol les unió de nuevo el 16 de marzo de 1975, a pocos meses de la trágica muerte de Pasolini que entonces tenía 53 años.

Corría el año 1961, y junto a Pasolini, como ayudante de producción, trabajaba un jovencísimo Bernardo Bertolucci de 21 años. A partir de entonces, y salvo alguna colaboración como en el primer largometraje de Bertolucci -‘La commare secca’ (protagonizada por Anna Magnani con guion de Pasolini)- sus carreras tomaron distintos caminos.

EL PARTIDO
PPP (Pier Paolo Pasolini), según recoge el periodista Valerio Curcio en su ensayo ‘Il calcio secondo Pasolini’, se encontraba en Mantova grabando su última ópera cinematográfica: ‘Saló o los 120 días de Sodoma’, una adaptación del libro del Marqués de Sade. Por su parte, Bernardo Bertolucci estaba cerca de Parma rodando ‘Novecento’. El partido, que pasó a la historia -según las crónicas de la época- como “Novecento vs. Centoventi”, tuvo como madrina a Laura Betti, quien en la película de Bernardo era Regina, la prima del protagonista Alfredo, interpretado por Robert De Niro. Fueron dos las excusas para vestirse de corto: el cumpleaños de Bertolucci; a quien el fútbol no le interesaba demasiado; y el deseo de paz entre ambos directores tras las críticas de Pasolini a ‘El último tango en París’, calificándola de burguesa. Ugo de Rossi, montador de 'Saló' y capitán del equipo de PPP, recuerda la tensión clasista de la época. “El brazalete en realidad lo llevaba él, pero yo era el alma del casting. Las dos películas pertenecían a la misma producción, pero los presupuestos eran diferentes”. Los de Bertolucci con gente de sombrero; los de Pasolini, como proletarios. “Ganaron ellos, creo que 5-2, pero hicieron trampas porque alinearon juveniles del Parma, y nosotros sólo montadores y demás ayudantes.

» PARTIDO El equipo de Pasolini jugó con los colores azules y granates del Bolonia, el equipo de sus amores. Fotofrafía Centro Studi Pier Paolo Pasolini Casarsa

Bertolucci ejerció de entrenador en la banda, mientras su mujer -Clare Peploegrabó el encuentro. Pasolini montó en cólera, quiso incluso dejar el campo, pero aguantó mientras pudo. Es que para él este deporte significaba algo más que un juego. Trabajaba sólo pensando en las pachangas. Jugaba todos los días. Recuerdo luego en Roma, cuando montábamos, que organizaba siempre el partido a mediodía, justo antes de ir a comer las albóndigas en la trattoria Safa”, añora De Rossi. “En realidad para 'Saló' ejercí de asistente de montaje para Nino Baragli. Aún recuerdo cómo la cinta suscitó tanta polémica a izquierda y derecha- que incluso fue secuestrada una parte, el 50%, y no se aceptó el soborno así que tuvimos que volver a montar casi todo con negativos. No se supo muy bien quién fue”. *artículo completo en Líbero 28.

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