Texto Enzo Oliveira | Fotografía Archivo.-El SC Wiener Viktoria entrena a 7 kilómetros de la capital de Austria. El paisaje es otoñal, digno del pintor Friedrich Loos. En Meidling se percibe el arte y la música de Johan Strauss. Caminar por Viena y sus alrededores es arte puro en todos los sentidos, “arte como el que plasmó Toni para todos nosotros”, balbucea con el escudo del Viktoria en el pecho el camarero del bar en la calle Oswaldgasse 34. “Es nuestro ídolo”, dice otro mientras bebe una jarra de cerveza. En el campo de fútbol frente a la taberna está a diario Anton Polster, el entrenador del equipo a mitad de la tabla de cuarta división. A 2 grados bajo cero, para los fans del Viktoria lo mejor es beber una cerveza… “¡No importa el resultado! ¡Siempre alentamos al equipo!”, grita uno mientras observa el entrenamiento bajo la dirección del mítico artillero, que debutó en el FK Austria Viena en 1982. Polster marcó en su primer club 119 tantos en 147 partidos. Luego fichó por el Torino. Con los italianos celebró nueve tantos en 27 encuentros. Su mejor época deportiva la vivió en el Sevilla entre 1988 y 1991. Promedió 0,94 goles por partido. En el Logroñés marcó 14 veces en 38 duelos. En el Rayo Vallecano, 15 más.
De Viena a Colonia emigró en 1993. Con los alemanes volvió a cifras récord: 79 en 151 partidos. Allí es un ídolo. Cinco años después se fue al Borussia Mönchengladbach para sumar 15 tantos en 38 partidos. Su retirada fue en 2000 en el Salzburg. “Desde antes de retirarme sentí ese gusto por ser entrenador”, afirma el goleador histórico de la Selección de Austria con 44 tantos en 95 presencias. “Me ducho y nos juntamos en la cantina”, dice el histórico atacante con un abrigo largo y una sudadera que luce sus iniciales A.P.
¿Quién es el mejor 9 del mundo?
Podemos ver goleadores completos como Messi, Neymar, Ronaldo pero son medias puntas con mucho gol, no son referentes de área. Yo fui un clásico 9… por eso me gustan mucho Lukaku, Suárez y Cavani. Los dos últimos son determinantes. Es una tremenda suerte para un país tan pequeño como Uruguay tener tan tremendos delanteros.
¿Con cuál te identificas más?
Con Luis Suárez, mi juego era muy parecido al de él. Cavani puede jugar muy bien por las bandas, hacer diagonales, bajar un poco más. Cuando yo era joven, tuve experiencias de jugar por las bandas, pero ya con más experiencia me fui metiendo más en el área. Me gusta ser el referente. Creo que Suárez usa muy bien su eje central, tal como lo pude hacer yo en mi época.
¿Qué tiene que tener un delantero para ser Bota de Oro?
Marcar goles con las dos piernas de la misma manera. Eso te aporta una cantidad de variables interminables. Y si a eso le sumas el golpeo de cabeza y el lanzamiento de penaltis y de faltas, te vas transformando en un atacante muy completo. Tirar penaltis es muy difícil, pero yo siempre quise tirarlos, porque me ayudaron siempre a acortar sequías.
¿Tuviste sequías?
¡Todo delantero para por ellas! Y yo tuve varias. Para mí no marcar en tres o cuatro partidos ya era una sequía. Hoy, muchos delanteros no tiran penaltis, los hacen otros, los centrocampistas. Por miedo o respeto. Pero un atacante completo debe ser capaz de sobreponerse en la plantilla y tirarlos.
¿Recuerdas el penalti que te pitaron fuera del área en Camp Nou?
Por supuesto. Si vemos las imágenes fue mal pitado. Pero esas son las cosas divertidas y hasta anecdóticas del fútbol… Era la temporada 88/89 y yo estaba en Sevilla. Cogí la pelota y marqué el gol. Lo demás es historia. No fue fácil, porque necesitábamos ganar, había mucha presión.
"Quique Setién era un fenómeno. Lo tenía todo. Fue poco valorado para el talento que tenía. Demasiado bueno para el Logroñés. Era un talento completo, hacía goles, tiraba penaltis, faltas, daba pases gol, hacía jugar al equipo"
¿A eso te referías con ser un delantero con personalidad?
No me gustan esos delanteros que no toman esa responsabilidad. Creo que es hasta una obligación, porque ser delantero es vivir del gol y el penalti es una puerta al gol contínua. En ese sentido, Suárez no tira penales, los hace Messi. Tiene personalidad, pero hay jerarquías. Messi es Messi… En ese punto, es cierto. Por ejemplo Maradona tiraba los penaltis. Y hoy Messi es el mejor de esta época, los tira él.
¿Cuál fue el mejor futbolista español con el que jugaste?
Quique Setién era un fenómeno. Lo tenía todo. Fue poco valorado para el talento que tenía. Demasiado bueno para el Logroñés. Era un talento completo, hacía goles, tiraba penaltis, faltas, daba pases gol, hacía jugar al equipo. Todos jugaban mejor cuando estaba en el campo. Cuando él no estaba, se sentía mucho. Así lo hizo en todos los equipos en los que lo vi. Además, yo tenía mucha cercanía en el campo, pues él era el centrocampista que me suministraba el fútbol. Era un estratega, era como si fuese el entrenador, pero dentro del campo.
¿Qué técnico te marcó?
Tuve muy buenos entrenadores, pero en España me marcó David Vidal en el Logroñés. Su trato, su sabiduría, su experiencia. El tipo sabía de todo, no sólo de fútbol, era un erudito, un estudioso. Y me hacía mucha gracia también, porque siempre me ponía como ejemplo en el vestuario y en las charlas técnicas… “!Mirad chavales a este Toni Polster! ¡Este sí que tiene hambre de gol! ¡Mirad cómo entrena! ¡Cómo pelea cada balón! ¡Mirad cómo chuta! ¡Eso es lo que quiero en mi equipo!...” . Me hacía gracia su energía. Ese tipo era un motivador.
¿Te ves dirigiendo en España?
Me encantaría dirigir en España. Tuve una hermosa experiencia ahí, es un país que quiero mucho y que me dio muchas alegrías. Hablo español y quiero dirigir en España. Puedo comunicar mi mensaje, mi estilo. Eso es fundamental, transmitir la idea a los jugadores.
¿Cuál es el gol que más llevas en el corazón?
Yo quiero todos mis goles. Los fáciles, los pequeños, los difíciles. A mí me quedan en la memoria todos mis goles. Quiero mucho cada uno de ellos. Aunque marcar en un Mundial...
Ya que me hablas de Mundial… ¿Quién es tu favorito para Rusia 2018? Alemania sin duda.
¿No hay otro?
Brasil, Argentina, Francia. Pero Alemania está sobre los demás. Tienen casi tres equipos de alto nivel. Y sus jugadores se conocen hace mucho tiempo. Ya lo demostraron en la Copa Confederaciones con un equipo alternativo.
Pero ganó sin mucha gracia…
¿Es Alemania no? Nunca ganaron con mucha gracia. No están para ello. Ellos están para ganar. Y lo hacen. Pero a esa mentalidad añaden que hoy tienen jugadores con mucho talento.
¿Te llama la atención alguno?
Si, Draxler es un talento nato. Pero más allá de los nombres propios, lo que me gusta es la idea futbolística de Joachim Löw. Puede entrar un jugador y reemplazar a otro y el equipo juega igual o mejor. Es tremendo. Tienen a cuatro jugadores por puesto en el más alto. Además, cuentan con referentes que ya todos conocemos. Ellos tienen una columna vertebral muy sólida. Neuer en el arco es la seguridad en persona. Me gusta mucho Kroos y lo que hace en el Real Madrid, en España aprendió a improvisar más, en Alemania, cuando estaba en el Bayern era demasiado ordenado, perfecto, hoy se deja llevar más por el fútbol y Zidane ha sacado lo mejor de él.
¿No ves a otro país de Europa?
Francia y España son los otros dos que pueden estar en las semifinales. Insisto en que Alemania está un peldaño por arriba por sus jugadores, contundencia, idea de juego y variables. Además con la experiencia de ser los actuales campeones.
Francia y España son los otros dos que pueden estar en las semifinales del Mundial. Insisto en que Alemania está un peldaño por arriba por sus jugadores, contundencia, idea de juego y variables
¿Dirigir a la Selección de Austria te quita el sueño?
La verdad que sí. Como no… Pero te digo la verdad, aquí tengo un problema. Todo el mundo me quiere aquí, pero al final no se tiene esa confianza en mí como entrenador. He tenido éxito como entrenador en clubes, pero no confían en mí.
¿Pero cómo? Eres el goleador histórico de la Selección de Austria…
Soy admirado y querido pero nadie se atreve a contratarme aquí en Austria como entrenador. El problema no es mío, el problema es que hay muchos en las oficinas que trabajan gratis aquí hace años. Y si yo llego, haré una limpieza del sistema total. Y hay que ser una persona fuerte para aguantar ese rechazo que yo tengo aquí por ser una persona directa y decir las cosas que pienso. Y como tienen miedo de salir de sus lugares de trabajo, prefieren no contratarme.
¿Cómo ves a la selección de Austria hoy?
Hay muchos jugadores jóvenes. Por ejemplo David Alaba es un jugador con mucho presente y futuro. Lo hace muy bien en el Bayern Múnich. Pero sólo es un jugador, no un equipo. Pero lo que más me molesta es que hay jugadores que renuncian a la selección con 30 años, para mí es una tontería.
¿Quiénes?
Por ejemplo Martin Harnik del Hamburgo y Zlatko Junuzuvic del Werder Bremen, creo que es una tontería. A esta edad, con experiencia, retirarse, creo que no es justo para los fans.
¿Con qué Mundial te quedas de los que jugaste?
Italia 1990 fuimos un equipo muy joven, con muy poca experiencia, muy poca calidad y muy poca clase. Imagínate, el único jugador que estaba en el extranjero era yo, en Sevilla. El resto, todos en Austria. Eso en un Mundial es estar muchos peldaños abajo, sobre todo porque la experiencia juega un factor trascendental a la hora de tomar decisiones erradas o acertadas en cada jugada. Eso nos afectó.
En Francia 98 pudiste marcar…
Fue ante Camerún, tras un lanzamiento de esquina, pude parar la pelota con el pecho y definir con la derecha casi al ángulo. Marcar en un Mundial es lo máximo. La mayor alegría. En Francia fue todo lo contrario que en Italia, más experiencia. Pero tuvimos un equipo en el que tienes que hacer más, teníamos muy buenos jugadores, con experiencia y calidad; como el portero Konsel que estaba en Roma, Andreas Herzog en Dortmund por ejemplo. Pero el primer partido lo empatamos contra Camerún y luego volvimos a empatar con Chile. Perdimos el último con Italia y quedamos fuera.
Más que en un lugar físico, sea de oro o plata, la Bota de Oro está en mi corazón
¿Qué tiene de especial un Mundial?
Es el sueño que has tenido desde que tuviste una pelota de fútbol. Desde siempre, siempre fue jugar con la Selección. Recuerdo haber estado con mi padre en Viena viendo los partidos de Austria en el estadio, cada vez que jugaban aquí, yo y mi padre estábamos en el estadio. Esas cosas no se olvidan, escuchar el himno, cantarlo, estar con tus compañeros, compatriotas, hablar el mismo idioma, las bromas, el vestuario, vestirte con la camiseta de Austria y el escudo en el pecho, caminar por el túnel, ver a la gente con banderas en las graderías. Es indescriptible quizás decirte lo que significa para mi…
Te emociona…
Mucho, porque tengo mucho cariño por cada equipo en donde jugué, pero vestir la camiseta de Austria y ser capitán como yo pude serlo, fue mi sueño de toda la vida… Y lo pude cumplir. Era algo que desde pequeño soñé y no sólo lo pude cumplir una vez, pude cumplirlo 95 veces.
¿La Bota de Oro es lo más importante que lograste como futbolista?
A nivel individual sí. Es la consecuencia al trabajo grupal. Porque el fútbol es un trabajo en equipo. Nosotros, los delanteros, tenemos la suerte de empujar el balón, hacer goles. La alegría máxima de este deporte.
¿Te molestó todo lo que sucedió con el Caso Camataru?
Primero te dieron Bota de Plata… (Camataru ganó fraudulentamente la bota de oro después de que el régimen de Caucescu en Rumanía manipulara las últimas jornadas de la liga rumana para que el delantero batiera a Polster). Esos son temas políticos. Yo sólo hice goles. Luego la UEFA me dio a mi la Bota de Oro en forma oficial. Eso me reconforta.
De la emoción pasaste a la alegría…
¡Imagínate!... Es el premio más importante que pude lograr individualmente. Mira, Messi acaba de ganarla con 37 goles, yo en la temporada 86/87 pude marcar 39 tantos jugando en el Austria Viena. Es una cifra de la que me siento muy orgulloso.
¿La tienes en un lugar especial en casa?
Más que en un lugar físico, sea de oro o plata, está en mi corazón. •