Versus: Toda mi familia fue siempre del Real Madrid. Salvo mis abuelos, uno era del Atlético de Madrid y el otro del Athletic Club de Bilbao. Yo, de nacimiento, cuando al principio todavía no eliges equipo, era del Real Madrid. Luego me llegó una época rebelde con 9 años y decidí elegir el mío propio. Fue entonces cuando me hice del Atleti. Y fue por Futre. Yo estoy muy en contra de esto que suele decirse de que uno puede cambiar de mujer, de ciudad o de partido político pero no puede cambiar de equipo de fútbol. Es más, a principios de la pasada temporada yo quise cambiarme, quería ir con el árbitro. Tengo una hija de 5 años y me empezaba ya a preguntar cosas de fútbol, y yo me negaba a imponerle mi equipo, porque no quiero imponerle nada. En la final de la Champions no le dije con quién tenía que ir, le dije que los dos equipos eran el mismo aunque jugaran con diferente camiseta. Los dos eran el equipo de Madrid, pero uno era el de las torres y otro el del río. No me gusta la competitividad, me gusta el deporte.
Mañas: Eso es muy poético, pero si hay un sitio donde ser competitivo, es en el fútbol. Mi padre era madridista, siempre fue socio del club. Yo crecí en el Bosque de Chamartín, en Manoteras y en Arturo Soria. Iba al Bernabéu pero no soy futbolista de salón, jugué hasta los 16 años y busqué entender y aprender el juego. Incluso años más tarde, a los 36, volví a un equipo de veteranos. Yo creo que me he visto todos los partidos del Madrid hasta la época de Ancelotti. Por Florentino, he estado en huelga de brazos caídos. Es un tipo que primero despide y luego piensa. Volví un poco con Ancelotti y definitivamente cuando llegó Zidane. Y yo sí soy de los que piensa que nunca cambiaría de equipo, eso debe de ser más traumático que cambiar de sexo. Tal vez si fuera una elección racional elegiría otro, no voy a decir cuál. Y me jode que al Real Madrid le hayan hecho el discurso el Barça y el Atlético, volviéndolo el antipático. Si conoces un poco la historia del Real Madrid, sabes que su franja morada, que ahora Florentino ha vuelto azulada, corresponde a la República. Yo, de la misma manera que se puede ser red skin, soy un madridista morado. El Real Madrid no fue el equipo del régimen, es una reducción propiciada fundamentalmente por el Barça que me molesta mucho, sobre todo teniendo en cuenta que Barcelona la tomaron los nacionales en un día y Madrid resistió durante tres años. Si Franco simpatizaba con algún equipo era con el Atlético de Aviación, el Atlético ganaba entonces todas las ligas. Luego, el Atlético cambió al Calderón, comenzó a bañarse en el Manzanares y,por cercanía geográfica, empezó a ser el equipo de otro perfil de gente. Ahora que el rey es del Atleti, yo le pondría la corona a éste y al Madrid le dejaría solo el escudo.
DOS EQUIPOS, UNA CIUDAD
Mañas: Para mí, la leyenda del pupas del Atlético de Madrid es falsa. Tiene un palmarés muy digno, con 10 ligas y 10 copas. Son más títulos que los del Valencia, por ejemplo. No es un equipo que siempre pierda, es el tercer equipo de España. Además, la cantidad de socios que tiene es enorme. A diferencia de lo que ocurre en Barcelona, donde los culés son predominantes y el Espanyol apenas congrega a gente en las peñas, y hay mucha diferencia en el palmarés de ambos, en Madrid la afición se reparte entre madridistas y atléticos de manera bastante equilibrada. Lo que pasa es que en el mundo del arte el que pierde gana, nos encanta el aura del perdedor, lo decadente, nos gusta que Van Gogh no vendiera ni un cuadro en vida.
Versus: Claro que el Atleti es el equipo perdedor. Está bien si lo comparas con otros equipos, pero el Atleti es un sufridor. Yo fui socio del Atleti cuando estaba en Segunda División. Y un día, en un partido de domingo a las 12 de la mañana al que asistí,
en el que el equipo jugaba contra el Mensajero, entonces recién ascendido de Segunda B, en el minuto cinco del juego, le entró un balón en el área al Mensajero, saltaron a la vez los dos defensas, se chocaron las cabezas en el aire y se lesionaron ambos. Me quedé pensando qué hacía yo aquí. Pensaba que en Segunda el Atleti iba a brillar muchísimo más que aquello, que en Segunda División todo iba a ser un paseo. El Real Madrid es el hermano guapo, el hermano listo, el que siempre tiene coche nuevo y con tapicería de cuero. El Atleti es el equipo peleón, aunque ahora lleve unos años muy buenos que lo hagan sentir como si le hubieran subido el sueldo. Pero consigue lo que está consiguiendo a base de lucha, de esfuerzo incluso por encima de sus propias posibilidades. Y gracias a Simeone, que yo no pensaba que fuera a conseguir mucho de lo que está que lo que está consiguiendo, al principio me parecía solo un apagafuegos sustituto de Gregorio Manzano. Y sin embargo ha supuesto un cambio drástico en la filosofía de ganar títulos, quiso evolucionar el fútbol, puso a Koke de medio centro para salir con el balón mejor jugado, quiso definir más el juego brusco que tenía el equipo estos últimos años… No le salió de primeras, tuvo que rehacer su propia idea de la liga. Pero yo nunca había siquiera soñado este equipo que tenemos ahora.
Mañas: Yo creo que Simeone ha sido al Atlético de Madrid lo que Cruyff fue al Barcelona. Lo ha anclado a una nueva filosofía de juego. Luis Aragonés siempre decía que el equipo que mejor jugaba al fútbol era el Barça, el que mejor jugaba a la contra era el Atleti y el equipo que ganaba era el Real Madrid. Yo lo vi cuando jugaron contra el Bayern, cuando estaba sin balón corrían como demonios para recuperarlo, y cuando lo tenían, lo mantenían. Eso es bueno, pero no tiene todavía continuidad en el juego, hay que darle tiempo para conseguir que se estabilice.
FINAL DE CHAMPIONS 2016
Mañas: Tener una ciudad con dos Champions hubiera estado muy bien, no me hubiera importado que ganara el Atleti. Sobre todo porque en Lisboa le vi muchas más ganas de ganar que al Real Madrid, más fútbol, más elementos, más jugadas bonitas, y eso que había menos medios y más lesiones. Yo mismo esta vez tenía menos interés, lo he vivido con menos intensidad. Hubo más tensión en Lisboa, por ejemplo con la lesión de Diego Costa, y la décima era una obsesión. Seguramente el Atleti, en Milán, se pudo llevar el partido antes de los penaltis, en la primera parte, cuando el Madrid estaba más acalambrado. Me pareció un partido con mucho barullo, poco claro, salvo pequeños momentos interesantes como algunos de Bale en la primera parte o el gol de Carrasco en la segunda. Pero el Atleti pudo hacer más sobre todo en la prórroga. En Lisboa no pudieron, aquí se lo podían haber llevado.
Versus: Esta era la primera Champions del Atleti, y no se la podían quitar. Era una pelea de David contra Goliat. Carrasco estuvo inmenso, cambió el rumbo del partido, yo creo que sí hizo cosas bastante impresionantes. El Atleti estuvo toda la final levantándose. Empieza la Champions, encaja un gol el Real Madrid en el minuto 15. Se levantan. Fallan un penalti. Se levantan. Y así, todo el partido, para no conseguirlo. Yo, además, no quería al Madrid en la final porque sabía que se iba a plantear con ese revanchismo con el que se planteó. Al fin y al cabo, lo que se ganaba era igualar una eliminatoria, pero resultaba que perderla significa quedar mucho más abajo que el equipo grande de la ciudad. Si la primera final fue agónica tras aquel gol del minuto 93, esta segundo fue todavía más traumática. No me imagino nada peor.
Mañas: Es verdad que el encuentro, en su contexto, con tanta diferencia en el palmarés, tomó una dimensión cósmica, a mí me recordó a Bodas de sangre. Encima había un Mesías, Simeone, que ha desplegado una energía tremenda para revertir la historia de su equipo. Yo creo que ahora el Atlético tiene que explotar esa belleza moral del perdedor, la debería escenificar en toda Europa, igual que lo ha hecho en España. Para que le sirva de carta de presentación, para armar una campaña como aquella de Papá por qué somos del Atleti, que era brillante. Mientras que el Real Madrid, para mí, lo que tiene que explotar es su lado malo, el de villano, aunque seguramente no sea el mejor ejemplo. Es el lado que me hace gracia del Madrid. Reconozco que yo soy un dictador en el fútbol, veo los equipos como once soldados. No me identifico con el Madrid del señorío, sino con el pisotón de Juanito, o con Mourinho, un personaje que me divertía muchísimo porque creo que toda esa actitud forma parte del fútbol. Defiendo el feísmo en muchos campos de la vida, incluido éste. Aunque es cierto que Mourinho destrozó el vestuario y se puso en contra a medio país, y cuando llegó Ancelotti, a quien yo al principio no quería, puso de acuerdo a todo el mundo, a madridistas, jugadores, presidentes, periodistas… En todo caso, en esta final era cuestión de justicia poética que ganara el Atlético, porque acababa de eliminar al Bayern y al Barça, a los dos equipos más poderosos de Europa en estos momentos. Lo que pasa es que el Madrid es el Madrid, ya lo decía Sámano. No tiene nada, pero es ganar, como sea, con Di Stéfano o sin él, con árbitro o sin él, con justicia o sin ella y hasta con Florentino, que es el peor lastre.
JUGADORES
Versus: Yo soy Valdanista. Es muy cerebral. También soy muy de Guardiola. Soy del fútbol inteligente. Mañas: Eso está muy bien. Yo en cambio soy de los descerebrados, estéticamente me encantan, me encariño con ellos. Versus: Yo jamás apoyaré el teatro en el fútbol. Creo que se puede ganar o perder de mejor o peor manera, pero de ser competitivo al engaño, creo que hay un trecho. Ha habido momentos con Mourinho o Pepe que han sido inaceptables, indignos. Que se dejen los cuernos cuando tengan la pelota entre los pies, pero después, se acabó el espectáculo. Ancelotti ha conseguido lo que ha conseguido a base de calma, precisamente la que no tenía Mourinho. Simeone también es calma, ofrece ruedas de prensa como una persona educada y respetuosa, que es lo menos que se le puede pedir a alguien que habla en público.
Mañas: Para mí, dos grandes del Madrid han sido Raúl y Guti, muy diferentes entre sí. Raúl seguramente no era el más técnico, ni era el más físico…
Versus: Entonces lo que te gustaba de él eran sus cualidades de atlético…
Mañas: Bueno, son también parte del carácter del Madrid. Pero, como decía Valdano, tenía la cabeza fría, lo admiro mucho por eso, yo que soy de sangre caliente. El mismo día que debutó, con 17 años, fue capaz de desconectar y dormirse en el autobús. A un tío tan tranquilo le va a ir bien. Raúl tiene la frialdad del pistolero, de razonar las jugadas. De Guti, no puedo borrar la imagen de una jugada suya en un partido que me encantó y jugó contra el Sevilla. Hizo un pase desde el centro del campo y lo teledirigió, atravesó una barrera de jugadores y le llegó a Higuaín. Tenía muy buena visión, hacía cosas de ciencia ficción. Lo que pasa es que era un descerebrado, le gustaba demasiado la noche, era un talento sin control. Versus: Yo soy del Atleti, en gran medida, por Fernando Torres, porque representa el lado humano del futbolista. Es sensible, se vino abajo en el momento en el que la gente lo empezó a poner en duda, sobre todo con la presión que
soportó en los últimos meses en el Liverpool. Y al volver al Atleti, lo primero que hizo fue marcarle un gol al Madrid.
Buen chico.
LITERATURA Y FÚTBOL
Mañas: Hubo un momento en que el fútbol se consideraba de baja estofa entre los escritores. García Hortelano escondía que iba a los partidos. Ahora ocurre al revés, todo el mundo se pelea por saber de fútbol, hacer las crónicas. Manuel Jabois, por ejemplo, o Montero Glez, que escribió ese libro tan bonito de Diario de un hincha. Versus: O Luis García Montero, que es del Real Madrid, y Almudena Grandes, que es del Atlético.
Mañas: Fíjate, se puede ser de izquierdas y del Madrid. Versus: Aquí, en el Aleatorio, ponemos muchos partidos. Rafa Sarmentero viene con frecuencia, y es del Barça, y yo a los del Barça los siento a todos en la misma mesa.
Mañas: Hay muchos apuntándose al Barça ahora. Messi es el Di Stéfano de su época, pero Di Stéfano mezclado con la quinta del Buitre. Además está muy bien rodeado de sus compañeros.
Versus: Yo defiendo el papel de su entrenador, que llegó con Messi vomitando, con la mitad del club imputado y aun así ganó la liga. Es una injusticia como se lo ha tratado. •