Robert Pirès: «El fútbol no pertenece a los ricos»

Formó parte de la generación dorada del fútbol francés que encadenó Mundial 98 y Eurocopa 2000. También fue el detonador del mejor Arsenal de la historia, antes de darse un último gusto con el Villarreal de Manuel Pellegrini. ‘D’Artagnan’, como lo llamaban los ingleses, vive ahora en Ibiza, donde sigue disfrutando del fútbol con un equipo de Segunda B.

Florent Torchut.- La última vez que se cruzaron nuestros caminos, Robert Pirès estaba viviendo en Londres, la tierra de sus mayores hazañas con la camiseta de los Gunners. El verano pasado, el francés decidió abandonar su segundo hogar para instalarse en Baleares, acompañado de sus hijos y su mujer, con la idea de no atravesar otro confinamiento en la megalópolis inglesa. En la isla de Ibiza se sintió cómodo de inmediato. Y no tardó en picarle de nuevo el bicho del fútbol. Cuando apenas arrancaba el otoño, los jugadores de la Peña Deportiva de Santa Eularia des Riu se sorprendieron viendo a un campeón del mundo observándolos mientras entrenaban.

Al poco tiempo, Raúl Casañ le propuso integrar su cuerpo técnico. “Intentamos robarle parte de su gran experiencia, su presencia suma mucho”, apunta el entrenador valenciano. Robert Pirès es un extraterrestre comparado con sus compañeros que levantaron la Copa del mundo en 1998. Jugó durante casi 20 años en la élite, pero disfruta igual conviviendo con el fútbol amateur. Por eso hoy participa de los rondos del club local como si fuese uno más. Basta con verlo al lado de sus nuevos compañeros, haciendo malabares en el medio del campo municipal, para entender que a los 47 sigue siendo un niño al que solo la pelota hace feliz.

¿Cómo un campeón del mundo aterriza en un club de Segunda B... ?
El verano pasado decidí irme de Londres con mi familia por la pandemia y el Brexit. Un amigo me recomendó venir a Santa Eularia. Encontramos una escuela inglesa para los niños y nos venimos. Mis hijos empezaron a jugar con la Peña Deportiva y mientras los esperaba miraba al primer equipo de Peña Deportiva entrenando. Hablé con Raul Casañ, el entrenador, y le comenté el trabajo que hacía con Arsenal, al lado de Arsène Wenger, Unai Emery y luego Mikel Arteta, donde solía acompañar a los jugadores que volvían de una lesión. Es muy duro readaptarte cuando estuviste fuera durante un tiempo. Corres solo, te preguntas si podrás alcanzar de nuevo tu mejor nivel... Raúl me dijo que le interesaba que colaborara con ellos. Me permite apoyarlos mentalmente y también mantenerme fisicamente.

IBIZA» El exjugador francés en Baleares. Foto. Florent Torchut.

¿Que te brinda esta nueva experiencia en un club amateur?
Yo tuve la suerte de jugar a un cierto nivel, pero lo que me gusta ante todo es el fútbol. Aquí hay tipos que trabajan de abogado, de policía... Pero todos somos amantes de la pelota. (Pasa el presidente del club, Juan Mari, se para y lo saluda con naturalidad: “Hola presi, qué  tal?”) Hago de comodín cuando me necesitan y hago paredes para los delanteros. Disfruto igual aquí, con este equipo de Segunda B, que cuando jugaba en Marsella, Arsenal o Villarreal. Es un privilegio poder estar en el campo todas las tardes, reencontrar esa libertad que tanto nos hizo falta con la pandemia...

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