'Robocop 2'. El España-Malta por Guille Galván

Se corrió la voz y empezaron a querer ver el España-Malta amigos de amigos y hermanos mayores. Cometí el error de dejar la cinta. Pasado el fin de semana no volvía. Pregunté y llegó la explicación al retraso: mi hermano se la dejó puesta y tenía programada la porno del Plus.

Guille Galván.- “Es la alegría más grande de mi vida”, decía un radiante Miguel Muñoz al micro de Alfonso Azuara, la noche de un 21 de diciembre de 1983, en la banda de un Benito Villamarín invadido y pasado por agua, testigo de la hazaña más surrealista de la historia del fútbol español. 

Después de haber visto ganar mundiales, eurocopas, todo tipo de torneos internacionales, cuesta entender que el cantar de gesta de los ochenta, el que regó la infancia de la generación de oro del fútbol español fuera meterle 12 goles a una selección de carpinteros, policías, bomberos y taxistas; amateur hasta la médula. Cuatro décadas después, podemos convenir en que está feo meterle más de diez a nadie. Sin poner en duda la machada de aquella noche, el tiempo y todos los éxitos posteriores ha dejado aquel choque en una suerte de cucaña gigante, el premio comarcal de ingesta de huevos duros. Que, ¡ojo! nadie se ofenda, tiene mucho mérito.

Cuatro de Rincón, cuatro de Santillana, dos de Maceda, Sarabia y Señor. Gol en propia, penalti fallado, expulsiones, invasiones de campo…

Por esas fechas yo acababa de cumplir los tres años y todos los recuerdos que tengo del choque son historias posteriores que oí a los adultos; engalanadas con detalles épicos y belicosos. Aquello debía haber sido poco menos que salir victorioso de Stalingrado. Cuatro de Rincón, cuatro de Santillana, dos de Maceda, Sarabia y Señor. Gol en propia, penalti fallado, expulsiones, invasiones de campo… En mi cabeza aquellos tipos eran superhéroes de Marvel en tiempos donde los éxitos de selecciones venían de fuera y pasaban delante de nuestras narices infantiles como un aroma inalcanzable.

Salvo los resúmenes de los goles que esporádicamente repetía TVE en especiales, nunca había visto aquel partido completo hasta que, años más tarde, con once o doce años, fue emitido por un programa en la neonata Telecinco. ‘Futbolísimo’ creo que se llamaba. Emitían el partido entero junto a un sanedrín de exjugadores y periodistas. Era un poco bajón porque no podían usar los comentarios originales, aquella retransmisión sustituía el tándem de locutores De la Casa/Azuara por JJSantos/Aberasturi. El día y la noche.*

*Lee la historia completa en la nueva edición de Líbero. Disponible aquí.