Saúl Ñíguez: «No necesito el balón para disfrutar»

El soldado perfecto de Simeone. Un convencido de la causa atlética las 24 horas del día. En las últimas temporadas le ha tocado liderar al equipo y demostrar lo aprendido de tipos como Gabi, Godín o el propio niño Torres.

Líbero.- Todavía hace tiempo de pantalón corto. Aunque sea primera hora de la mañana. Llega puntual a un estudio de fotografía en el barrio de Prosperidad, en Madrid. Saúl Ñíguez (Elche 1994) es alto. Y fuerte. De hecho confiesa que a él también le sorprende la báscula. Pesa 77 kg. “Tiago Mendes mide lo mismo que y pesa 73 kilos, ¿Qué te parece?”, explica durante la sesión fotográfica con productos de su marca, Nike, que le acompaña desde que llegó al Atlético de Madrid con 11 años. Su relación con la ropa deportiva va unida a su trayectoria porque en la entrevista explicará por qué esa bolsa de Nike con el material que recibió en su primer día de rojiblanco le cambió la vida.

No es fácil encontrar un jugador tan identificado con su club. Y va más allá del gesto de un tatuaje. En su caso lleva en el bíceps un escudo del Elche fusionado con el del Atleti. Ojo, el antiguo. Se intuye que Saúl es afín a los que defienden los símbolos y valores tradicionales del Manzanares. Pero su asimilación de la filosofía atlética es integral. Se empieza por la cantera, la manera de ver el fútbol, de competir y se acaba por la manera de vivir. “¿La nueva ciudad deportiva? Bueno tenemos una taquillita y no necesitamos más, somos el Atleti, ¿qué quieres?”. Describe su juego casi como el que lee la letra de un himno. No es una exageración, Saúl parece el experimento de una familia de futbolistas que empezó con las 11 temporadas de su padre en el Elche y un entrenador que ha virado la historia de un club como Diego Simeone.

SAÚL» El 8 del Atlético durante la sesión de fotos en Madrid. Foto. Lino Escurís.

Empecemos por la familia. ¿En tu casa sois del Elche o de un equipo y además del Elche? ¿Organizáis la agenda familiar por el partido del Elche?Ahora mismo cada vez es más difícil porque coinciden los partidos pero por ejemplo ahora he estado en la selección con David de Gea y en la merienda, aunque nos pongan multa, nos vemos el partido del Elche. Mi padre ha jugado 11 temporadas en el Elche, mis hermanos han vivido esas temporadas viéndole en el campo. Yo no vi a mi padre, pero cuantdo tenía 6 años, como vivíamos cerca del estadio ya iba a los partidos. En la cantera teníamos un carné de entrada vip y mi fin de semana era jugar y ver al Elche en el fondo sur, al lado de la Jove y a cantar. 

Tres hermanos, los tres futbolistas profesionales. ¿Tu padre os forzó o salió de manera natural? 
En principio sí fue natural. En el caso de mis hermanos, no sé si presionó más. Veía a mis hermanos y me picaba el gusanillo. Es que jugábamos en todos lados. Íbamos de viaje a Orlando y sacábamos de la maleta los calcetines para jugar. Eso sí, me tocaba de portero, por ser el pequeño. Sacaba en la terminal del aeropuerto, entre dos vigas de portería y a jugar. Mi padre no forzó nada pero es lógico que vivir en el ámbito futbolístico ayuda a que te guste más el fútbol pero al final ha ido saliendo solo.

¿Cómo es una cena con todos juntos? ¿Intentáis evitar el fútbol?
Depende del momento. Cuando nos juntamos los cinco, en Navidad, intentamos evitarlo pero siempre cae algo porque yo estoy jugando mal o mi hermano no está jugando… Si sacas el tema, mi padre te quiere exigir más, tu hermano te dice la verdad… como tenemos esa buena relación, nadie se calla lo que piensa. Y a veces… ha hecho daño. 

Eres el pequeño, por tanto, el experimento de todos. 
He tenido la suerte de que en mi trayectoria siempre estaba avisado de lo que me iba a suceder. Mis dos hermanos también se fueron de casa de pequeñitos… Y siempre me decían: Saúl lleva cuidado que te va a pasar esto. Y te pasaba. Y hay cosas que no son solo fútbol sino personales que hasta que no te pasan, no eres consciente. Pero es verdad que siempre he ido un paso por delante gracias a ellos y sus advertencias.

«El fútbol va cambiando y dentro de 10 años diremos, joder es que los de ahora sí que están más preparados. Me pasa con mi padre, yo veo ahora su época en YouTube y digo… madre mía ¿Esto era fútbol?»

Me da pena tu madre.
También lo he pensado, pero está acostumbrada. Ha sufrido mucho porque mis hermanos, desde que yo tenía 5 años, están fuera. Ahora están en Malasia y en el Alcoyano que es cerquita, pero me hubiera gustado tener más tiempo con ellos. Cuando hablo con Aarón siempre se lo digo, que cuelgo y lo paso mal porque quiero estar con ellos y no puedo. 

Por cierto, he visto que tu hermano Aarón es vegetariano.
100% desde hace tres o cuatro meses. Lleva más de un año intentando no comer nada animal. Tenemos un nutricionista con el que estoy ttrabajando y nos dice que la comida vegana nos puede ayudar a rendir mejor. Y yo, sin ser vegano, el 80% de la dieta que como es vegana. Es más por cojones, por los temas del riñón (Saúl sufrió un golpe 2015 que casi le lleva a extirparle el órgano), me dijeron que era mejor que evitara la proteína animal. A ver, no tengo problema, voy a un restaurante y como de todo, que es lo que creo que es bueno, comer de todo. Pero mi nutricionista me pone una dieta casi 100% vegana, pero cuando como fuera aprovecho y me zampo la carne.

Un nutricionista del Atlético de Madrid me contó que al Kun le daban un 20% más de proteínas que los laterales porque su juego se basaba en la potencia. 
Claro, pero ¿Yo qué hago? Me pasa lo mismo con los tacos. Dependiendo de dónde juegues utilizas unos tacos u otros pero a lo mejor en un partido paso por todas las posiciones. Si de inicio voy en defensa, me pongo aluminio para evitar resbalarme, que es más peligroso. Con la comida lo hago completo, da igual dónde juege. Lo mismo con los preparadores físicos que me preparan cada semana para la posición en la que voy a jugar por si tengo que preparar la fuerza para prevenir lesiones… No es solo la alimentación, o el entrenamiento o el cuerpo dependiendo de las fibras. Tengo un cuerpo alto con fibras no muy explosivas, pero no soy lento… Creo que estoy bien compensado. 

 

Cuando decías que tus hermanos te advertían de todo, ¿te refieres a lo que te pasó en el Real Madrid? ¿Te advirtieron de que en ese vestuario la gente iría a muerte?
Por ejemplo. Sí. No solo eso, porque soy muy competitivo y no tengo problema. Pero me decían, Saúl, vas a ir ahí y lo vas a pasar mal. Vas a llorar todas las noches, vas a echar de menos… y yo, que va, que va… Pues sí. Salí con 11 años, dejé a los amigos detrás… Por ejemplo, tu verano se va haciendo cada vez más corto, de tres meses, a dos meses… una semana. Cada vez tengo menos vacaciones. Menos mal que tengo amigos desde la infancia que me apoyan a pesar de que no les puedo dar el cariño se merecen. 

Dejaste triste el Madrid y te fuiste el Atlético feliz. ¿En qué se diferencian ambos clubes para un niño de 11 años?
Hay tantas cosas… Es tan dierente. No tenía ganas de volver a Madrid. Tenía la opción del Valencia y el Villarreal. Sobre todo el Valencia, donde habían estado mis hermanos. Había oído hablar muy bien de ahí, conocía la gente porque iba a ver a mi hermano a Paterna y era la opción que iba a elegir. Además el Valencia me gusta, está cerca de casa, exigencia alta… y tenía un sentimiento bastante bonito con el Valencia y Pepe [Fernández] (su entrenador entonces) llamó a mi padre, tuvieron una comida y me dijo: ¿Quieres volver a Madrid? Yo le dije que no. Pero me dijo que en realidad era al Atlético. Tenía 11 años, no tenía mucho que pensar pero dije que me lo pensaría. Hablamos en una comida con Pepe, me explicó el proyecto, que iba ajugar de interior…

ATLÉTICO» Saúl presentando una equipación nueva en 2019. Foto. Lino Escurís

Pero tenías 11 años. ¿Qué proyecto te iba a explicar con esa edad?
Sí pero cuando sales de casa, maduras mucho antes,. Se lo recomiendo siempre a mis amigos. Sales de casa y ves las orejas al lobo. En el Madrid yo era el más pequeño de la residencia y convivía con gente mucho más mayor.  Aprendes. Cuando llegué al Atleti, vine al Calderón, me senté en la mesa todo ilusionado y Amorrortu [entonces director de la cantera atlética] me dice que no confía en mí. Me dijo que no me conocía como jugador. Como yo no era su prioridad no se había fijado en mí. Pero me dijo que confiaba en Pepe y que habían echado a dos personas de la residencia por mí. Hicieron ese esfuerzo por mí. Y la verdad es que cuando me senté en la mesa y me dijo eso de que no confiaba en mí, miré a mi padre: ¿Papá, vamos a firmar o no? Y firmé el contrato sin cobrar nada. Solo quería la ficha. Había tenido solo el pago de la gasolina de mi padre que me acuerdo eran 322 euros. Me acuerdo claramente porque era la primera vez que veía algo en la cuenta. Además, no quería que la gente pensara que por venir de fuera tenía que cobrar. Por suerte mi padre podía permitirse subir a verme y ese año fue buenísimo en todo. El Atlético es totalmente diferente. 

¿En qué se diferencia al Madrid?
En todo, absolutamente en todo. Cuando llegas al Atlético de Madrid te dan tu mochila de Nike grande y lo primero que te dice el preparador físico es que hay dos campos de césped artificial muy malos que quemaba siempre y yo venía de unos campos perfectos de Valdebebas donde podías jugar con las botas que quisieras. Y llego al Atleti y me dicen que no puedo jugar con tacos sino con multitaco porque hay riesgo de lesión en los campos de caucho con los tacos normales…  ¿Multitaco? Pero si yo no tengo botas de esas. Vas a traer deportivos de correr. ¿De correr? Pero si yo no corría en el otro sitio. Y me decían: sí, deportivos de correr con la punta hacia arriba, suela ancha… Te dan tu ropa, que es para ti y tú te la lavas, no como en el Madrid en el que te hacían todo. Aquí tienes que preocuparte de tus chanclas, tu toalla, de todo. En el Madrid, entrenas y dejas la ropa. La gente. Llegué a un vestuario de niños, pero muy cercano. Y el ambiente que viví era el que yo quería, el que tenía en Elche. Un vestuario unido, sin egos. y así nos fue. Ganamos la Nike Cup de España, nos eliminó el Sao Paulo en la del mundo, pero porque tuvimos dos jugadores que no vienieron, el míster se fue otra vez al Real Madrid… pero conseguimos cosas. Competíamos contra gente mayor y sacó lo mejor de mí. Noté el cambio, era feliz. Luego Pepe me llamó para irme al Madrid y dije; no, estoy en casa, he encontrado mi lugar y no me quiero mover.  

Tu generación es de jugadores que están en una academia profesional desde muy niños. No tenéis la frescura o la imaginación de haber jugado en la calle o en una liga escolar. También sois mejores tácticamente que los futbolistas de los 80.
Liga escolar no, pero yo he jugado en tierra. De hecho empecé en pista jugando editango [fútbol sala] para luego fichar por el Elche con 6 años. Luego fui al Madrid, y el Atleti con 11 años hasta la cesión en el Rayo en 2014. Pero liga escolar no. Yo empecé a tomarme el fútbol como profesional en el filial y poco más. Es verdad que llegué con 15 años a eso pero hasta que no llegó el tercer año en el filial, con 18 años, no pensaba en tomármelo en serio. Antes me lo pasa bien o a veces no tan bien porque cuando jugaba mal era duro por aguantar a mi padre, pero gracias a eso me exigí mucho más.

Me refiero a que sois jugadores muy físicos y también buenos técnicamente pero que quizá no hacéis nunca algo nuevo o imaginativo. No digo que eso sea mejor. 
¿Tú crees? Ves a Neymar… 

Bueno, pero es brasileño. De cantera, pero de Brasil. 
Ya pero en el Barça ya estaba en el máximo nivel y hacía lo que quería. Siempre hay jugadores diferentes. Yo en la cantera tenía de compañeros a Koke y Samu Villa que eran extremos y jugaban diferente. Yo era mediocentro, con ida y vuelta, tengo trabajo, sacrificio… Llego bien de segunda línea. Tengo regate, pero si juego en el medio no puedo. Si estuviera en la banda podría hacer algo más, algún lujo o una tontería. De central… pues contundente. Yo lo que hago bien es adaptarme. A veces me gustaría tirarme un caño en el medio, pero si es lo mejor para el equipo. Si te lo pide el mister. 


Por eso lo digo. Sois mejores para el fútbol que alguien menos académico.
El fútbol va evolucionando. No sabría decir, pero mi juego siempre lo he tenido. Empecé de delantero centro, luego derecha, luego medio. Y Pepe me dijo que el único que podía subir y bajar era yo. Ya lo hacía de pequeño. Otro ejemplo, Koke. Siempre se va a sacrificar porque es su manera de jugar y no por haber jugado en el Atlético de Madrrid. En la selección por ejemplo, Thiago Alcántara, tiene esa visión que tú dices pero también se sacrifica. En el fútbol de ahora si no trabajas… El fútbol va cambiando y dentro de 10 años diremos, joder es que los de ahora sí que están más preparados. Me pasa con mi padre, yo veo ahora su época en YouTube y digo… madre mía ¿Esto era fútbol?

Estabas en la cantera y veías que en el Atleti las estrellas se van. Por ejemplo, verías la salida de Fernando Torres. 
Al final la salida de Fernando se hace para ayudar al club. Es verdad que a Fernando le viene muy bien, económicamente y a nivel deportivo, pero al final se sacrifica porque aquí lo tenía todo o solo buscaba un reto mayor. Lo debería explicar él, igual es mejor que no me meta. Pero el Atlético siempre ha estado agradecido porque el club acababa de subir de Segunda, fichó al Kun que era un chico joven que aprendió de Fernando, al que valoraban todos. Era el ídolo porque se lo había ganado, en Segunda, subido a Primera, lo había metido cerca de Europa. Es verdad que empezábamos bien las temporadas pero quedábamos entre el octavo y el décimo. Y yo coincidí su último año. No tuve la suerte de coincidir con él porque entrenábamos uno por la mañana y otro por las tardes, pero al final sí pude.

¿Su fichaje de vuelta es el que más ilusión te ha hecho de todos los que ha hecho el club?
Sin ninguna duda. Coincidir con él puede ser de las mejores cosas que me han pasado a nivel futbolístico y a nivel personal. Es mí ídolo y después de dos años y medio es mi amigo. Lo que aprendo de él cada día, cada vez que hablo con él es siempre… Igual es porque es mi ídolo y cada vez que habla tengo las orejas abiertas, pero todo lo que dice, todo lo que hace, los negocios… lo piensas y dices qué bien, cómo se ha preocupado por hacerlo bien para que le haya ido siempre tan bien como le ha ido.

«Con Torres allí empecé a amar a Gerrard y pensaba que me quería parecer a él. Por eso el trabajo, el ida y vuelta, la llegada de segunda línea… Creo que Steven lo tenía todo, era super completo y he intentado trabajar para parecerme a él».

Por ejemplo cuenta que eligió el Liverpool porque era un club muy parecido al Atletico en cuanto a la relación con la afición. 
No creo que fuera al azar. Tuvo esa inquietud. No es casualidad nunca que le vaya bien. Abre un negocio y le va bien. Nada es casualidad, todo lo piensa. Seguro que pensó en el Liverpool y pensó en que era un equipo que le iba bien a su estilo de juego para sacar lo mejor de él. Tenía además a Steven Gerrard que es otro de mis ídolos. Esa pareja era increible. 

 El otro día te vi un pase con el exterior que podría ser de Gerrard.
Contra el Getafe. Bueno Gerrard tenía un empeine seco que pegaba un pase de 80 metros a media altura… y pensabas, qué cabrón, no se le ha levantado nada. Con Torres allí empecé a amar a Gerrard y pensaba que me quería parecer a él. Por eso el trabajo, el ida y vuelta, la llegada de segunda línea… Creo que Steven lo tenía todo, era super comleto y he intentado trabajar para parecerme a él. 

De ahí tu dorsal, el 8.
No solo por eso, pero desde que llegué al Atlético de Madrid y pude elegir el número, elegí el 8. En el Real Madrid no elegías, tenías el número en función de tu posición en el campo, pero como aquí te la daban y tú te la lavabas, elegí el 8.

¿No te ha dado pena que Torres se retirara en Japón en lugar de aquí?
Con tenerlo a mí lado… Pero él no quería ser un problema para el club porque cuando Fernando Torres no juega, siempre crea unas expectativas muy altas y él, pensando en lo mejor para el club quizá pensó que lo mejor era irse ganando un título, despidiéndose del Calderón con dos goles, la bienvenida del Metropolitano con otros dos goles y a mí me da pena que se haya despedido en Japón, pero a él le motivaba. Vi el partido y le metieron seis. Eso me da pena. Vi el partido y me dio pena que se despidiera así porque que te metan seis… No había más que ver su cara. Yo le había dicho que metiera dos goles como siempre. Pero hay muchas cosas significativas de él. Un día vino de Japón a Madrid y le dejé el coche porque no tenía coche aquí y vino a mi casa. Le había pedido consejo de ciertas cosas, hablamos para despedirse y me dio un abrazo muy sentido… y me vine arriba, porque lo que siento por él… buah… y me dijo: “Suerte”. Estaba en mi jardín, me puso los pelos de punta. Recuerdo que subí a mi casa y empecé: “Cariño, cariño me ha dado un abrazo”. Pensar que tu ídolo de verdad también siente algo por ti. Seguro que ahora que está de vuelta en Madrid me va a ayudar a crecer. Cuando tienes a gente cercana en el vestuario y se va, es duro. Se fue Moyá que era importante para mí, Fernando… se van los cercanos a mí y quería aprender de ellos, de los veteranos. Fue muy duro. 

En una serie de Amazon se ve como Torres te aconseja meter goles. Te mete esa presión.
En mi posición, muchas o casi todas las veces, depende del gol. Para mí el inicio de temporada está siento muy bueno porque estoy compitiendo, en forma, van las cosas bien pero llevo cero goles y no se me destaca. Sin embargo, si llego de segunda línea y meto gol, mi partido ya pega una bomba explosiva de niveles mundiales. El mismo partido, sin gol, no hace ruido. Pero llega con un gol de rebote y metes ruido. Cuando empecé y entré en el equipo por la lesión de Tiago, mi fútbol era bastante escaso, muy limitado. Qué mal jugaba. Pero voy a Granada, minuto 60 y me cambian. Y pensé que había perdido mi oportunidad. Recuerdo que en el siguiente partido me puso el míster de nuevo. Pero mi fútbol… no jugué muy bien, pero metí gol. Y eso me dio la oportunidad. Seguí jugando. Pero no jugaba bien. Pero metía goles. Después, empiezo a jugar bien, pero no meto goles. Vamos que si las cosas no van juntas, no funciona. Un mediocentro como Gerrard, si no asiste o mete goles… puedes robar, jugar colocado, ayudar al equipo… lo que quieras, pero sin goles… no destacas.

También lo tienes difícil en un club como el Atletico de Simeone. ¿Puedes que algunos jugadores se vayan a otros equipos más ofensivos a disfrutar más?
No lo creo porque la gente sí disfruta. Yo juego en el Atlético de Madrid y disfruto mucho. Y hay que hacer ver a la gente que jugando así se disfruta también. Yo jugaba con Gabi y salíamos los dos a la presión y robabas un balón y la gente podría decir: bueno ya ves, robar un balón. Pues salías con la presión y te venías tan arriba… en la siguiente jugada ibas volando. ¿Por qué crees que la gente del Atleti aplaude cuando robas un balón? ¿Y por qué crees que la gente del Atleti es diferente? Porque sales a la presión y sale tu central y todo el equipo a la vez y tu gente aplaudiendo… y consigues lo que quieres, ya sea robar un balón o que no te hagan daño o defender una jugada y sacarla… y yo disfruto con eso también. Por ejemplo en la selección española juego de una manera y en el Atlético de otra completamente diferente y disfruto en las dos. Tengo compañeros que dicen, es que así, no vas a disfrutar jugando al fútbol. Pues yo disfruto. No me hace falta el balón, soy feliz donde estoy, con lo que hago y con la gente con la que lo hago. A lo mejor me voy al Barça o al City y no estoy seguro de disfrutar tanto como ahora. Y sí, el balón y lo que quieras, pero disfruto más aquí. 

«Antes del Europeo sub 21 hablé con Celades y se lo dije: Míster, así no va. Somos una banda, nos hemos clasificado en la repesca sufirendo y así no va. O pones un doble pivote o no voy».

Quizá sea el caso de Griezmann que se va a un equipo que crea más oportunidades y pensará que se lo va a pasar mejor metiendo 30 goles. ¿Desgasta demasiado la exigencia de Simeone?
Pero es lo que nos hace diferentes. Recuerdo que ya estaba en el Atlético de Madrid, y llego a la Sub-21 y teníamos un equipazo brutal. Y hubo un momento en el que le dije al míster que no iba más. Que no disfrutaba. Yo soy un jugador de equipo, que necesita preocuparse por el equipo. Y si veo que hay dos jugadores que no corren…. no funciona. O corremos todos… o eres Messi, das dos carreras y metes gol, vale me callo. Pero aquí tenemos que correr todos y ahí no pasaba. Y la gente me criticaba: es que en el Atleti robas y corres y persigues a los rivales. Y ganas las disputas. Y yo decía, ya, pero es que aquí no llego ni a pegarle patadas a los rivales, salgo a destiempo, nadie me cubre la espalda… Antes del Europeo sub 21 hablé con Celades y se lo dije: Míster, así no va. Somos una banda, nos hemos clasificado en la repesca sufriendo y así no va. O pones un doble pivote o no voy. Yo corría, pero corría mal. No había dos contra uno en las bandas, corría solo por el medio, no era un equipo, no disfrutaba, lo pasaba mal y no quería ir. Y empiezas a valorar todo lo del Atlético de Madrid donde, jugaras o no jugaras, íbamos todos juntos. Podías estar encerrado en el área, pero todos juntos. Que vamos arriba, vamos todos juntos. Salía Gabi a la presión y pensabas, pero dónde vas loco. Pues daba igual, salíamos los dos porque para atrás íbamos a correr los dos. Íbamos al míster: no te preocupes porque perdamos la posición que la recuperamos. Y si nos pides que estemos en el área, estamos en el área. Y hacíamos que el equipo estuviera arriba. Y cuando mi equipo corre, disfruto. El otro día remontamos al Eibar todos juntos. Que perdemos, todos juntos, no te preocupes. En la sub-21 empatabas o ganabas y decías, esto no es así, no se juega así. Entonces, te vas al Madrid o al Barça y… Bueno, el Barça es diferente porque tienen a Messi y te marca diferencias y corres por él y lo que haga falta. Pero te vas a cualquier otro equipo y no corren todos y no ganas. Tienes que tener ese jugador que te marque las diferencias o te meta goles como Cristiano o no ganas o no te acercas ni a competir. 

Eres un soldado del cholo. ¿Toda esa filosofía es por este cuerpo técnico?
En parte sí. Cuando al final el míster no consigue eso no conseguimos competir. No digo ganar o perder porque eso es una línea muy fina. Pero competir… si no creemos en lo que hacemos no lo conseguimos. Cuando no te identificas, no consigues el objetivo. Competir e ir mejorando para intentar ganar. 

 ¿Cómo es la pareja de Simeone y Burgos?
Creo que el Cholo y Germán por tantos años que llevan juntos de jugadores y entrenadores tienen esa confianza mutua. Algo tan importante para el Cholo como la estrategia y que diga: toma Germán para ti. Eso dice todo de la confianza del Cholo en Germán. La manera en la que se conocen es la base de su éxito. En un partido a lo mejor el cholo es más caliente y ves a Germán que dice: pará, pará tranquilo… La química que tienen. A veces solo mirándose ya saben de qué jugador están hablando. Química y confianza. 

¿Y en el día a día? ¿Uno hace la táctica y el otro es el motivador?
Incluso diría que ninguno de los dos es más lejano o cercano. Son como son. El Cholo no habla mucho con el jugador, Germán es más cariñoso o gracioso. Pero creo que tienen el equilibrio adecuado. He tenido pocos entrenadores pero por ejemplo Paco Jémez era más cercano, se metía en los rondos… Lo veía bien, ahora es diferente. Ambos son como es su personalidad. 

CALDERÓN. El viejo estadio en la despedida. Foto. L.E.

¿Pasas mucho por el Calderón? ¿Lo has visto con los escombros?
He pasado por lo que queda y la verdas es que es doloroso. Tuve la suerte de debutar ahí y vivir noches mágicas de espectador y de jugador. Es verdad que estaba feo. No tenías parking… nada, era antiguo. Pero la químca y la magia de ese campo era única. Al menos lo que yo he vivido. Me acuerdo de la semifinal que nos elimina el Madrid y perdimos 2-1 y toda la afición se quedó en el campo, sin camiseta, cantando, perdiendo contra el eterno rival y se quedó todo el mundo aplaudiendo orgulloso porque no nos habíamos dado por vencidos. El Metropolitano cada vez es mucho mejor. Se irá formando esa química pero lo que he vivido ahí se queda para el resto de mi vida, más allá de lo que gane. Lo que viví desde dentro en esa semifinal es increible. Un título, te retiras y se va, pero esa experiencia es para toda mi vida. 

El equipo además no se resintió con el cambio de estadio.
El Atlético de Madrid siempre se levanta. Se va Torres, Agüero, Forlán, Costa, Falcao, Griezmann, Turan… todos se van y el Atleti sigue porque no hay nadie más importante que el club. No hay nadie que pare esta dinámica. El que viene, viene con la misma ilusión y ganas. Y este año pasa eso, gente nueva con ganas de aprender, energía positiva muy buena para el grupo…

«El Atlético de Madrid siempre se levanta. Se va Torres, Agüero, Forlán, Costa, Falcao, Griezmann, Turan… todos se van y el Atleti sigue porque no hay nadie más importante que el club».

¿Puede ser que Joao Felix sea mejor que todos esos que has nombrado?Que lo demuestre. Lo que han hecho todos los que he nombrado es muy importante . Es muy joven, muchas ganas d eaprender, con humildad, que no se olvide de donde viene, que trabaje y vendrán los resultados que se proponga porque conseguirá lo que quiera pero…

¿Qué jugador es que el que más te ha sorprendido entrenando con él? 
Pues mira el que me ha sorprendido siempre es Correa porque lo vi llegar con una operación que andaba encogido, con mala pinta de haber sufrido, empezó a entrenar, parecía buen jugador y jugó con el filial un partido para coger minutos. Como no le conocías, te rompía siempre. Tiene giro, pase, gol… parecía el Kun porque es fuerte, choca… y muchas ganas de competir.

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