Fotografía Lola Salinas
Nieves B. Jiménez.- Varry Brava nació en Murcia en 2009, año en el que presentaron su primera maqueta: Ídolo. Poco a poco, Óscar Ferrer, Aarón Sáez y Vicente Illescas han logrado hacerse un hueco musical gracias a una apuesta ecléctica y muy vitalista que va desde una mezcla de indie rock, pop, canción italiana y pop ochentero. Huyen de las respuestas típicas y derrochan ironía. Les une la música y una pasión arrebatadora por el fútbol, mezcla de adrenalina y romanticismo, a través de un engranaje familiar de amigos y primos que les traslada al patio del colegio, a las primeras patadas a un balón.
Vicente Illescas (VI.): Lo del fútbol lo hemos mamado en casa. Mi padre era portero del Sporting Orihuela. Recuerdo jugar con los amigos, los primos... hasta hace poco no he faltado a mis partidos cada fin de semana con los amigos y no me perdía al Orihuela C.F. en aquella Segunda B. Cómo me impactaba entrar al campo, el olor a hierba, casi recuerda a Calamaro cuando conoció el Estadio Azteca, “me quedé duro”.
Aarón Sáez (AS.): Como Luis Aragonés, ¿no? Cuando decía que con solo pisar un campo se volvía loco, el olor a hierba… En mi casa se olía a fútbol. Mi padre fue central del Kelme C.F. (Elche). La pasión futbolística nos viene de fábrica. Era fútbol continuamente. Llegaba a pintar constantemente a Stoichkov pisando pies a árbitros. Era una imagen recurrente para un madridista como yo. Luego quise volar solo. Me hice del Betis. Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Imagínate, el año de Alfonso. El primer futbolista que llevaba unas botas blancas. Fue como cuando te gusta la chica del colegio, ahí, enamorado de todo lo que fuera beticismo.
Óscar Ferrer (ÓF.): A ver, AS.: ¿eres un central que quiere ser medio centro y un madridista que quiere ser del Betis?, confiesa.
AS.: “¡Eh! ¡pero si jugamos que te cagas! Alfonso, Jarni, Pier, Finidi… menudo equipazo... Era tan fan que tenía una bandera en la pared de mi habitación y la camiseta de Alfonso. Antes de cada partido me santiguaba delante de la bandera, sintiendo la habitación tan grande como el Benito Villamarín.
VI.: Yo me hice del Real Madrid justo en la época en que perdía las ligas en Tenerife, no te lo pierdas. Luego, con el tiempo, me fui enterando de que el Madrid lo ganaba todo…Qué joven era... La adrenalina de un partido en vivo fue en Elche, contra los juveniles del Real Madrid y Guti entre sus filas. Me cabree muchísimo con mi padre. Me sentí estafado, quería ver a Butragueño. Afortunadamente mi padre, muy legal, hizo propósito de enmienda y lo arregló con el Trofeo Bahía de Cartagena. Real Madrid - Feyenoord. Un 6-2 contundente. El segundo test de pretemporada con los Sanchís, Míchel, Laudrup… El Feyenoord no salió a pasearse.
AS.: Yo sí que viví la adrenalina pronto, más a ras de suelo. Jugándome el tipo y el peroné. Mis primeros partidos en el pueblo eran más una especie de caños y taconazos de underground. Sitúate: Correntías, Orihuela. El parking de la discoteca: campeonatos de 24 horas. O lo que es lo mismo, maratones de beber y fútbol. En esos cementos en los que no existía ni una raya pintada que dijera que eso era el área, pero todos sabíamos dónde caía. Chuts a portería mientras atravesabas el parking entre litronas. Tenías que hacerte respetar o... juego de contacto, de los que se escuchaba el choque a la espinilla.
FUTURO ENTRENADOR
AS.: Tal vez me queda de eso este espíritu competitivo. Mi equipo siempre gana. No juego bien, pero ganar, ganamos. Ese parking… aprendí mucho. Soy un defensa severo, aquí donde me ves… Y un entrenador de fútbol frustrado, es algo que tengo pendiente. Haré el curso de entrenador.
ÓF.: A mí me tachan de chupón, pero no es planeado. Es por indecisión. Se me pega el balón bajo el pie y mi cabeza empieza a pensar: dónde la lanzo, cómo organizo a éstos. Y los minutos pasando. Una vez jugando a Fútbol 7 me puse de medio centro. Me parece la posición más difícil del mundo. Era llegarme el balón desde abajo y decir, ahora qué cojones pasa aquí. Prefiero ponerme en un lateral y a correr.
SELECCIÓN ESPAÑOLA
AS.: Soy muy de la Selección. Disfruto, sufro, vibro. Ojalá gane el Mundial de Rusia y volvamos a disfrutar. Me fastidia esa actitud de muchos ahora pasando de la Selección. Una actitud muy ventajista. No valoramos que somos campeones del Mundo y de Europa. Hemos pasado de estar en lo más alto a ese tono bajo que todos pasamos en la vida, pero actualmente los veo jugar casi al nivel de antes. En los últimos partidos hay una mejoría que nos hará llegar en plena forma.
VI.: Juegan espectaculares. Además, Lopetegui parece que ha armonizado el grupo otra vez. Creo que su experiencia en los medios le está sirviendo para saber manejar las controversias.
AS.: Ojalá los Iñigo Martínez, Vallejo, dieran un pasito al frente. Necesitamos un par de centrales jóvenes para tener relevo asegurado cuando Piqué y Ramos ya no estén.
VI.: Sí, es lo que menos se ha renovado. Es que menudos bastiones, qué gran defensa.
ÓF.:Una gran Selección, un gran equipo, tiene que tener una gran defensa. Eran muros los Piqué, Busquets, Puyol, Marchena, Capdevila… no pasaba nadie fácilmente. Es importante que los entrenadores tiren de chavales desde los equipos inferiores, prepararlos. Ser central no es tan fácil. Es la posición en la que puede caer y perder confianza con un mínimo fallo. Un delantero falla, pero sigue hasta que entra ese gol, tiene el pleno apoyo. Ahora, un fallo siendo defensa… el público te pone el ojo encima para los restos… La conversación va cogiendo más ambiente. La nostalgia va despertando. Recuerdan lo encantados que se sintieron animando a la Selección en el Mundial de Brasil 2014 componiendo el himno que les propuso el diario Marca, ¡Salta!
VI.: Es que hemos vivido épocas de esas que luego llamas “el apartado de recuerdos en la mochila vital”. Yo era de los de llegar a llorar con goles como el de Goicoechea a Alemania (Mundial de Estados Unidos, 1994). Ese centro chut con tan escaso ángulo colándose en la portería de Bodo Illgner.
AS.: Lo paso fatal y disfruto a partes iguales. Tal vez puede ser herencia de pequeño, viendo cada Mundial y España cayendo en cuartos… semifinales… Y, aviso, lo tengo que ver en la soledad más absoluta. Si me aprietas mucho, con mi amigo Mariano.
» MURCIA Los tres componentes de Varry Brava posan en la ciudad mediterránea.
ÁLBUMES MÍTICOS
Esa pasión por el balón tenía que ir unida inevitablemente a los álbumes de cromos. Otro momento que forma parte de su educación sentimental. Llegar con tu taco de cromos sujetos con una goma elástica, ese trueque en el colegio, un intercambio inocente pero a la vez con ese instinto llámalo depredador y pegarlos luego en casa, con ese mimo de lo alcanzado, con el tubo de pegamento poniéndote perdidos los dedos.
AS.: Auténticas reliquias. Guardo completo el del Mundial 94 de Estados Unidos. Era mítico, los Conejo, Higuita, Tab Ramos… Era brutal. Esos jugadores con bigotazo, futbolistas que fumaban.
semifinales contra Suecia con los Lechtkov, Borimirov, Ivanov y Mihailov... Y tú flipando desde casa, frente al televisor, contemplando la concentración de Suecia entrenando y la de Bulgaria jugando al parchís y fumando ¡y habían llegado a semifinales!
MÍSTICA ROMÁNTICA
VI.: Y las camisetas. Guardo un repertorio bueno. Fíjate que la última es la del centenario del Barça. Guardo aquellas legendarias madridistas Parmalat y Zanussi. Otra que guardo con cariño es la del Eibar, me cae verdaderamente simpático. Un equipo humilde, luchador. Me llega esa historia del origen armero en las Reales Fábricas…
ÓF.: Tal vez nos va esa mística casi romántica de clubes de siempre. Somos superfans del Club Esportiu Europa. Histórico, muy de barrio. Llegaron a alcanzar el subcampeonato de Copa de España y el campeonato de Cataluña. Era uno de los clubes de los llamados padres de la Liga española junto al Barcelona, Real Madrid, Ath Bilbao, RCD Español, Arenas de Getxo… Lo recordamos en una gira y me acuerdo del gesto del periodista alucinado cuando le contamos que éramos hiperseguidores del Europa. Le prometimos que nos pondríamos unas camisetas en el concierto. Dicho y hecho. Nos trajo, al día siguiente, tres.
VI.: Era una cosa muy noventera esto de las camisetas en los conciertos, ¿verdad?
AS.: Sí, Manu Chao con Mano Negra, Calamaro… parece que se ha perdido. VI.: Buf, las camisetas de los 90 eran sábanas. Me las pongo ahora para jugar y son felpas ¡arrancas a sudar! Luego llegó ese tejido técnico y el poliéster, una bomba de relojería para el sudor.
ÓF.: Yo me quedo con los 80. Ese corte más estético, más estilo, como aquellas de Italia. Nada de enfundártela en una pachanga con los amigos.
EQUIPO MÁS INDIE
¿Cuál sería el futbolista más indie?
AS.: No tanto futbolista, yo diría el equipo más indie: Orihuela Deportiva. Ha vuelto. Lo han resucitado los aficionados. Lo llaman accionariado popular. Gente de barrio, con poquito dinero, ha recuperado al equipo. El Orihuela era el equipo referente de la localidad, probablemente, de toda la comarca de la Vega Baja del Segura. Dejó de competir al no poder hacer frente a los pagos federativos. Después de disputar hasta cinco temporadas en la Segunda División, en la temporada 1990/91 fue descendido por impagos. Y, ahí comenzó la lenta agonía hasta su desaparición. Recientemente, un grupo de seis amigos viajaron hasta Murcia para conocer la forma de gestión de otro ejemplo del fútbol popular, el CAP Ciudad de Murcia y consiguieron exportar ese modelo hasta Orihuela.
ÓF.: Ahora voy viendo más claro lo tuyo con el Betis. Es que el Betis es muy indie. Tiene ese punto sentimental ‘manque’ pierda.
AS.: Porque nos gusta jugar. Salimos para hacerlo bien y hemos decido hacer espectáculo. Y si toca perder 6-2 como contra el Barcelona el año pasado, se pierde 6-5, pero lo hemos dado todo. Y con una masa social que te cagas. La masa social es lo que alimenta a este club y lo lleva en volandas. No han sido últimamente las mejores temporadas y, aun así, el pasado año en Segunda teníamos 40.000 socios y este año creo que ya ronda los 50.000.
ÓF.: Eso es, ese es el espíritu. A disfrutar. Como ese día que nos toca actuar en la Plaza del Trigo, en Sonorama, y sale muy bien, fenomenal. Y otro día toca ese festival al que no va casi nadie, con la solanera sobre la cabeza a las cuatro de la tarde, pues fenómeno también.
VI.: Para mí lo más indie fue el Compostela del 96, aquel 12 de octubre. Ronaldo Nazario metiendo desde el centro del campo el gol de su vida. Fue técnica, potencia, velocidad en un suspiro. Hasta fue ovacionado por el público gallego rindiéndose a la evidencia. Menos José María Caneda que no pudo tener peor salida: “El gol de Ronaldo, una mierda”.
AS.: Guti. No sé si llamarlo indie, pero traspasa épocas. Me cae genial. Yo creo y lo veo, en un futuro, próximo entrenador del Real Madrid. Esa mezcla de talento y dejadez que no dejaba indiferente a nadie. Igual enamoraba que agriaba al Bernabéu. Era un tío que no sabías por dónde te iba a salir. Igual empalmaba noche con entrenamiento mañanero.
ÓF.: El tacón de Dios. Ese taconazo a Benzema que sólo tuvo que empujar el balón a la red.
AS.: Me gustan los jugadores con historias detrás. Soy incondicional de Bergkamp, un jugadorazo pero ¿y esa historia con el avión…? Nunca más volvió a viajar en avión después de que un día una bolsa de aire provocara caída libre durante varios segundos. El susto fue morrocotudo.
VI.: Pero el maestro de los jugadores a su bola era Romario. Ese sí que tenía claro que si te decía que no estaba para ese partido es que no estaba. Éste sí te avisaba.
AS.: Tremendo. Creo que fue Cruyff el que contaba que, en un partido contra Osasuna, Romario le preguntó si podía perderse dos días de entrenamientos para marchar al Carnaval. Cruyff sabía que no le quedaba otra: “Si marcas dos goles mañana, te daré dos días más de fiesta”. Los marcó y fue corriendo a la banda.
ÓF.: Guti era el chulapo madrileño, el vacilón. Creo que Benzema (y mira que tiene ingredientes inolvidables fuera del fútbol también para eternizarse) no va a quedar en el recuerdo como un Guti.
CON CLASE VS TRABAJADOR
AS.: Yo soy más de un Modric que de un Cristiano Ronaldo. En el fútbol moderno no puedes ser un paquete físicamente. Tienes que rendir al 100% y darlo todo en todas las posiciones del campo. Lo vemos en el Real Madrid, los defensas te marcan goles, todos están al loro al contragolpe. Iniesta ha jugado más que nadie, tocado más balón que nadie y jugando mejor que nadie, física y técnicamente. Fue transformándose como el todocampista. Veías las estadísticas y era el que más kilómetros te había hecho. Admiro a esos jugadores”.
ÓF.: Mola darla. Ver cómo se va elaborando la jugada hasta el gol.
VI.: Asensio, por ejemplo, en el Real Madrid, aparte de defender te mete unos golazos. La posición de lateral me mola. Como que estás a todo. Puedes ser ofensivo, colgarla arriba, meter pases. Los extremos antes eran extremos y ya, subía algún lateral. El 4-4-2 se ha perdido con los extremos. De hecho, Marcelino juega su sagrado 4-4-2, pero aprovecha la velocidad de los extremos, tiene más movimiento…
AS.: La prueba del algodón son los Mundiales. Son los que marcan las tendencias. Si gana un equipo ese año con dos delanteros, con dos nueves, al año siguiente todos los equipos jugarán con dos delanteros. Después del Mundial 90 fue defensa a cuatro tirando al fuera de juego más posicional. Y, el año de España todo el mundo jugaba a querer tocarla...
VI. De los últimos diez años me quedo con Xabi Alonso. Por elegancia, defensivamente era buenísimo.
ÓF.: Yo prefiero más la actitud. Que transmita al público. El Cholo Simeone, por ejemplo. Que tengan carácter.
VI.: Con Kroos tengo una especie de amor odio. No sé qué hace, me pregunto a veces. Teniendo a Modric que lee la jugada y te lleva la batuta. Kroos en su Selección parece que es media punta, más adelantado. Es como si algunos perdieran facultades en la Liga.
AS.: Yo valoro ese punto de libertad, improvisación, de Zidane. En el Real Madrid han triunfado los entrenadores que dejan funcionar solos a los jugadores, que no se meten. Tan pronto empiezan a enseñarles soluciones mágicas –acuérdate de Luxemburgo, Queiroz, Benítez- a meter mano en el equipo, nada. Hay que dejarles solos, que funcionen, tranquilos, porque son muy buenos.
EL NUEVE
VI.: Vaya por delante que soy pro Benzema. Se le valora como el killer y como el nueve. Pero, para mí no es nueve. Y, desde aquí lo digo, hace falta un nueve. Y, Morata nos hacía ese papel. No hay una referencia ahí arriba. Y, para colmo, Cristiano parece no estar a gusto.
ÓF.: El mejor final de temporada de Cristiano fue de nueve el año pasado. Estuvo brutal. Pero yo me quedo con los momentos de Chicharito. En el Bernabéu era aclamado, casi el talismán de Ancelotti. Buscando el nueve y estaba en el banquillo. Salía en el último minuto a tope. A la afición le gusta uno así: fuerte, peleón, con espíritu. No era Hugo Sánchez, pero tenía electricidad, te hacía saltar de tu asiento.
VI.: No me olvido de Van Nistelrooy, ese era un nueve. No le quitaba el gol nadie. Y, por supuesto, Ronaldo Nazario. Nueve puro.
LA IMPORTANCIA DEL FUTBOLISTA
AS.: En el FC. Barcelona Messi marca la diferencia. Si en cada encuentro no te salva el mejor jugador de la historia es complicado.
ÓF.: A Cristiano creo que le pierden las formas con sus declaraciones. El día que dijo que le envidiaban porque era guapo y rico... Igual cuando dijo que estaba triste. Esa personalidad fuera del campo le tapa su alta capacidad sobre el terreno de juego. Cuando es un jugador único, impone de cara al gol, una personalidad nada conformista, es especialista en callar bocas y tomarse cualquier partido como si fuera el último. En el Atlético se nota la ausencia de Griezmann. Creo que lo acertado habría sido irse.
VI.: No se fue por la sanción FIFA al Atlético de Madrid. Pero su cabeza está fuera.
ÓF.: Hay que tener ilusión y ganas de triunfar. Y el Atlético es de los clubes que, además, todos los años se deshace de su estrella: un año fue Falcao, otro Torres…el jugador sabe que no va a tener su futuro en ese club y el club sabe que puede ingresar pasta.
AS.: Pero al Cholo no le puedes quitar esa magia, donde ha logrado llevar al Atlético de Madrid. Ha hecho un equipazo para competir y la prueba ha sido alcanzar las dos finales Champions.
ÓF.: A mí lo que verdaderamente me flipó fue la época de Mourinho en el Madrid. Reconozco que fue un revulsivo contra el Barça, para eso se le fichó. Pero ha dejado más cosas negativas que positivas. Creo que era muy duro con los jugadores que no eran de su palo. Lo que más me sorprendió fue cómo pudo separar a la afición. Y que Florentino Pérez consintiera todo aquello. Me pareció fatal. El club está por encima de cualquier persona. Fue a dinamitar aquello. Esos detalles no hacen club.
ÓF.: Por cierto, hago un llamamiento para conocer personalmente a Iván Zamorano. Fan total. Aún me pongo vídeos suyos y me emociono con ese 5-0 al Barça. ¡Que se venga a un concierto de los Varry!
EL FUTBOLISTA MÁS AFINADO Y EL MÁS DESAFINADO
VI.: El gol de cabeza de Sergio Ramos en la Champions, que no pude gritar porque estaba afónico.
AS.: También inolvidable fue lo de Alba contra Italia. Jordi Alba apareciendo como una bala y Xavi enviándole el balón con esa precisión tan suya. Esa carrera, esa definición es historia del fútbol español.
VI.: Antes fue el gol de panenka de Ramos. Casi convertido en héroe de la semifinal. Luego confesó que estaba totalmente premeditado después del fallo contra el Bayern en Champions. Es ese orgullo que hablábamos antes…
¿Y lo más desafinado?
AS.: Gravesen y Pablo García. El famoso cuadrado mágico de Luxemburgo. Un medio centro desastroso. Gravesen no sabía si iba con un equipo u otro. Jugaba detrás de Zidane. Bueno, yo creo que no sabía exactamente dónde estaba. Era cita obligada ver Lo que el ojo no ve en esa época, era épico.