Zeman: «Tras Roberto Baggio y Rivera, Francesco Totti es el mayor talento del Calcio

Temido por los jugadores en activo, valorado por los ex. Así es uno de los entrenadores claves en la carrera de Totti. La admiración es mútua. El checo repasa los años romanistas en una charla que inevitablemente es técnica y deliciosa.

Julio Ocampo 

Zeman tiene algo de Pasolini, un poeta maravillado en su día con la periferia no sólo por su espontaneidad, pecado y solidaridad, sino porque los niños que residían allí aún no habían desarrollado ese mínimo de hipocresía y cinismo necesario para sobrevivir en un mundo difícil. El suburbio de Roma era mágico no por ser bueno y bonito, sino por ser auténtico. Eso suponía no pactar con la moral. No había distinción entre pegar a una prostituta y arriesgar la vida por salvar una golondrina en el río Aniene. Se vivía y punto. Sin conciencia, sin sentimiento de culpa. El placer de vivir. La vida como milagro que trascendía del hecho de ser juzgada como culpable o inocente… Y la muerte como un premio para quienes siempre lucharon por no perder la inocencia. Zeman, en las alfombras del firmamento fútbol; que todo lo etiqueta, todo lo mide en función de ganar títulos o no; es un fracasado, casi un defenestrado. Su delito fue simplemente vivir, entrenar.

Nació en Praga en 1947, pero en realidad es un hijo del 68, cuando escapó tras la represión de la Unión Soviética para poner rumbo a Sicilia y estar con su tío Vycpalek, un entrenador de fama mundial entonces. En Italia, donde lleva más de 50 años, realizó milagros con el Foggia de Signori y el Pescara de Immobile, Verrati e Insigne. Además, denunció el uso de fármacos en el fútbol italiano, dirigió a Lazio y Roma… Y multiplicó, como nadie, el tremendo potencial de Francesco Totti, a quien siempre se dirigió, no sin dosis de ironía y sarcasmo, llamándole 'Stella'. Una estrella que siempre iluminó su fútbol, un símbolo de calcio universal sin bandera ni bufanda.

La entrevista es en un barrio residencial de la urbe capitolina: la colina Fleming. El bar de la esquina, Fashion bar, es donde conversó siempre con periodistas y presidentes, antes de firmar cada contrato. Es perfecto porque tiene terraza, y Zeman siempre tiene que fumar. Habla poco, lo justo, pero bien. Cuando regala silencios, muchos, es porque mejoran sus palabras. Y eso se acepta, porque no se puede explicar.

Tras el despido de Carlos Bianchi en 1997 usted fue elegido por el presidente Franco Sensi para desarrollar a Totti, que pudo ir cedido a la Sampdoria. ¿Fue difícil su primer año en la Roma?
Es obvio que él también veía que el chico tenía mucha potencialidad dentro. Yo cuando estaba en la Lazio saqué lo mejor de casi todos, porque con Italia jugaban Negro, Favalli, Di Matteo, Fuser, Casiraghi, Signori y Roberto Rambaudi. Luego, en la Roma, también muchos alcanzaron la Nazionale… Quizás gracias a Totti. Aunque también había otros buenos jugadores como Di Francesco o Tommasi. El concepto está claro: cuando entrenaba en la Lazio yo ya me fijaba en Totti y veía a un jugador con una técnica fuera de lo normal. Un talento total y absoluto.

Por vez primera en mucho tiempo la Roma pensó en usted para obtener el resultado sólo a través del juego. ¿Le llenó de orgullo?
Estaba acostumbrado, piensa que llevo medio siglo entrenando en Italia. Siempre me gustó que jugaran a algo, que tuvieran una idea mis equipos. Para mí la organización estaba por encima de todo. También colocar a cada jugador donde pensaba que podía rendir mucho más.

En la biografía de Francesco Totti se hace mención especial a la base atlética que le dio, y que le permitió afrontar para siempre toda su carrera deportiva. ¿Está de acuerdo con tal afirmación? ¿Por qué es tan importante lo físico?
Yo pienso que el fútbol es un deporte de movimiento, y que si todos se mueven constantemente es muy beneficioso para el grupo. El problema de la Roma era que siempre se decía que como él sabía jugar había que dejarlo estar. Yo creía, en cambio, que él también necesitaba una base de preparación. Siempre dijeron que no se quería entrenar. Falso. Jamás faltó un día.

Instaurar la cultura del trabajo, influencia del Este, y cancelar los privilegios fue otro de los motivos de su fichaje. No sólo en la Roma, imagino. ¿Cuántos privilegios y distracciones había allí?
No lo sé, normalmente siempre existen los privilegios. Normalmente al mejor, y con esto me refiero a la técnica y no a quién más cobra, se le perdonan ciertas cosas. Yo, en cambio, siempre estaba convencido de que todos formaban parte de un equipo y por lo tanto había que adecuarse a lo que se hacía.

¿Tuvo concesiones con Totti?
Yo reconocía su calidad, la escuadra también. Yo decía que los mejores tenían que sacrificarse por los que no lo eran tanto. Ejercer de líder. Conmigo Totti hizo perfectamente su papel.

«Reconocía su calidad (Totti), la escuadra también. Yo decía que los mejores tenían que sacrificarse por los que no lo eran tanto. Ejercer de líder. Conmigo Totti hizo perfectamente su papel»

¿Su fútbol vistoso y salvajemente meticuloso en la preparación viene del Este de Europa?
Sí, pero lo vuelvo a repetir. Fútbol es deporte de movimiento. No es ajedrez, tampoco balonmano, donde se necesitan otras cualidades… Fútbol es todo. Tienes que tener fuerza, elasticidad, resistencia. Mis preparaciones duraban antes cuarenta días. Era la base. Hoy hacer algo así es imposible, porque los jugadores tras reencontrarse y estar tres días juntos se marchan a jugar torneos al extranjero. Sin base no se puede jugar al fútbol. A veces están dos meses de vacaciones en el mar, vuelven al trabajo y comienzan sin una preparación metódica a esprintar. Muchas de las lesiones que tienen lugar durante la temporada son por esto.

¿Su modelo es una utopía hoy día?
Es posible sólo si la escuadra no hace una gira veraniega en América para ganar dinero. Ese que gana la entidad allí lo pierde después durante el campeonato.

Totti dice que puso la primera piedra para el scudetto de Capello, en 2001. ¿Está de acuerdo?
Sí, porque ese título lo ganaron muchos jugadores que yo entrené. Ahora bien, toca precisar que luego llegaron Batistuta, Montella… Jugadores importantes. Nosotros podríamos haber comprado a Shevchenko pero el presidente renunció por dinero. A nosotros nos costaba mucho menos de lo que luego le costaría al Milan.

Usted le vio siempre como ala izquierda en su famoso 4-3-3. Estaba convencido, y así fue desde entonces, que era un jugador de veinte goles por temporada. Su Roma, de hecho, fue cuarta el primer año y quinta el segundo. En ambas temporadas compartió el mejor ataque con los campeones… Pero de Zeman siempre se condenó los goles encajados. Séptima y décima mejor defensa, respectivamente. ¿El fútbol es injusto?
El mejor ataque lo tuvimos casi siempre, en todos los equipos que dirigí. Incluso en el Foggia, que no era una squadra de scudetto. También en Serie C. Nosotros jugábamos a fútbol, y eso es proponer y a veces quedar descubiertos. El fútbol no es solamente defendernos atrás, hacer catenaccio. De todas formas, en mi primer año con la Lazio quedamos segundos. Recibimos menos goles que la Juve y marcamos muchos goles. Respecto a Totti, le hacía partir de la izquierda para no dar referencias a los centrales, aprovechar su disparo de fuera del área y también para protegerlo de la dureza de los mismos. Años después pasaría a ser delantero, y no le fue del todo bien pues sufrió muchas más entradas.

Casi 15 años después, tras sus prestaciones de culto en Pescara y Foggia, regresó a Roma en el post Luis Enrique. Totti prefería Montella. Parece ser que estaba algo asustado de su obsesión por la preparación física.
Quizás porque tenía algún año más y pensaba que no podría. Es verdad que era muy sacrificado, pero si uno no se sacrifica no puede practicar este deporte. Pero Totti y yo hemos tenido una relación estupenda… Incluso hoy.

¿Qué sucedió en esa Roma? Con algunos pesos pesados tuvo algún problema. De Rossi, a menudo, estaba en el banquillo. En su lugar prefería Tachtsidis. Tras algunos meses fue destituido.
Yo, normalmente, cuando empiezo en un lugar doy las líneas de comportamiento. Si hay alguien que tiene un problema viene y hablamos. Y si no, pues todo se hace abiertamente. Con Totti no hubo nada, porque él siempre rindió en el campo. Con Daniele, sin embargo, no fue fácil. Antes de nada aclarar que Tachtsidis no jugaba en su lugar. De Rossi nunca ejerció como pivote, porque lo hacía Pizarro. Él hacía el trabajo sucio. Yo lo usaba en medio en la derecha… Pero él tuvo ese año más problemas fuera que dentro del campo. Se alejó de lo que yo pedía.

Zeman: «La Roma de esos tiempos era la Roma de Totti. Conocida en todo el mundo así. Él era el representante… Y cada domingo lo hacía ver en campo. Tras Baggio y Rivera, quizás, el mayor talento del calcio italiano. He entrenado buenos jugadores, campeones del mundo como Cafú y Aldair, pero él fue el mejor»

Maravillosa su columna de opinión en Corriere dello Sport para Totti por su 40 cumpleaños. “Crack transversal. Símbolo del fútbol ideal. Nunca fue odiado sino respetado, temido por su talento”.
La Roma de esos tiempos era la Roma de Totti. Conocida en todo el mundo así. Él era el representante… Y cada domingo lo hacía ver en campo. Tras Baggio y Rivera, quizás, el mayor talento del calcio italiano. He entrenado buenos jugadores, campeones del mundo como Cafú y Aldair, pero él fue el mejor. Siempre tuvo algo diferente. Algo que incluso falta hoy: la diversión. Él se divertía jugando, sin más.

¿Por qué falta hoy?
No lo sé, pero ya no se divierten. Se improvisa poco, esa es la clave.

¿Y usted se divierte?
No mucho, porque me da la sensación de que hoy todo el mundo quiere jugar de la misma manera. Todos esperando a que el adversario se equivoque.

¿Le gustaría volver a entrenar?
Estoy disponible. Creo que podría aportar cosas positivas en el fútbol incluso a día de hoy. Estoy abierto, me gusta entrenar. Llevo 50 años haciéndolo. Heynckes ganó la Champions con el Bayern. Él es mayor que yo. No veo que haya problemas con la edad. Zeman, en 15 minutos de entrevista no ha dejado de fumar. “Fumo mucho menos. De tres paquetes he pasado a seis, siete cigarros al día”, confiesa.

¿Le asusta algo?
Sólo la salud de los familiares. Del resto nada, porque quien siempre intenta hacer el bien no tiene nada que temer. No hice daño a nadie, por lo que no espero venganzas. No tiene sentido el miedo en la vida. Si uno cree en algo, también en el fútbol, tiene que intentar perseguirlo con seguridad. Un entrenador tiene que ser guía de un equipo, transmitir las ideas a los jugadores… Y debe saber que muchos jugadores sólo lo comprenderán cuando se retiren. Sólo ahí. Lo que más satisfacción me da es cuando vienen a mí jugadores, incluso hoy, para decirme que si me hubieran escuchado en su día habrían sido mucho mejores.

¿Se arrepiente de algo?
No, aunque quizás me habría gustado ganar algún título. Todos me dicen que soy un perdedor. En Serie A he sido segundo, tercero, cuarto y quinto. Eso hoy, en muchos equipos similares a los míos de entonces, se festeja. Yo creo que he ganado muchas cosas, pues alcancé cotas importantes en muchos ámbitos que nadie se esperaba. Cuando llegué a la Roma la primera vez estaba cerca del descenso… Y terminamos el año en cuarta posición.

Sólo los resultadistas le acusan de ser un perdedor. Para uno que jamás miró el resultado, ¿qué le parece que en Italia, y en el mundo entero, esto sea lo más importante incluso en las categorías inferiores?
Es un problema. Otro es que las plantillas de Serie A están llenas de extranjeros. Hay pocos italianos, les cuesta encontrar su lugar en los equipos. Se van a Serie B, se pierden porque no tienen los estímulos necesarios… Italia tiene jóvenes, y muy buenos. Mira la Selección. Hoy el mundo no funciona bien: los clubes compran extranjeros y obligan a sus entrenadores a ponerles sacrificando a jóvenes. Es un tema de representantes y comisiones, un juego feo de plusvalías también. El ejemplo es el Atalanta, escuadra de moda. Además, tiene la mejor cantera de Italia. ¡Y ningún italiano en el primer equipo! Es verdad que vendieron tres o cuatro chicos (a Inter o Milan), pero ningún juvenil está con Gasperini.

¿El fútbol salió ya de las farmacias?
Espero y creo que sí. Ya no tengo las señales negativas que tuve en el pasado. En otros deportes sí lo hay, parece. En el fútbol… O están muy adelantados respecto al antidoping o de verdad esto ha cesado.

¿Cómo recuerda su llegada a Italia?
Desde los 19 años ya venía a Italia, los veranos, pero no fue hasta los 22 cuando me trasladé definitivamente. En Palermo estaba mi tío, el hermano de mi madre. Ganó dos scudetti con la Juventus (años setenta, con estrellas como Casio, Anastasi, Bettega…). Comencé pronto a entrenar, pero no sólo en fútbol. También balonmano, voleibol… Entrenaba y jugaba en serie B.

¿En quién entrenadores se ve hoy en día?
Guardiola, Gasperini… Me gustan los dos. Pep me invitó cuando estaba en Munich. Fui y estuvimos unos días juntos. Me gustó como entrenaba, como trabajaba. Sus modos eran muy diferentes a todo lo que había visto hasta entonces. Tenía intensidad; me impresionó el modo en que trabajaba con balón bajo presión. •