Líbero.- Que el deporte, y más en concreto el fútbol no puede escapar de la política es un hecho. Se quiera o no, durante la historia se ha visto como, para bien o para mal, los eventos deportivos han servido como fiel reflejo de una sociedad. Sin ir mas lejos, el 11 de septiembre en Chile sigue mostrando un claro ejemplo de lo que la población chilena vive desde entonces. La dictadura de Pinochet provocó un acontecimiento como el de la negación de la Unión Soviética a jugar un partido en tierras chilenas. Se trataba de la vuelta de la repesca para el Mundial de Alemania de 1974. La URSS no llegó a viajar a sudamérica alegando problemas de seguridad cuando lo que estaba claro era que el conflicto por la Guerra Fría marcaba todo el contexto de la situación. Pocos meses antes había estallado el golpe de Estado (11 de septiembre de 1973) lo que conllevaba que Chile se convertía en país enemigo del bloque comunista.
La URSS no llegó a viajar a sudamérica alegando problemas de seguridad cuando lo que estaba claro era que el conflicto por la Guerra Fría marcaba todo el contexto de la situación
Esta temporada durante la previa al encuentro que la Universidad de Chile debía disputar frente a Deportes O´Higgins se produjo un hecho que sorprendió a gran parte del público. Los futbolistas Isaac Díaz y David Pizarro se acercaron hasta el memorial al interior del recinto de Ñuñoa, en memoria de los fallecidos y torturados por la dictadura militar en ese lugar. Ambos jugadores de la U. de Chile llevaron un ramo de flores en recuerdo a las víctimas del Golpe de Estado (foto).
"El fútbol le debe todavía una reparación a las víctimas de la dictadura y a quienes fuimos habitantes obligados del principal reducto deportivo del país hace ya 44 años". Confiesa estos días el periodista Vladimiro Mimica a Radio Cooperativa de Chile. "Son sentimientos muy encontrados porque viví antes y después, profundas emociones y alegrías en el Estadio Nacional, pero también viví uno de los momentos más tristes y penosos que me ha permitido vivir la historia de Chile, en nuestro Estadio Nacional", sentenció al ser preguntado por todo lo sucedido en los actos de represión vividos en el Estadio Nacional. Vladimiro Mimica, periodista deportivo de aquella etapa, estuvo 20 días detenido en el estadio en 1973, acusado de ser simpatizante del 'golpeado' Gobierno de Allende.