Líbero.- Es sabido por todos que la carrera de un futbolista profesional tiene fecha de caducidad y esta es de temprana edad. Lo habitual es que se cuelguen las botas de manera definitiva entre los 35 y 40 años y entonces a los profesionales se les abre un enorme abanico de posibilidades con algunas opciones destacables. Hay quienes apuestan por hacer el salto a los banquillos o las retransmisiones deportivas, pero también aquellos que prefieren seguir en la élite practicando otra disciplina, algo poco habitual. A continuación, repasamos algunos de los casos más sonados.
CAMBIOS SORPRENDENTES
Uno de los ídolos en Inglaterra, tierra en la que el fútbol es el deporte estrella, es Geoff Hurst. Los más jóvenes difícilmente sabrán quién es, pero fue el encargado de darle al país británico su única Copa del Mundo en 1966. En la final, marcó un ‘hat-trick’ a Alemania en un choque que terminó 4-2. Se retiró diez años después de la gesta y, lejos de dejar el deporte profesional como un auténtico ídolo de masas, sus inquietudes lo llevaron al críquet, donde jugó profesionalmente en los equipos de Essex y Lancashire.
Más conocido e ídolo de una generación destaca Paolo Maldini, defensa histórico del AC Milán. El ganador de siete Serie A y cinco Champions League se retiró en 2009 tras 24 años en la élite y, aparte de dedicar parte de su día a día como director técnico del club lombardo, en 2017 sorprendió debutando como tenista profesional a sus 49 años. Lo hizo en el Challenger ATP de Milán que, pese a ser oficial, tenía aires de exhibición. Perdió en dobles y, desde entonces, solamente coge la raqueta como hobby.
TENIS» Maldini cambió las botas por las zapatillas de tenis.
También se pueden destacar futbolistas que, lejos de dar el salto a otro deporte físico, han hecho una apuesta por aquellos considerados como mentales. Uno de los casos más conocidos en España es el de Ramón Colillas, ahora profesional del mundo del póker. Sus inicios fueron en el mundo del fútbol y, cuando todo apuntaba a que algún día podía llegar a Primera División, una lesión en la rodilla frustró su sueño. Encontró la solución sacando el máximo partido a su mente matemática y convirtiéndose en una de las referencias mundiales del tapete verde.
FACETA ESCONDIDA
Uno de los porteros más pintorescos de los últimos años en Europa, por rendimiento y apariencia, es Petr Cech. El checo, en cuyo palmarés destacan cuatro Premier League y una Champions League, se pasó al hockey sobre hielo, donde también actuaba como portero. Desde pequeño practicaba y amaba este deporte, y tuvo la oportunidad de probar suerte a sus 37 con el Guildford Phoenix, un equipo británico que milita en la cuarta división inglesa. En 2020, volvió a Stamford Bridge como asesor técnico y de rendimiento.
Quien todavía está en la élite y ha combinado dos deportes como profesional es el croata Ivan Perisic. El carrilero del Tottenham Hotspur y finalista de la Copa del Mundo en 2018 con su país sorprendió a todo el mundo al disputar en julio de 2017 un torneo profesional de vóley playa en Porec, Croacia, y que puntuaba para el Circuito Mundial de esta disciplina. Firmó tres derrotas en los tres encuentros que disputó y reconoció que el principal objetivo no era ganar, sino dar visibilidad al evento.
VOLEY» Perisic combina fútbol y voley playa.
También en activo, aunque apurando su carrera profesional, es de especial mención Zlatan Ibrahimovic, del AC Milán. Los movimientos y la elasticidad del gigante sueco son únicos en el mundo del fútbol y tienen una explicación: desde joven practica taekwondo, disciplina en la que es cinturón negro honorífico, la máxima distinción. En sus inicios con el balón lo tantearon para combatir en boxeo, pero finalmente se decidió por el deporte rey. Su carrera ya forma parte de la historia, habiendo pasado por plantillas de primeras espadas como la del Ajax de Ámsterdam, la Juventus de Turín, el Inter de Milán, el FC Barcelona, el PSG, el AC Milán o el Manchester United. •