Manel: «Haríamos una ‘Boy Band’ con Eusebio, Koeman, Bakero y Txiki Begiristain»

El cuarteto puede colgarse la medalla de ser el primer grupo que, cantando en catalán, ha sumado cuatro números uno de ventas consecutivos en España y de haber sido partícipe accidental de la penúltima renovación de Guardiola con el Barça.

Laia Cervelló.- "Quién me mandaría a mí venir aquí”, debió de decirse a sí mismo Guardiola desde su butaca del Palau de la Música, aplaudiendo con una sonrisa nerviosa al verse protagonista de un concierto de Manel. Como mandaba la tradición en aquel frío enero de 2010 parte del público desfiló por el escenario para versionar ‘Corrandes d’una parella estable’ (‘Coplas de una pareja estable’), siempre custodiados por los cuatro integrantes de la banda: Guillem Gisbert, Martí Maymó, Arnau Vallvé y Roger Padilla. El Sevilla había apeado al Barça de la Copa días antes y él se negaba a hablar de su continuidad, así que los seguidores culés del cuarteto aprovecharon la ocasión para pedirle desde la palestra que renovara porque “les había costado Dios y ayuda llegar hasta allí”, como dice el estribillo de la canción. El de Santpedor tardaría dos días en cumplir sus órdenes.

El episodio Guardiola posiblemente sea el nexo de unión más grande que tenga Manel con el fútbol. Eso y que Martí nació el día en el que Urruti dio al Barça la Liga de Valladolid. No es casualidad, pues, que sea el futbolero más acérrimo del grupo. Irrumpieron en escena en 2008 para renovar el discurso de un pop catalán que se había quedado estancado. Detrás de una apariencia sencilla, doce canciones de letras narrativas y trabajada naturalidad defendidas a golpe de ukelele, su primer disco ya supuso un éxito abrumador. Desde su ópera prima, sus álbumes se cuentan por números uno de ventas en España. Histórico para unos músicos que cantan en catalán. Once años más tarde, lo acústico ha dado paso a texturas electrónicas. Hacen lo que quieren y ya avisan con el tema que encabeza su nuevo LP: habrá un cambio de paradigma.

El episodio Guardiola posiblemente sea el nexo de unión más grande que tenga Manel con el fútbol. Eso y que Martí nació el día en el que Urruti dio al Barça la Liga de Valladolid. 

La entrevista se produce en una antigua fábrica de cerveza en Barcelona. Me saludan, charlamos y corroboro mi impresión sobre ellos. Son tipos normales. Mientras les observo esmerarse con el balón bajo las órdenes de Flaminia en la sesión fotográfica, aparece en mi inconsciente el estribillo del primer single que han sacado. “Afina les preguntes”, recomiendan Manel en ‘Per la bona gent’. Eso intentaré.

Decía Juanma Lillo que no hay equipos buenos o malos sino valientes o cobardes. Con cada disco que sacáis queda reflejado que sois de los primeros.
Martí Maymó (MM.)
: O sea... ¿que no somos buenos? (ríe) Nunca pensamos en ser valientes o no, solo en qué le conviene a una canción. Roger Padilla (RP.): Huimos de los sitios en los que hemos estado a nivel estilístico y queremos probar cosas nuevas. No sé si eso es valiente.

Guillem Gisbert (GG.): Sería un acto de valentía si estuviera escrito que hacer lo que has hecho inmediatamente antes te resultará más fácil a nivel de tener más público. Pero es algo que, en el fondo, no está escrito en ningún lado. Se tiene esta percepción generalizada pero yo no tengo tan claro que hacer una propuesta cambiando un poco elementos que te definían en el anterior disco sea más arriesgado que continuar con ellos. Creo que cualquiera de las dos cosas conlleva riesgo. Que algo te haya ido bien no significa que te tenga que volver a funcionar.

» GUARDIOLA La anécdota que vivieron en un escenario pidiendo al entrenador que se quedara en el Barça, les marcó como grupo culé. Foto. Flaminia Pelazzi

¿En qué momento del proceso creativo decidís pasar del ukelele a los moduladores de voz? ¿Es porque empezasteis con unos 25 años y ahora tenéis 35, para adaptaros a nuevas tendencias o sencillamente para no aburriros?
MM.: Posiblemente haya un poco de todo. Lo del ukelele es muy fácil. Es un instrumento que da de sí lo que da de sí. Es muy concreto, enseguida notas que está ahí cuando lo introduces en una canción. Con las guitarras eléctricas queríamos buscar nuevos sonidos, huir de lo que ya habíamos hecho. Hasta entonces habíamos tirado mucho de guitarra acústica, en el primer disco especialmente. Luego aparecieron los sintetizadores, los samples o el uso de efectos en la voz que no habíamos utilizado. Es ir encontrando el punto e intentar cambiar.

Hace 11 años, aparecéis en escena y el pop catalán sufrió un florecimiento. Se os considera como los grandes abanderados de dicha transformación. Justo ahora que hace una década, decidís coger canciones que forman parte del repertorio musical catalán tradicional (como es el caso de Maria del Mar Bonet o Lluís Llach) y darles otro significado. Es algo muy simbólico, parece casi un homenaje.
GG.: Cuando sacamos el primer disco y se nos preguntaba si creíamos que estaba ocurriendo algo dentro de la música catalana, nuestra respuesta era siempre que no. Nosotros simplemente hacíamos lo que podíamos pero no nos sentíamos abanderados de ninguna generación, ni pensábamos que la nuestra en ese momento estuviera haciendo algo más especial de lo que había hecho la anterior. Entre otras cosas porque presentía, y es algo que ahora pienso aún más, que todas las generaciones tienen la tendencia de pensar que son más especiales de lo que en el fondo son.

"Nosotros simplemente hacíamos lo que podíamos pero no nos sentíamos abanderados de ninguna generación, ni pensábamos que la nuestra en ese momento estuviera haciendo algo más especial de lo que había hecho la anterior"

En el presente hay una arrogancia que, con los años, te das cuenta de que no tendría por qué estar ahí. Con los samples, nuestra intención no era hacer ningún homenaje, solo usar esa técnica de utilizar recortes de canciones antiguas. Es algo que nos interesaba como concepto para cambiar la metodología y nos parecía lógico que la forma fuera usando canciones en catalán. Hubiera sido extraño hacerlo con canciones de pop griego.

Sois número 1 de ventas en España. Venís de una firma de discos en Madrid y llenáis salas por todo el Estado. ¿Sentís que fuera de Cataluña se tiene otra forma de disfrutar de vuestra música? Sencillamente por el factor idiomático.
RP.: Evidentemente, si no entiendes la letra, la percepción de la música es distinta. En general, cuando hemos ido a territorios donde no se habla catalán, la gente nos dice que le gusta mucho nuestra música. Que no entienden las letras, pero que hay algo que les gusta. Es como nuestro productor, con el que trabajamos por primera vez en el disco anterior y hemos repetido en este. Es un chico de Boston que no tiene ni idea de catalán. Al final ha ido pillando las letras pero es algo que nos excitaba. Trabajar con alguien que no entendía qué explicábamos y ver qué nos podía aportar desde una vertiente más musical. Son experimentos interesantes....

He escuchado algunas de vuestras entrevistas y me he fijado que soléis usar metáforas futbolísticas, así que yo también me voy a permitir esa licencia. El otro día Guillem decía que ser músico era como ser entrenador del Barça…
RP.: ¡No estábamos de acuerdo con él, eh!
GG.: Claro que lo estaban, pero les encanta hacerme esto. En realidad piensan que es una frase genial. El concepto de entrenador del Barça supera que te guste o no el fútbol. Es un oficio en el que estás en el punto de mira.
RP.: Venía a decir que es algo de lo que todo el mundo se siente experto. Que todos se atreven a opinar de lo que haces.
Arnau Vallvé (AV.): Significa que lo que haces es popular y que llega a mucha gente. Por ejemplo, a un arquitecto quizás la gente no le comenta tantas cosas técnicamente, de por qué ha hecho una casa así y no de otra forma. En el mundo de la música o el deporte, al ser cosas que la gente consume en un ámbito de ocio y diversión, es muy fácil que se opine de todo. Pero eso está bien, es bueno.
GG.: Trabajando en una cosa que tiene que ver exclusivamente con tus gustos, forma parte del trabajo que todos digan lo que piensan. Y si hay mucha gente que opina es que la cosa va bien. Al final con lo que trabajamos se reduce a; me gusta o no me gusta. No hay nada más.

PIE» Bla Foto. F.P.

¿Sois futboleros? Me han dicho que Martí es el que más.
RP.: Yo, más que futbolero, soy culé.

Pero culé de qué tipo, ¿de ir al campo o de sufrirlo en casa?
RP.: De verlo en casa con mi hermano.
AV.: Yo quizás hace cinco años que no piso el Camp Nou. De vez en cuando miro partidos pero no todos.
MM.: Yo soy socio. Voy al campo y miro todo el fútbol que puedo.
GG.: Los últimos minutos de fútbol que he visto fueron en la Champions pasada, creo.
MM.: (ríe) Fue el Liverpool – Barça.
GG.: ¡Exacto! Creo que comentaban por el grupo de Whatsapp lo que estaba pasando y bajé con zapatillas de ir por casa al bar de abajo para ver cómo terminaba. Sabía que el partido de ida había ido muy bien y me estaba haciendo gracia la historia.

Dijo Nacho Vegas en una entrevista a Líbero que una vez le invitasteis al Camp Nou, sin embargo. ¿Cómo fue eso? [Pincha para leer la entrevista a Nacho Vegas y Guille Galván]
RP.: Sabíamos que era del Sporting y que siempre había dicho que le gustaba el Barça.
MM.: ¡De hecho todavía no sabíamos que le gustaba el Barça! Era un día que Messi hizo un póker, no recuerdo el partido exacto.
GG.: Era como octavos de Champions.
MM.: Algo así, sí. Nos dijo: “Perfecto. Soy primero del Sporting, después del Barça y luego antimadridista”, así que nos lo llevamos.
GG.: Justo salíamos del estudio de grabar algo juntos y fue acabar e ir para el campo.

Adentrándonos en materia deportiva… ¿si tuvierais que hacer una ‘Boy Band’ (segundo single de ‘Per la bona gent’), con qué futbolistas la formaríais?
GG.: Lo único que sé es que estaría seguro Cristiano Ronaldo.
MM.: En la época del Dream Team se puso mucho de moda que los jugadores sacaran singles de ellos cantando. Había uno que era un rap del Barça con Eusebio, Koeman, Laudrup, Txiki. Eran los vascos y Koeman, casi.

(En este momento recomiendo al lector que, si no sabe de qué canción está hablando Martí, deje de leer la entrevista y busque en YouTube ‘Rap del Dream Team’ y se deleite con el resultado)

AV.: ¡Y Bakero!
MM.: Exacto. Son ellos en el Up&Down.
RP.: A Koeman y Stoichkov los ponía seguro.
AV.: Luego estaba Pinto, que hacía hip hop.
AV.: Valdés también tocaba el piano, podríamos hacer una banda.
RP.: ¡Es verdad! Conocíamos a su profesor. Cuando era jugador daba clases de piano.

Y si pudierais hacer samples y mezclar a jugadores de diferentes épocas para un equipo a quiénes mezclaríais.

RP.: No lo sé, pero yo pondría a Eric Cantona a jugar ahora. Con quien sea.
GG.: ¡Con Toto Squillacci! (ríen todos)

Irrumpís en la escena musical el 2008, revolucionáis el concepto de pop catalán y ya con el primer disco lo petáis. Esto me suena a uno que en 2008 irrumpió en el banquillo del Barça, revolucionó su forma de jugar y en su primer año como entrenador de élite también le fue bastante bien… No quiero decir nada pero el símil está ahí…
GG.: A ver, para empezar. El símil no está ahí. (nos reímos los dos).
RP.: Entiendo que liga muy bien porque además Guardiola vino a un concierto nuestro en 2010 y, bueno, pasó lo que pasó.
MM.: Es de esas cosas que tiene el fútbol. Hay que hablar tanto de él y tantas horas que, el hecho de que viniera al concierto y luego pasara aquello, vino bien para esa semana.
GG.: Fue una de esas casualidades que no buscas. Él seguro que se vio metido en medio de ese berenjenal. Me lo imagino con unas ganas enormes de querer pasar desapercibido y de que nadie se diera cuenta de que estaba allí. Seguro que lo pasó mal durante el momento en el que todo el mundo se lo quedó mirando. Lo vivimos como gente que está haciendo un concierto y que de repente ocurre esto e intenta no subrayarlo. Lo que ocurre es que, evidentemente, dio una historia que provocó que se hablara de ello durante unos días y es normal porque es algo que realmente fue muy curioso que ocurriera. Pero es un punto de unión muy concreto, fruto de una casualidad y es el único que hemos tenido con él. Eso aparte de que coincidimos en el tiempo… porque llegó el 2008, ¿no?
RP.: Exacto, fue el momento en el que cuatro genios y un genio se reunieron en el mismo universo.

PIE» BLA BLA Foto. F.P.

Un día dijisteis que tenéis dos trabajos en uno. El proceso de crear un disco y defenderlo luego en los escenarios. Sois entrenadores y jugadores a la vez.
GG.: La comparación que usamos nosotros, que entiendo no será la que mejor te viene a ti, es más la sensación de ser un actor y autor de la misma obra de teatro. Estás en el escenario cantando las canciones, intentando recordarlas, ejecutarlas transmitiéndolas de la mejor forma posible. Pero luego tienes esa relación de autor con cada canción, una parte más creativa. Estar en el escenario también lo es, no me malinterpretes, pero escribir una canción es generar algo de la nada.
RP.: Eso sí, nuestros conciertos duran 90 minutos también, pero sin media parte. Una putada para la vejiga.

Parte de vuestros fans reclaman que vuelvan “los Manel de antes”. Al Barça también desde 2008 se le pide que juegue siempre como en la época Guardiola.
(Guillem me corta y se anticipa a mi pregunta): Aquí sí que tengo una respuesta muy importante.
MM.: ¿Cómo que muy importante? ¡Si aún no ha hecho la pregunta! 

Decía… ¿Es un hecho que os lo tomáis como una crítica o como algo que forma parte de la sociedad catalana? El pensar que tiempos pasados siempre fueron mejores.
GG.: Es excepcional lo de la era Guardiola. Desde entonces el Barça no ha vuelto a jugar así a nivel de calidad de juego. La gran diferencia con nosotros es que, objetivamente, no podemos decir que lo que hacíamos en 2008 sea mejor que lo que hacemos ahora. En el deporte sí puedes decir: “Fíjate en ese año. Fue una gran temporada y lo que se hace ahora es mucho más mediocre”. En nuestro caso hay una evolución, que no digo que sea a mejor, pero en cualquier caso defiendo que no es a peor. Es diferente. En el caso de Pep no hay nadie que discrepe de que fue excepcional.
RP.: Quizás hay gente que piensa que con Luis Enrique también se mejoró en otros aspectos.
AV.: Es lo que decíamos de los gustos.
GG.: Sí pero no creo que haya nadie que opine que la época de Valverde es más mágica que la de Guardiola. Creo que los catalanes sencillamente sienten nostalgia de algo que es muy lógico que sientan nostalgia. Ahora saben que toca aprender a vivir del recuerdo.
RP.: Exacto. En aquel momento nos preguntábamos qué pasaría cuando terminara aquello. Ahora pensamos qué va a pasar cuando no esté Messi. Es objetivo que el hecho de que esté es la hostia y que no puede durar para siempre.
AV.: La parte de nuestro público que está anclada en nuestros primeros discos y el ukelele es porque le gusta ese estilo y posiblemente ni le haya interesado todo lo que hemos hecho después. Pero es una parte pequeña. No creo que los catalanes nos encaprichemos de un estilo y no queramos movernos de eso. Cada vez que sacamos un disco que es un poco diferente a los otros, perdemos público por una parte y lo ganamos por otra. Pero también hay los que se amoldan a los cambios y le parecen interesantes. No creo que sea una característica de los catalanes.

He leído muchas críticas de vuestro disco. Unos os llaman valientes, otros eclécticos, otros maduros y otros inmaduros. Hay mucha variedad y poco consenso. ¿Qué os ha transmitido la gente que ha escuchado el disco o ha ido a las firmas?
MM.: Nos gusta la gente que se nos acerca en una firma de discos y te dice cosas bonitas. Sí que algunos te dicen que son muy de un disco en concreto, pero en general nos dicen críticas buenas. Aunque realmente cuando te das cuenta de si una canción funciona o no es en el directo. La gente que compra entradas para los conciertos, son personas que las compraron antes de escuchar las nuevas canciones y es allí donde ves cuáles les han gustado más. Lo que decíamos antes de los dos trabajos en uno también sirve con las canciones. Cada tema funciona diferente en directo que escuchado en casa o en un coche.

Hablábamos de la sociedad catalana. No os habéis posicionado nunca políticamente, pero con todo lo que está ocurriendo en Cataluña, ¿os es difícil no decir vuestra opinión de un tema tan candente, tan visceral? Y más sabiendo que vuestra valoración trascenderá más que la de una persona anónima.
AV.: Es que tampoco creemos que nuestra opinión sobre temas políticos tenga que trascender. No somos nadie para opinar, no somos más expertos que el resto de ciudadanos. Es uno de los motivos por los cuales preferimos no hablar de esto. Además nuestro contenido del repertorio nunca ha tenido nada que ver con estos temas. No me siento legitimado para hablar de política y, aparte, creemos que puede ensuciar algo que estamos haciendo y que está muy lejos de estos temas.
RP.: No sé si lo decidimos conscientemente o no, pero al final somos cuatro personas que no tenemos por qué pensar igual y no queremos aprovechar cualquier tipo de repercusión que tenga un grupo de música como plataforma de opiniones random que tengamos. No estamos más legitimados que otros para tener esta parcela pública.

Volviendo a la música. ‘Per la bona gent’ hace oda del oficio de músico. Sé que Guillem es aficionado al ciclismo y se ha visto algún guiño en alguna canción (Guillem me mira interrogándome). Sí hombre, en ‘Boomerang’, “crec que era el juliol en què es va fondre l'Indurain i vam maleir el danès i les rampes d'Hautacam” (asiente). Mi pregunta es, ¿para cuándo un tema sobre fútbol?
GG.: Nos lo han preguntado alguna vez. Lo de ‘Boomerang’ va de otra cosa. No habla de ciclismo pero es un guiño para situar al oyente en un momento concreto, un verano de principios de los ‘90. Eso es una cosa, pero hacer una canción sobre fútbol me parece como concepto muy complicado. Hay aquella de Serrat sobre Kubala que realmente está muy bien porque a nivel estructural tuvo una gran idea, la descripción de la jugada. Me cuesta pensar en una que pueda funcionar. Me parece un tema especialmente difícil. Sí podría ser que apareciera como una pincelada como el caso de Induráin, pero no es algo que se pueda ir a buscar. Te tiene que venir. Me acaba de venir a la cabeza también la de Los Planetas, de Mendieta.
MM.: Lo que pasa con esta canción es que nadie sabe a qué gol se refiere la letra.
GG.: Es que no hace falta que lo diga. ¿Se ve al rival?
RP.: Sólo dice que fue un gol increíble.
MM.: Debía ser con el Valencia, con el Barça te aseguro que no.
AV.: ¿Y el niñato que dice que se ha lesionado quién es?
GG.: Raúl, creo.
RP.: ¿Sí? Yo pensaba que era Torres. Por aquello de El Niño.
GG.: Eso tiene mucho más sentido.
MM.: ¡Acabo de recordar cómo hacía la canción!
GG.: ¿Cuál?
MM.: ¡La de antes! ¡El rap del Dream Team! Decía: “Barça… tararatatá…”

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