Igor Paskual.- Este Barcelona-Athletic no se entiende sin una mirada a las esencias deportivas. Reyes de Copas, Athletic de Bilbao y F.C. Barcelona son dos equipos tan cuidadosos con esencia, tan respetuosos con su propia identidad que no sólo reflejan el carácter de la ciudad sino que la música cuenta.
Antes del éxito internacional y del fútbol caviar, el Barcelona era un equipo de Copa y puro al que cantó Serrat. Pero todo cambió gracias al padre de David Carabén, líder de Mishima, que gestionó la llegada de Cruyff como jugador, el legendario 14. Un discípulo suyo fue el que logró superar al Athletic como campeón de Copas, nada menos que Guardiola, al que Manel dedicó en su 39 cumpleaños su 'Corrandes de la parella estable'. En el Palau de la Música. Es la metáfora perfecta de la clase media catalana ilustrada: el fútbol como capital identitario, pero el gusto por el teatro, la música y la literatura como bandera.
No fue un camino de rosas, Rudy Ventura, el hincha trompetista del Barcelona (antes que Villalibre), lo comprobó: fabricó miles de casetes para la final de Sevilla con la etiqueta: “Barça Campió”. A punto estuvo de arruinarse. Igual que Sidonie casi arruina al Barça cuando casi atropellan a Messi. Si puede jugar es gracias a los dandies de la Costa Azul.
El lado rojiblanco vive con una filosofía casi única en el mundo y que valora ser un One Club Man como un título nobiliario. La burguesía vasca, a diferencia de la catalana, no miraba tanto a Francia sino a Inglaterra, de ahí que haya mucha confusión el origen de la palabra “alirón”. En el Bilbao de 1913 ya cantaba la cupletista Teresita Zarza: “Alirón, alirón el Athletic Campeón”.
Y si en Madrid son chuletas, en Bilbao son chulos hasta para perder como cantaba Kepa Junkera con Francis Diez de Doctor Deseo, banda cabecera de Muniain. Bilbao es moderno, pero aún permanece en la memoria la gabarra en aguas marrones, el óxido y la distorsión. Sin embargo, la capacidad mutable de Bilbao se representa en las gradas de San Mamés a través del más vanguardista de los cantautores, Mikel Laboa. Su 'Txoria Txori' se canta en las gradas de San Mamés, una letra que bien puede aplicarse a los dos clubes.
Si le hubiera cortado las alas
hubiera sido mío,
no hubiera escapado.
Pero así,
hubiera dejado de ser pájaro.
Y yo…
Lo que amaba era el pájaro.
Letra: Joxean Artze (1957)
Música: Mikel Laboa (1968)